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La Maldición

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capítulo 8

— papá, Ya estoy de regreso

—¿Trajiste a la hija de izraf ?

—¡No!

—¿No la encontraste ni con ayuda de Gelda?

–Si la encontramos, pero no vino con nosotros.

—¿Eso por qué? Debías de traerla.

—Ella oculta un gran poder en su interior, ¿sabías que también es hija de una diosa? Es nieta del General Licandro, quien casi me mata hace años ¿lo recuerdas?

—¿Qué dices? ¿Licandro?

Mmm... apenas sabías defenderte cuando paso, y si lo sé , él es muy fuerte, pero entiendo que esta muriendo, ahora si puedes acabar con él.

—Así dicen los rumores, por cierto él además envió a Mael a protegerla.

—Ese arcángel—recordandolo con odio.

—¡si! papá.

—Entonces tendré que ir yo mismo a convencerla.

—Layla, su madre dijo que ella no quiere el trono y ni sabe sobre el poder que corre por sus venas, ignora todo.

—Eso dice ahora, no sabemos luego, ellas podrían cambiar de parecer.

—Esa chica no sabe lo que es, al parecer hasta ahora empieza a despertar sus poderes.

—¿cómo lo sabes?

—Lo vi en su mirada—recordandola.

—Entonces es mejor tenerla de aliada, Te ofreceré como su esposo.

—pero yo.

—serás rey zeldris, además ¿cómo es ella? ¿Es hermosa?

—¡si! papá, Es realmente hermosa.

—Lo vez ,No tienes problemas, podrías llegar a enamorarte de ella un día.

—pero, yo amo a Gelda papá—protesta.

—Lo mismo que dijo tu madre, tomala como un pasatiempo, Gelda podría ser tu amante.

—¿Quieres que sea infeliz? Y Gelda jamás ocuparía ese lugar.

— ja, ja, ja estas en sintonía con Idris.. pero te aseguro que llegarás a enamorarte de ella, ya no necesitaras entonces el amor de Gelda, si no acabaremos con la vida de alguna de las dos, zeldris.

—¿serias capaz de matarlas? A alguna de ellas.

—¡Si! pero primero seras el rey de los vampiros.

— pero , Tú ya reinas sobre ese clan, no veo por que buscas algo de esa chica.

— para asegurar nuestro reinado, ¿nunca has pensado que el clan de los vampiros un día se revelará contra nosotros?

—¡No!, Se que no.

—No puedes confiar en ellos ,ni en nadie zeldris.

—Dime ¿dónde está esa chica?— intentando persuadirlo.

—Esta con el clan de los gigantes, vive con Matrona.

—Matrona...—su nombre le sonaba de algún lugar.

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...

Meliodas se había disfrazado yendo hacia el Reino de Bartra, él observaba a Elizabeth por la ventana.

Estoy loco, ¿que me pasa con esta mujer?

Elizabeth al parecer tomaba una ducha.

¡wou! ¡Que cuerpo! ¡Ufff!!

—¡oye! ¿Quién eres tú? ¿Qué haces Espiando a Elizabeth?

—¡Eh! Un cerdo, y habla ¿Cómo es que puedes hacerlo?

—Tengo poderes— dice orgulloso —Yo estoy a cargo de la seguridad de Elizabeth.

— ja, ja, ja que gracioso eres, un cerdo a cargo de su seguridad — Meliodas no paraba de reir.

—¡Eh! ¿Con quien hablas Hawk?—

Elizabeth había escuchado su voz.

Asomándose por la ventana,cuando ve a Meliodas.

— ¡oye! Estabas mirando, ¡eres un cretino!

Elizabeth lo iba a abofetear, pero Meliodas se aleja, haciendo que esta caiga por la ventana

— Elizabeth—grita Hawk.

Pero Meliodas logra atraparla antes de que toque el suelo, Elizabeth siente una mano apretando uno de sus senos y la otra su cintura.

—¡vaya! ¡Que suavecita eres!

—¡oye! Deja de hacer eso— sintiéndose apenada, sus mejillas parecían dos tomates de rojas.

—Te dije que nos volveríamos a ver Elizabeth.

—¡Eh! Es cierto— recordando sus palabras.

Meliodas tenia algo que la desconcentraba.

—¡sueltame!— le grita.

—sueltala pervertido— a modo de orden le grita Hawk.

