Capítulo 11

Una sonrisa diabólica se extendió por los labios de Richard, sus ojos afilados como puntas de lanza de águila, listos para apuñalar a Sonia.

Cada centímetro de su cuerpo se estremecía bajo la mirada de Richard; ella se movió lentamente para sentarse y se acurrucó en la esquina del sofá, mirando hacia arriba con una mirada aturdida mientras su respiración se aceleraba.

"¡Sonia! ¡Dile a Velyn la verdad y te dejaré ir!" Exigió Richard, colocando sus manos a ambos lados de su cuerpo, con la intención de intimidar solamente.

"¿Q-qué quieres decir? No entiendo. ¿Decir qué?" Tartamudeó Sonia, el miedo temblaba en su voz, al borde de las lágrimas.

Richard se enderezó, una mano deslizándose en su bolsillo mientras sus ojos vagaban con pereza. Sin embargo, esto no disminuyó la aura de firmeza que emanaba de su postura y la mirada en sus ojos.

"Eres tú quien nos incriminó porque amas a Gerald, el ex-amante de Velyn, ¿verdad?" Richard enfatizó.

La sorpresa cruzó el rostro de Sonia. Flaqueó, tratando de negarlo, "No... ¡Eso no es cierto!" protestó.

Richard suspiró profundamente, cogiendo su teléfono y reproduciendo el video de la barra anterior. Sus voces eran fuertes y claras, debido a que Richard estaba sentado cerca. "¡Mira esto con tus ojos! ¡Escucha con tus oídos!" Richard estalló, mirando fijamente.

Los ojos de Sonia se abrieron de par en par en completo shock. Su boca se abrió, y fue invadida por la sorpresa, dándose cuenta de que Richard había descubierto su gran secreto. Su respiración se entrecortó, tragando repetidamente en un intento fallido de humedecer su garganta.

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Después de un corto tiempo, Velyn llegó a la residencia de Sonia, incapaz de igualar la velocidad de conducción de Richard, que estaba por encima del promedio. Sus ojos captaron el coche de Richard estacionado detrás de la casa de Sonia.

"¡Realmente está aquí! ¿Cuál es la relación entre ustedes dos?" Velyn exhaló pesadamente.

Saliendo del coche, se paró junto al portón y gritó: "¡Señor! ¡Por favor, abra el portón!"

El guardia, reconociéndola, se acercó y abrió el portón, saludándola con charla trivial.

"¿Cuándo llegaron esos dos coches?" Preguntó Velyn directamente, señalando con el mentón.

"Hace unos 15 minutos, señorita", respondió el guardia después de mirar su reloj.

Velyn corrió hacia adentro, su corazón latiendo con fuerza, tomando respiraciones profundas mientras exhalaba bruscamente y agarraba el pomo de la puerta.

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El miedo de Sonia se intensificó cuando vio que el video era evidente. Agarró el teléfono de Richard y lo estrelló con fuerza contra el suelo, destruyéndolo.

"¡Maldito!" Richard gruñó, estrangulando a Sonia con una mano, empujándola de nuevo al sofá. Ahora, arrodillado en el sofá, la sujetaba debajo de él.

Al abrir la puerta, los ojos de Velyn se abrieron de par en par al ver las piernas de Sonia pateando desde el extremo del sofá. Su vista bloqueada por el respaldo, solo veía a Richard encima de Sonia.

"¡Richard! ¡¿Qué estás haciendo?!" Velyn chilló con un tono alto. Sus piernas flaquearon, incapaces de avanzar. Su pecho se apretó con especulaciones sobre lo que habían hecho.

Las lágrimas llenaron los ojos de Velyn, incapaz de creer que el hombre que había sido tan dulce con ella últimamente la traicionaría. "¡Sinvergüenza!" Velyn exclamó emocionalmente.

Incapaz de quedarse, Velyn se dio la vuelta y corrió de regreso a su coche, lágrimas corriendo por su hermoso rostro. "¡Maldición! ¡La persona a la que he estado defendiendo y protegiendo todo este tiempo ha estado secretamente con mi propia amiga!" lloró, golpeando el volante. Su corazón le dolía como si miles de agujas lo estuvieran pinchando.

"¡Velyn!" Richard cedió, recogiendo los trozos dispersos del teléfono antes de perseguir a su esposa. "¡Estás advertida!" amenazó a Sonia antes de abandonar su residencia.

"¡Velyn, espera!" Richard llamó, corriendo tras el coche estacionado de Velyn. "¡Vel, escúchame primero!" suplicó, golpeando el vidrio del coche.

Velyn se negó a mirar atrás. Arrancó el motor y retrocedió. Richard continuó persiguiéndola, golpeando el vidrio del coche de Velyn.

"¡Escúchame, Vel!" Richard gritó, pateando al aire, mientras el coche tomaba una curva brusca y desaparecía a toda velocidad.

"¡Maldición!" Richard frunció el ceño, apurándose tras su coche en pánico.

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"¿Dónde has estado vagando en medio de la noche, Vel?" Preguntó Sabrina, despertándose y dirigiéndose a la cocina.

Velyn le lanzó a su madre una mirada afilada, luego aceleró las escaleras. Poco después, cerró la puerta de su habitación con gran fuerza.

"¡Dios mío, Velyn!" exclamó Sabrina, agarrándose el pecho del susto.

Richard irrumpió por la puerta principal y corrió hacia arriba, ignorando los llamados ensordecedores de su suegra.

Lamentablemente, la puerta de su habitación estaba cerrada por dentro. Richard golpeó repetidamente. "¡Vel! No es lo que piensas ¡Por favor, escúchame primero!", exclamó Richard.

"¿Qué más hay que explicar? Lo he visto con mis propios ojos. Eres escoria, Richard. Desde el principio, estuve equivocada al casarme con un desgraciado como tú. Hubiera sido mejor soportar la vergüenza de una cancelación de la boda que tener un marido desgraciado ¡Ella es mi amiga, Cad! ¡Mi amiga!" Velyn rugió desde adentro.

Richard exhaló pesadamente. No servía de nada; las pruebas que tenía estaban ahora destrozadas. "¡Bien! Hazlo a tu manera. Demostraré mis palabras en la boda de tu amiga con Gerald, tu ex-amante, dentro de tres días."