Capítulo 13

"¿De verdad? ¿Todo este llanto por eso? Ugh, qué desperdicio de energía", Richard escupió, lanzando la invitación a la basura.

"¡Cállate! ¡No entiendes nada!", gritó Velyn, girándose, su mirada penetrando a través de su esposo.

Richard suspiró profundamente. "Velyn, Velyn. ¡Eres demasiado ingenua para estos jugadores!", se burló, sacudiendo la cabeza con una sonrisa despectiva.

"¡Silencio, Richard! ¡No necesito tu opinión!", gritó Velyn, enfureciéndose.

Mientras seguía ordenando la habitación, Richard se acercó a Velyn. Su cuerpo grande se inclinó hasta que su rostro estuvo a centímetros del suyo. "Lo sé todo. Solo aparece en esa boda, y te daré una sorpresa más allá de lo que puedas imaginar", dijo, su voz helada. Su mirada y expresión eran igualmente frías, filtrándose en los poros de Velyn.

"¡Decidiré si quiero ir o no! ¡Es asunto mío! ¡Eres tan malo como los demás! ¡Repugnante!", respondió ella bruscamente, empujando el pecho de Richard antes de apartarse.

"No me importa lo que pienses de mí. Pero esta vez, tienes que venir. ¡Hay una gran sorpresa esperando que podría volarte la mente!", dijo Richard mientras salía de la habitación de Velyn.

Richard se retiró a la habitación de invitados, se lavó y no salió durante toda la noche. Ni siquiera salió a cenar. Y a nadie le importó. Velyn solo miraba la puerta cerrada de la habitación de invitados, pero no tenía intención de llamar a su esposo.

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Llegó el día de la boda de Gerald y Sonia, celebrada en el salón de baile de un hotel de cinco estrellas. Richard llegó mucho antes de que empezara el evento. Estaba transformado, vestido completamente con un traje a medida que abrazaba su sólido cuerpo. Su cabello estaba impecablemente peinado, y sus zapatos caros brillantes acompañaban cada uno de sus pasos.

"¿Richard? ¿A dónde vas?" preguntó Debora, escrutando el aspecto de Richard de arriba a abajo. Si no fuera su cuñado, podría haberse enamorado instantáneamente de su apariencia. "¿De dónde robaste esa ropa?" preguntó al notar la marca de la ropa que Richard llevaba puesta.

Richard solo respondió a su pregunta con una mirada penetrante antes de partir sin decir una palabra.

"¡Vaya! Si eso es lo que significa tener clase, ¡me apunto!" se rió Debora con alegría.

"¿Qué te parece tan gracioso, Ra?" llamó Velyn desde arriba de las escaleras, aún en su ropa de casa.

Debora se dio la vuelta. "Oh, nada, hermana. Por cierto, ¿a dónde se ha ido tu esposo luciendo tan elegante?"

Una de las cejas de Velyn se arqueó. Se detuvo en el último escalón, con los brazos cruzados. "¿De verdad?"

"Sí, hermana, ¿dónde has estado? ¿Aún dormida? Tu esposo se fue sin que te dieras cuenta. Ten cuidado, o alguna amante lo arrebatará. ¡Enserio, Richard se veía tan genial antes!" Debora rebosaba de emoción.

Velyn guardó silencio por un momento, ya que no había visto a Richard salir de sus habitaciones separadas. "Tonterías", exclamó Velyn, tirándole de las orejas a Debora antes de dirigirse hacia la cocina a por una bebida.

Después de dar un sorbo a una lata de refresco, Velyn se apoyó en la encimera de la cocina, preguntándose a dónde podría haber ido su esposo. "¿Podría ser que haya ido a la fiesta de bodas de Gerald y Sonia?" especuló.

En realidad, Velyn no tenía ganas de asistir a ese evento, temiendo que no iba a poder sobrellevarlo. Sin embargo, la curiosidad la impulsó a regresar rápidamente a su habitación, recordando el mensaje de Richard la noche anterior para asistir y esperar una sorpresa importante.

"¡Si me estás mintiendo, estás muerto!" murmuró para sí misma, apresurándose a darse una ducha.

En solo media hora, Velyn se arregló frente al espejo, ocultando sus ojos hinchados con un maquillaje pesado, luciendo algo glamorosa con un vestido granate que contrastaba bruscamente con su tono de piel.

Conduciendo sola hacia el lugar, Velyn tomó respiraciones profundas, aferrando el volante con fuerza. "¡Estoy bien! ¡Sí, estoy bien!" se tranquilizó a sí misma.

El coche avanzaba a un ritmo moderado, entrando ahora en el área de estacionamiento del hotel donde su ex amante y mejor amiga se estaban casando.

Al llegar al salón de baile, Velyn buscó a su esposo, pero no lo encontró por ninguna parte. "Típico Richard, siempre lleno de palabras vacías", gruñó apretando los puños.

Los ojos de Velyn se llenaron de lágrimas al ver a Gerald y Sonia intercambiando sus votos.

Sonia apretó con fuerza el brazo de Gerald, afirmando que ahora él era suyo.

Velyn luchó por tragar saliva, el nudo en su garganta magnificado por la presión que pesaba en su pecho. Rápidamente se limpió las lágrimas y se dio la vuelta para salir.

Pero su brazo fue atrapado por un hombre alto y carismático, su esposo, Richard, que la miraba desde lo alto. Velyn lo miró y él asintió, instándola a mirar al frente.

"Damas y caballeros, si me permiten captar su atención por un momento. Hablo en nombre de un invitado que tiene una sorpresa especial para los recién casados. Muy bien, no nos entretengamos más. ¿Curiosos, verdad? Yo también. ¡Vamos a presenciar el regalo más hermoso para el señor y la señora Gerald!" anunció el presentador, interrumpiendo los procedimientos.

De repente, las luces se atenuaron. Dos pantallas grandes se encendieron, indicando que un video estaba a punto de reproducirse. Una impresionante apertura presentaba buenos deseos y oraciones para la pareja, acompañados de música romántica.

Velyn luchó por liberarse del agarre de Richard, pero su presa era demasiado fuerte. Momentos después, la risa bulliciosa de Sonia resonó, dirigiendo la mirada de Velyn de vuelta a las pantallas.

Un video reveló la conspiración de Sonia, donde había atrapado a Velyn con un camarero del bar. Su objetivo era claro: amaba a Gerald y tenía que tenerlo.

La respiración de Velyn se aceleró, su corazón latía fuertemente mientras presenciaba la traición de su amiga de confianza. Sus puños se apretaron con fuerza.

No solo Velyn se sorprendió; los ojos de Gerald se estrecharon mientras veía el video hasta el final, lanzándole a Velyn una mirada de ira. Los invitados murmuraron y susurraron sobre Sonia.

"¡No! ¡No! ¡Esto no es verdad! ¿Quién está detrás de esto? ¡Tiene que ser obra de alguien que me odia, fabricando todo esto!" gritó Sonia en pánico.

Continuará~

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