Capitulo 12

Después de la cita, Emily y Andrew se dirigieron a una cafetería cercana para tomar un café y hablar sobre su futuro. Mientras se sentaban en una mesa, Emily se quejó de que tenía hambre otra vez.

"¿No acabas de comer una barra de granola?" preguntó Andrew riendo.

"Sí, pero eso no me ha llenado mucho", respondió Emily mientras se llevaba una mano al estómago. "Creo que mi cuerpo está trabajando duro para alimentar al bebé".

Andrew asintió comprensivamente. "¿Qué te parece si pedimos algo de comer?" sugirió. "Hay un lugar de sushi en la calle que me encanta".

A Emily se le iluminó el rostro. "¡Sushi suena perfecto! ¡Podría comer sushi todo el día!".

Caminaron hasta el restaurante de sushi y se sentaron en la barra. Emily se emocionó cuando vio los diferentes rollos de sushi en el menú y rápidamente comenzó a pedir varios rollos para compartir.

Andrew se rió mientras Emily devoraba los rollos uno por uno. "¿De dónde sacas espacio en tu estómago para todo eso?" preguntó.

Emily se encogió de hombros con una sonrisa. "No lo sé, pero estoy disfrutando cada momento".

Después de terminar su comida, Emily y Andrew caminaron de regreso a casa, disfrutando del sol de la tarde y la brisa fresca del otoño.

Una vez en casa, Emily se acurrucó en el sofá, frotando su estómago hinchado. "Me encanta sentir al bebé moviéndose", dijo con una sonrisa.

Andrew se unió a ella en el sofá, envolviendo un brazo alrededor de sus hombros. "¿Te das cuenta de que pronto tendremos un pequeño humano corriendo por aquí?" preguntó.

Emily rió. "Sí, es un poco abrumador, pero estoy emocionada por lo que vendrá".

Los dos se quedaron en silencio por un momento, disfrutando del momento y pensando en su futuro juntos. Para Emily y Andrew, cada día era una nueva aventura, y estaban emocionados de ver a dónde les llevaría su camino.

Andrew y Emily se encontraban en la sala de estar de su casa disfrutando de una cena romántica. El ambiente estaba lleno de amor y risas, pero de repente, el teléfono de Andrew comenzó a sonar. Él suspiró y se disculpó antes de revisar el mensaje.

Emily notó la expresión preocupada en el rostro de su esposo y preguntó: "¿Qué sucede?"

"Es mi jefe", respondió Andrew, "Tengo que viajar a Nueva York mañana temprano para una reunión importante."

Emily se sintió desanimada al escuchar esto. Sabía que no había nada que pudiera hacer para evitar que Andrew tuviera que viajar, pero todavía le dolía la idea de estar sola durante su embarazo.

"¿Por cuánto tiempo estarás fuera?" preguntó Emily.

"Solo por un par de días", respondió Andrew, "Pero prometo que te llamaré todos los días y te enviaré mensajes de texto para asegurarme de que estés bien."

Emily asintió con la cabeza y se forzó a sonreír. Sabía que no podía hacer nada para evitar que su esposo viajara, pero todavía le dolía la idea de estar sola en casa mientras él estaba fuera.

Después de que Andrew se fue al día siguiente, Emily se sintió triste y sola. El hecho de que su esposo no estuviera allí para apoyarla durante su embarazo la hacía sentir vulnerable e insegura.

Las náuseas matutinas y los antojos de comida la hacían sentir aún peor, y se encontraba constantemente acurrucada en el sofá viendo programas de televisión durante todo el día.

Emily trató de distraerse manteniéndose ocupada con algunas tareas domésticas, pero todo lo que quería hacer era hablar con Andrew. Esperaba ansiosamente sus llamadas y mensajes de texto, pero no era lo mismo que tenerlo allí a su lado.

A medida que pasaban los días, Emily comenzó a sentirse más y más emocional. La idea de criar a un bebé sola le aterrorizaba, y sentía que no podía hacerlo sin la ayuda y el apoyo de su esposo.

Finalmente, Emily decidió llamar a su mejor amiga, Sarah, para hablar sobre lo que estaba sucediendo. Sarah siempre había sido una amiga leal y solidaria, y Emily sabía que podía contar con ella en momentos difíciles.

Después de explicarle la situación a Sarah, Emily comenzó a llorar. "No sé si puedo hacer esto sola", sollozó, "Estoy tan triste sin Andrew aquí, y no sé cómo voy a ser una buena madre sin él."

Sarah la tranquilizó y le recordó a Emily que ella era fuerte y capaz, y que había muchas otras madres solteras que habían criado a sus hijos con éxito. Le dijo que confiara en sí misma y que recordara que Andrew volvería pronto.

Las palabras de Sarah le dieron a Emily la fuerza y el coraje que necesitaba para enfrentar el resto de la semana sola. Se concentró en su bebé en crecimiento y en el amor que sentía por su esposo y, poco a poco, comenzó a sentirse más positiva y optimista sobre el futuro.

Continuara...

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