4-Festejo del personal No Docente

Esta semana transcurrió muy tranquila, a Anita la llevaba al jardín y la retiraba. Y a la tarde iba a la universidad a cumplir mi trabajo como secretaria del Director del personal, el señor Rigonato, que es un hombre entrado en sus 50 años, muy serio. En el trabajo soy tranquila, no me meto con nadie ni entabló conversación más que por temas de trabajo, mi vida personal no la saco a flote. Aquí es un nido de víboras, todos se pisotean, con tal de tener la preferencia del jefe. Hay días en que Anita me acompaña, ella juega tranquila cerca de mi escritorio y gana dulces que le regalan las señoras que suelen venir, tanto del personal, como docentes. Ella con su carisma y dulzura gana el corazón de todos. Estoy absorta copiando unos expedientes que me encargo mi jefe. Cuando esté me llama de su despacho. Pase, me dice al verme:

- Luz, te informo que este Viernes es la Fiesta del personal No Docente, se realizará en el Campus. Debes estar presente, tu trabajo será recibir en la entrada a los que traigan la tarjeta, sin ella no podrán asistir. Es para evitar colados. Después podrás ser parte de la celebración.

- Bueno señor. ¿y puedo traer a Anita? Le consulto.

- Si, no hay problema. Traerla. Concluyó y regreso a mi escritorio.

El jueves, mientras Anita estaba en el jardín aproveche para comprarme un vestido para ese día. Recorrí casi todas las tiendas comparando precios hasta que encontré la vestimenta ideal. Para Anita ya tenía un vestidito que aún no tuvo la oportunidad de estrenar. Una ves que termine con las compras regrese a buscar a Anita, en el jardín. Regresamos a nuestro departamento preparo algo de comer, almorzamos y la llevo a la casa de mis padres, mamá cómo siempre la recibe con un abrazo y le comenta que vamos a ir a una fiesta mañana.

- ¿Tienes la ropa para ese día? Me consulta

- Si ma conseguí uno a un muy buen precio. Igual te facilitaré uno de mis vestidos y tengo para Anita uno ideal.

- Nos vemos luego. Le doy un beso a mi pequeña y me despido. Viendo cómo está en brazos de su abuela, mimandola y dándole besitos. Algo le habrá dicho, porque estaba muy contenta.

En la oficina nuevamente hay reunión por lo que me alistó con mi compu para registrar todo lo que hablan. El tema es sobre la Fiesta de mañana, se ve que va a ser un evento muy grande, todas las autoridades van a estar presentes. Al finalizar, controlo mis notas, mientras todos se retiran y poder entregarlo en orden a mi jefe.

- Buenas tardes. Me saludan. Al girar veo que es el Decano.

- Buenas tardes. Le respondo y sigo con mis notas.

- La reunión termino, me recuerda.

- Solo chequeo que esté todo en orden para entregar al señor Rigonato.

- Si ya veo. ¿Y mañana va a asistir?

- Si, debo estar presente. Y suspiro.

- ¿No le gustan las celebraciones?

- No es eso, si no que soy parte del equipo que deben controlar a los invitados.

-Ah, ya veo. Y sonríe.- ¿Y como está Anita? Extraño no verla, siempre que viene me saluda. -Ella sonríe.

- Está con mamá, solo la traigo cuando no pueden cuidarla.

- Bueno dejo que continúe con su trabajo, debo hacer lo mismo.

- Bueno, hasta luego.

A la salida me saco los zapatos de tacón, me coloco las zapatillas para ir a buscar a Anita, Cuando voy llegando al portón, escucho que me tocan bocina giró y es el Decano en su auto.

- ¿Te llevo? Me consulta.

- Gracias quisiera caminar.

- Sube. No es molestia, insiste. Y se baja del vehículo abriendo la puerta del pasajero.

- Bueno, le respondo y me subo en la parte del acompañante. Él da la vuelta y se acomoda en el asiento colocando el cinturón sobre su cuerpo, me indica que haga lo mismo a lo que obedezco.

- No te quise consultar antes, sobre tu ex, ¿como solucionaste ese tema?.

- A pues, lo soltaron, tiene sus contactos al ser un Mosconi. Así que no paso ni un minuto detenido.

