Emily y Andrew se encontraban emocionados mientras se preparaban para su segunda cita prenatal. Emily había estado sintiendo algunas náuseas y antojos extraños, pero estaba feliz de saber que todo era parte del proceso de crecimiento del bebé.
Mientras conducían hacia el consultorio del médico, Emily le contaba a Andrew sobre lo ansiosa que estaba por saber cómo estaba su bebé en el vientre. Andrew sonreía y acariciaba su mano con ternura, sintiéndose agradecido por tener a Emily y al bebé en su vida.
Finalmente, llegaron al consultorio del médico y fueron recibidos por la enfermera, quien les indicó que tomaran asiento en la sala de espera. Emily se sentó en una silla cómoda y esperó ansiosamente a que la llamaran.
Finalmente, llegó el momento de su cita y el médico les dio la bienvenida en su oficina. Después de saludarlos, el médico les explicó que realizaría una ecografía para verificar cómo estaba el bebé en el vientre de Emily.
Andrew y Emily se miraron el uno al otro, sonriendo con emoción y expectación. Emily se recostó en la camilla y el médico comenzó a aplicar el gel en su abdomen para prepararla para la ecografía.
Mientras el médico se movía el ecógrafo sobre el abdomen de Emily, Andrew se tomó de su mano y le acarició el cabello con ternura. Finalmente, apareció la imagen del bebé en la pantalla.
"¡Mira, amor!", exclamó Emily con lágrimas en los ojos, mientras señalaba la pantalla.
Andrew miró la imagen y sonrió de oreja a oreja. Era asombroso ver la imagen clara del bebé en el vientre de Emily. El médico les explicó que el bebé estaba creciendo adecuadamente y que todo parecía estar en orden.
Emily y Andrew se sintieron aliviados y agradecidos por la noticia, y decidieron celebrar el éxito de su cita prenatal con un almuerzo en su restaurante favorito.
Mientras comían, Emily hablaba emocionada sobre su futuro hijo y cómo quería criar a su bebé en un hogar lleno de amor y cariño. Andrew sonreía y asentía, sintiéndose afortunado de tener a Emily en su vida.
Después del almuerzo, Emily comenzó a sentir algunas náuseas y decidió que era hora de volver a casa. Andrew la ayudó a subir al auto y se aseguró de que estuviera cómoda antes de conducir de regreso a casa.
Mientras conducían, Emily se quedó dormida en el asiento del pasajero. Andrew la miró con amor y ternura, sintiéndose agradecido por la oportunidad de ser un padre y un compañero amoroso para Emily.
Finalmente, llegaron a casa y Andrew ayudó a Emily a acostarse en la cama para descansar. Mientras se acurrucaba a su lado, Andrew acariciaba suavemente su vientre y hablaba con su bebé, prometiéndole amor y protección.
Untos lo que la vida les presentara. La llegada de su bebé estaba a solo unos meses de distancia y cada día se acercaban más a la fecha de su nacimiento.
Una tarde de sábado, Emily y Andrew estaban sentados en su sala de estar hablando sobre la lista de compras que necesitaban hacer para el bebé. Emily estaba sentada en el sofá acariciando su barriga mientras Andrew hacía una lista en su teléfono. De repente, Emily se llevó la mano a la boca y se levantó corriendo hacia el baño.
Andrew la siguió rápidamente y la encontró arrodillada frente al inodoro. "¿Estás bien?" preguntó preocupado.
Emily asintió, "Solo tengo náuseas de nuevo. Me he sentido así todo el día", dijo mientras se limpiaba la boca con una toalla.
Andrew la ayudó a levantarse y la llevó de vuelta al sofá. "Tal vez deberíamos llamar al doctor y ver si hay algo que pueda ayudarte con las náuseas", sugirió.
Emily asintió y sacó su teléfono para llamar al médico. Después de hablar con el doctor, Emily recibió una receta para algunas pastillas para las náuseas. Andrew se ofreció a ir a la farmacia para recogerlas mientras Emily se quedaba en casa descansando.
Mientras Andrew estaba en la farmacia, recibió una llamada del trabajo. Había surgido una emergencia en la empresa y necesitaba ir de inmediato a resolverla. Andrew estaba frustrado por tener que dejar a Emily sola en casa, pero sabía que tenía que ir.
Cuando Andrew regresó a casa más tarde esa noche, encontró a Emily dormida en el sofá con la botella de agua vacía a su lado. Él la miró con ternura y la cubrió con una manta antes de ir a la cama.
A la mañana siguiente, Andrew se despertó temprano para preparar el desayuno para Emily. Sabía que ella había tenido una noche difícil y quería hacer algo especial para ella. Andrew cocinó waffles con tocino y huevos y llevó el desayuno a la cama de Emily.
"¡Oh, Andrew, huele delicioso!" exclamó Emily mientras se sentaba en la cama y abría los ojos.
Andrew le entregó la bandeja de desayuno y se sentó a su lado en la cama. "Solo quería hacerte algo especial", dijo.
Emily sonrió mientras tomaba un bocado de los waffles. "Mmm, esto es increíble. Gracias cariño", dijo mientras le daba un beso en la mejilla.
Después del desayuno, Emily y Andrew se prepararon para su cita médica. Emily estaba emocionada de ver a su bebé en una ecografía y saber cómo estaba creciendo.
Cuando llegaron al consultorio del médico, Emily se acostó en la camilla y el médico comenzó a hacer la ecografía. Andrew tomó la mano de Emily y le dio una sonrisa reconfortante.
"¡Mira, ahí está tu bebé!" dijo el médico mientras señalaba la pantalla de la ecografía.
Emily se emocionó al ver la imagen del bebé en la pantalla. "Oh, es tan hermoso", dijo mientras las lágrimas le caían por las mejillas.
Andrew le tomó la mano y la apretó suavemente. "Nuestro bebé es perfecto", dijo con una sonrisa en el rostro.
El médico continuó la exploración, midiendo el tamaño del bebé y escuchando su corazón. Luego les dio la noticia que habían estado esperando: "Todo parece estar en orden. El bebé está sano y en crecimiento normal".
Emily y Andrew se abrazaron emocionados. Finalmente se sintieron como si pudieran respirar un poco más fácil.
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