Parte 4

Dam se puso el collar y comenzó a levantar botellas de vidrio esparcidas en la arena, cuando levantó la mirada vió una silueta en el risco.

-Por favor que no se vaya a aventar- se repetía Dam en la cabeza una y otra vez -por favor que solo esté ahí para contemplar el paisaje- se decía a sí mismo, hasta que ya no la vio y dedujo que se había marchado, suspiró de alivio porque no parecía verse a nadie caer; de hecho era Eli bajando después de haber ganado una batalla contra esos pensamientos que la habían invadido, pero un impulso le hizo volver a subir corriendo el risco.

-¡No me importa!- gritó a todo pulmón, pero en la primer orilla que encontró se lanzó, Damien se quedó inmóvil por un momento ante la escena, pero si él hubiese reaccionado unos segundos después no habría una historia que contar… fue nadando sin el collar puesto lo más rápido que pudo hacia ella; Eli al caer al agua se había golpeado en la cabeza pero la herida no fue de gravedad pues no se había lanzado desde tan alto, Dam la sacó del agua colocandose de nuevo el collar en la muñeca y la ropa que había traído consigo, al asegurarse de que ella siguiera viva la contempló un momento mientras le limpiaba la sangre de la cabeza con un pedazo de su playera que había rasgado.

-¡Wow! es más bonita que una sirena- dijo en un tono casi imperceptible y se quedó admirándola un rato, acarició sus cabellos, tocó su piel y se percató de que era muy suave, él se hubiese quedado todo el día mirándola pero ella reaccionó un poco aturdida por el golpe se tocó la cabeza e intentó pararse pero le costó demasiado trabajo.

-Creo que fallé, quizá deba intentarlo de nuevo- dijo Eli, Damien estaba ahí pero ella no se percató de su presencia.

-¡No por favor!- ella escuchó a Dam gritar y volteó la cabeza hacia él.

-Sí que fue un gran golpe, alucino personas- ella se dejó caer en la arena.

-No lo intentes de nuevo, si querías aprender a ser clavados debiste haber optado primero por practicar en una piscina- dijo Dam demostrando que él no sabía lo que realmente intentaba hacer Eli.

-Bueno supongo que iré al hospital entonces- dijo al ver que el chico la mantendría vigilada, así que ella empezó a caminar con dirección del hospital, pero no quería voltearlo a ver, ni quería descubrir si era una ilusión o era real, pero él no la acompañó solamente la siguió con la mirada; ella llegó al hospital y la atendieron, dijo que caminando en la playa se había había resbalado y cortado con una roca. Eli se puso a pensar un poco mientras era atendida y no sabía si había tenido suerte o qué era lo que había sucedido, pero le pareció un poco absurdo que no tuviera más que un solo rasguño; cuando llegó le contó a su tía lo mismo que al doctor que la atendió pero Clarice no le creyó, porque no había sido la única ocasión en la que Elizabeth resultaba herida después de haber pasado mucho tiempo sola, solo que no quiso decirle, nada más se dispuso a estar más al pendiente de su sobrina.

Eli le llamó a su hermana después de eso, ellas solían hablar por dos horas al día aproximadamente, era un momento significativo para ambas, contarse su día.

-Mi papá ya comenzó a buscarme pretendientes- dijo Clara sorprendiendo a su hermana con la noticia.

-¿Y por qué no le dices a Scott que le pida tu mano a papá? Así nuestro padre no tratará de casarte con cualquier desconocido que le parezca aceptable- contestó Eli tratando de dar una solución a ese problema.

Scott era el mejor amigo de Clara y su actual novio, su padre no sabía y tampoco era que pudiera decirle en cualquier momento debido a que este tenía la ideología de buscarle un esposo a sus dos hijas, y si se llegaba a casar la mayor seguiría Elizabeth.

-Pues por el momento mi padre no ha encontrado a nadie, así que no estoy tan preocupada al respecto…pero tú ya tienes un posible candidato- le dijo Clara, poniéndose seria.

-¿Mi padre encontró a alguien para mí?- dijo Eli demasiado sorprendida.

-Sí, a Mauricio- le respondió su hermana, pero Eli no dijo nada así que Clara continuó hablando -y sabes que una de las razones por las cuales papá aún no sabe sobre lo mío con Scott, es que sí no le parece aceptable me hará terminar con él ¡Además Scott no quiere que te cases con ese chico! y si mi pomelo y yo nos casamos Mauricio tendría el camino libre para pedir tu mano y ambos queremos que tú te cases con quien ames…y otra cosa, ese Mauricio es una de las personas más desagradables que he conocido- Eli no entendía por qué ellos se privaban de ese privilegio de poder casarse por amor para que ella fuese feliz, pues Clara y Scott ya llevaban un par de años saliendo e inclusive habían pensado en comprometerse; Eli se sintió muy agradecida por lo que su hermana le había contado.