- Y ¿cómo te enteraste?

*Recuerdo

Me levanté el Lunes a la mañana, realizó la rutina de dejar a Anita en el jardín. Y me encamino a la jefatura para dejar asentado lo ocurrido la pasada noche, después de que el oficial a cargo tomo mi declaración me informo que el señor Mosconi fue liberado con una advertencia al no haber daño mayor.

-¿ Y QUE DAÑO MAYOR DEBE HABER ?¿ DEBE MATARME PARA QUE AL MENOS PIENSEN CONSIDERARLO?.

- Señorita debe calmarse o será encerrada por alterar la paz.

" El libre y pueden encerrarme a mi".

Salí sintiéndome muy indignada. El hecho de saber que puede hacer lo que se le venga en gana y yo no pueda hacer nada para evitarlo. Eso me enfurece.

Fin del Recuerdo.

- Como ve, no pude hacer nada.

- Y su padre que opina de todo esto.

- Ja, mi padre. A él solo le interesan sus negocios. Dijo que era una exageración de mi parte.

- No se preocupe, cuente conmigo para lo que sea, no dejaré que le hagan daño.

- Gracias. Pero que puede hacer usted contra ellos, se creen los dueños del mundo.

*

- Ya vera, la voy a protejer y sobre todo a Anita, me encariñé con ella, sabe, y no me gustaría que sufra por culpa de un desgraciado que quiera lastimar a su mami, ella la adora, siempre habla de usted. Perdón por mi exabrupto.

- Pierda cuidado. Me respondió. El resto del viaje lo realizamos en silencio. Mi comentario surgió, porque ayer cuando su pequeñita paso a saludarme me dijo.

- Mamita está llolando. Me comentó Anita con un tono triste.

- ¿Porque llora tu mami? Quise saber.

- Peleó con mi abuelito. No sé poque, pelo siempe es así.

- ¿Se lo preguntaste? Le consulte.

- No, no quielo molesta, ella está ocupada.Con su vos dulce y tierna me responde. La acompañe y me mostró en dirección a la oficina del director, se ve que tenía una reunión con él justo en ese momento.-Por lo que le dije -está bien, no molestemos.

Llegamos a la casa de sus padres, la espero y ella entra a buscar a su hija.

- Luz quiero hablar contigo, le dice su padre,

-Ahora no puedo, me están esperando. Lo dice subiendo las escaleras.

-Pues hazlo pasar y que espere en la sala.

-No. Le respondio.

El padre sale a ver quién era, y ve a un hombre recostado mirando una tablet.

Buenas noches. Saluda.

- Buenas noches. Lo saludo serio.

- Soy el señor Luliano. Pasa la mano.

- Un gusto. Lo miro serio, me resulta conocido el apellido.

- Soy el padre de Luz, quisiera hablar con ella. Pase así la espera en la sala.

- No es necesario, estoy bien. Le respondo. Se gira e ingresa nuevamente en la casa. En eso Luz sale con Anita en brazos, que se ve dormida.

- Luz ¿quién es el hombre?. Le pregunta de paso.

- El Decano. Y se aleja sin decirle nada más.

- ¿Está todo bien?.¿De qué quería hablarte tu padre?

- Seguro el tema de siempre. Que debo casarme, para recuperar mi prestigio y mi nombre. Siempre me presenta esos viejos socios suyos. La verdad no me interesa.

- Las llevo a su Departamento. Y me despido, tengo una reunión. Mi día aún no termina.

Decano de la facultad de recursos Naturales: Roberto Cáceres.

Secretaria Administrativa del Director de Personal: Luz Ferreira Luliano.

Anita hija de Luz.

*Por fin en casa, a mi niña la acomodo en la cama. Me preparo mi cena un poco de fideo al pesto. Después me ducho y me tiró a dormir, hoy por suerte no hay clases.

* Llegó el día de la Fiesta, estoy en casa de mi madre acompañándola aprovecho que mi padre salió de viaje de negocios y por alguna razón Angel fue con él. Cómo hoy es la celebración solo debo estar para las 20hs, no es necesario ir a trabajar a la tarde. Mi madre se siente dichosa de tenerme con ella.