—Tu cállate cerdo.

—¿Quién es el cerdo aquí?

Y así se la pasaron discutiendo unos instantes.

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...

— ¡Hola! Gelda.

—kisame ¿Qué ocurre?

—Quería hablar contigo, me siento mal por ti, se que estas sufriendo por zeldris, y eso que aún no se ha casado con esa señorita, ¿tú en verdad lo amas?

—Así es, Siempre lo he amado.

—La reina Idris tiene la culpa de lo que ocurre, ella fue quien ordenó todo esto, ¿lo sabias?

—¿Qué dices?

—Fue ella, es una mujer muy ambiciosa, ¿sabes que piensa matar al rey demonio?

—¿Qué? ¿Cómo sabes eso?

—yo la escuche, ella lo planeaba todo.

—Eso es mentira.

—ja, ja, ja Gelda, Gelda, eres tan hermosa.

—¿Qué pasa contigo kisame?

¿Por qué me miras así?— su mirada había cambiado a una de deseo.

—Siempre he querido probar el sabor de tus labios, tu cuerpo, todo lo que le das a Zeldris— acercándose a ella poco a poco.

—¿Qué?—Gelda de pronto no puede moverse—¿Qué me has hecho?

—Quiero que estés así estática—el toca sus labios—Eres tan sensual y provocadora, eso es lo que tiene loco a zeldris, pero haré que eso cambie.

—¿De qué hablas?

—Matarás a su madre y el te odiara por el resto de su vida.

—¿Qué?

Kisame entonces la besa, y luego muerde su cuello, besandola de nuevo , al apartarse de sus labios escurria un poco de su sangre.

—Eres tan dulce Gelda.

—La mataré Como deseas—haciendo una reverencia.

—Eso me alegra.

Gelda tenia la mirada fija, kisame la controlaba.

—Ahora, Quiero probar tu cuerpo.

Entonces ella se empieza a desvestir...

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...

—Mamá— Artemis sollozaba.

—cariño ¿te sientes bien?

—¡si! mamá,Pero dime , ¿Qué pasa conmigo? ¿Quienes eran ellos? ¿Por qué aparecen personas que no conozco?, dime ¿Qué ocurre?, ya no soy una niña ¿Qué me escondes?

—Hija, ¡Perdóname!

—¿por qué? Dime ¿por qué tengo que perdonarte? Mamá.

—Hay algo que tienes que saber.

—Habla mamá.

—yo... yo soy una diosa hija, pero tu abuelo al saber que estaba embarazada de ti, me desterro, le entregue mi poder y mis alas a cambio de que te salvará, casi te perdía...

—¿Qué? Por que haría eso contigo siendo su hija.

—por que me enamoré de un hombre de otro clan, para tu abuelo y nuestro clan no es aceptado.

—Se que en años no te lo he preguntado mamá, pero dime entonces quien es mi padre.

—Tu padre es izraf hija, el rey de los vampiros, aunque él esta muerto, no llego a conocerte, nunca supo de ti.

—Entonces yo...—entrelazando todo.

—Si hija, tú tienes sangre de dioses y vampiros en tus venas.

— soy una mezcla...Por eso mi abuelo te hizo eso.

—Así es, Pero yo te amo como seas y lo que seas.

—¿y qué querían ellos con nosotras?

—Al parecer se enteraron de tu existencia y quieren que seas la reina por heredad, el rey demonio quien ahora debe de gobernar a los vampiros te dará la potestad, solo a cambio que te cases con uno de sus hijos, ese joven era uno de ellos Supongo.

—yo no quiero nada de eso mamá, mi vida esta bien como esta.

—Eso le dije al joven hija, por que te conozco, pero estoy segura que serán insistente, él quiere asegurar su legado contigo al parecer.

— pues le diré que no quiero un trono, ni pertenecer a ese clan, mi único clan y familia son los gigantes.

— Artemis.

—pero sabes mamá, no entiendo por que me ocultaste algo así.

—Lo hice para protegerte, Tu padre llego a tener enemigos hija.

—Entiendo, Aún así, me siento mal, me parece que he crecido en una mentira, sin saber quien soy, de donde vengo...

—¡perdóname! Cariño.

—Necesito pensar mamá.

—Lo entiendo Artemis.

Layla la deja sola en la habitación... al fin sentía un poco más ligero el corazón.

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