- Extraño estos momentos contigo, me dice. Con un deje de melancolía.

- Ya se mami, pero sabes la razón del porque no vengo.

- Me enteré que solo usas el apellido materno.¿ Por qué eso?

- Si uso el apellido paterno, no conseguiría trabajo, el maneja todo y no quieren problemas. Por lo que solo uso el materno.

- Si vos lo decís. Lo dice incrédula.

- Bueno mami, no hablemos de esas cosas.

- Voy a alistarme para ir a la fiesta.

- Fíjate uno de los vestidos que te puse. Dame ese gusto.

- Bueno ma, y me pongo uno de los vestidos, se me hace que es mucho, pero para la ocasión está bien. Después visto a mí pequeña princesa que parece un ángel.

Llegue en un taxi a la fiesta, no daba caminar vestida así. Anita está muy contenta viendo todo a su alrededor. Veo que algunos trajeron a sus hijos. En eso me saluda mí amiga que vino con su pequeña que es de la misma edad que Anita, las niñas se ponen a jugar juntas. Yo me coloco en la entrada para controlar que traigan las invitaciones, se hace larga la noche, son muchos los que van llegando, por suerte no soy la única en controlar o sino cuando terminaría. Una ves que ingresaron todos. Nos fuimos a ubicar en la mesa, las secretarias estamos todas en una mesa, los jefes en otra, y así se dividen por sectores y facultades, la nuestra es de recursos naturales, están la de salud, humanidades, economía, tecnología, informática y laboratorio.

Nos traen los platillos y las bebidas, Anita se prende por los sándwiches junto con flor, la hija de mí amiga. La charla es amena y alegre. Hasta que anuncian el baile. Todos tienen su pareja, estoy con Anita en brazos, se me durmió. Uno que otro se me arrima para invitarme y me niego. Mí amiga me ofrece acostar a Anita en un sofá junto con su niña, que está dormida como la mía, el mismo está a la vista en un sector que armaron para los que quieran retratarse. La llevo y la tapo con un abriguito que traje para ella. Acepto bailar pero cerca donde pueda ver a mí pequeña.

(* Roberto)

Estoy en la fiesta, me resulta aburrido, como siempre en la mesa de las autoridades solo hablamos de negocios. El único momento de tranquilidad es durante la cena, aprovecho y tomo algunos tragos total es una fiesta, no tengo mucho por hacer.

- Dale Roberto, hecha un ojo hay bastante de dónde agarrar. Me insiste mí amigo para que baile.

- Estoy bien así, no tengo ganas de lidiar con ninguna.

- Desde cuándo tan reservado. Jaja. Se me burla. En eso se me arrima una de las exuberantes secretarias de la otra facultad.

- Puedes invitarme a bailar si quieres. Antes que conteste, mí amigo se adelanta.

- Vamos tengo ganas de bailar. Y la lleva de la mano. Él no está tan mal, tiene sus encantos. "Ja, ja"me río por lo que pienso. Dando un ojeo a todo veo bailar a Luz con uno de los administrativos, se la ve deslumbrante, y su atención no está tanto en el baile cada tanto ojea en una dirección.

" Se ve que vino con Anita", pienso.

Tiró el cigarrillo que estaba fumando y le doy un trago al fernet. Pienso en un momento y me incorporo hacia su dirección.

Así fue Luz vestida a la fiesta.

Asi se presentó Roberto vestido.

*Me acerco y le tocó el hombro, me permite y su damo a regañadientes la suelta, al ver qué ella me afirma con un gesto de cabeza apenas. En ese momento suena un tema " Wake me UP when September ends- Green Day". Mí mano rodea su cintura y la arrimo a mí cuerpo bailando lento. No puedo apartar mí mirada de esos ojos. Y a modo de disculpas le susurro

- No se bailar. Pero verte me inspiró a querer hacerlo. Ella sonríe.

- Está bien, no me molesta. Te lo agradezco.

- Y¿ porqué me lo agradeces?

- Me lo quería sacar de encima y trataba de idear un plan.

-Jaja, si no querías a nadie encima no hubieras optado por ese atuendo. -Sonríe-.

- No podía venir de otro modo.

- Pues ahora tendrás que aguantarme. Porque no voy a dejarte ir.

- Me parece bien, su compañía me resulta más llevadera.

- Me halagas, crei que pensabas que era un serio, prepotente. Luz se puso colorada y abrió los ojos a modo de sorpresa.- Las paredes tienen orejas, le susurro.

- Pues eso era antes de conocerlo. Es la primera impresión que da.

- Después le cobraré la ofensa.

- ¿Es vengativo? Me preguntó con cierta mirada de picardía.

- Si lo soy. Jaja. Me río se toma en serio lo que le digo. En eso se arrima Anita que se prende por Luz. Está preciosa parece una muñequita.

- Mamita ya me quielo il. Tengo sueño. Lo dijo con un tierno bostezo.

-Las llevo. Le afirmó en el momento.

- Se va a perder la fiesta. No es necesario.

- Todo lo contrario, ya me quiero ir. Y ahora las uso de escusa. Jaja. A lo que asiente y la encaminó a mí auto.

- ¿Te llevo a tu casa?.

- La verdad es que estaba con mí madre. Mí padre viajo junto con mí hermano. Quedé acompañándola.

- Entonces te llevo en lo de tus padres. Y arranco el auto.

- Por tus molestias te invito un café.

- Me parece bien. ¿Y tienes pastel?

- Jaja, por supuesto. Llegamos a la casa, ella con Anita en brazos que se durmió en el trayecto. Ingresamos a la casa, tiene una sala como de espera cerca de la entrada y unas escaleras que descienden dando lugar al gran salón. Me indica que me siente en el sofá. Observo el lugar, tiene su encanto, aunque muy ostentoso.

Ella regresa y me invita a la cocina. Ahí nos acomodamos en la isla que tiene en medio, tomamos un café exquisito a lo que pregunto

-¿Qué clase es?.

La verdad no lo sé, siempre dejan preparado, pero suelen tener varias clases. Aquí tienes el pastel, es de crema un poco más liviano que el de la vez pasada, no tiene tanta azúcar.

- Que lástima soy goloso. Jaja.

- Aquí miden todo lo que comen, creo que nacieron sin gusto. Jajaja.

Su sonrisa es placentera, me quedo embelesado mirándola.

- Luz, te quería proponer un trabajo... Necesito una asistente personal...Eres la indicada y observe que tienes la capacidad para ejercerlo... No te lo pediría si no fuera importante, pero la verdad no conseguí una que encaje en el puesto (porque las que se presentaron eran unas regaladas pretenciosas, pensé sin decirle) y debo realizar un viaje ya no me queda tiempo. Luz me escuchaba con atención, al principio note que se tensióno, pero al ir escuchando mí explicación se relajo. - El tema es el siguiente, que voy a necesitar que estés 100% eso quiere decir que con los otros empleos que tienes no los vas a poder cumplir.

- Y ¿en que se va a basar mí labor? Pregunto Luz.

- Deberás llevar mí agenda, tomar notas de las reuniones, ponerme al tanto de los compromisos que tenga. Te voy a ser sincero, no solo va a ser referente a mí puesto de Decano, si no que tengo el negocio familiar que debo atender de ves en cuando, hasta que finalice mí periodo como Decano. Por el sueldo no te preocupes, cubrirán tus gastos y más.

- La verdad me tomas por sorpresa. La oferta es muy buena, para ser verdad.

- No tengas dudas de qué hablo en serio. La miro que piensa, al respecto, un momento.

- Está bien. Me responde. El tema es el siguiente, en los empleos me solicitan que avise con un mes de antelación, para conseguir un remplazo en mí puesto.

-Esta bien. Pero voy arreglar en la facu para que seas mí asistente, hasta que arregles lo del restaurante.

- Bueno, gracias. Me sonríe.

Después tuvimos una charla a mena, se me pasó la hora, me siento relajado junto a ella, puedo ser yo mismo. En ningún momento se insinúa, ni hace comentarios fuera de lugar. Tiene todos los atributos que enloquecen a cualquiera, pero prefiere mostrar que es idónea para realizar la tarea que le asignan, y no se vale de ellos . Después me despido, debo ir a descansar, me acompaña a la puerta y saluda con la mano. Por alguna razón, no es de las que buscan oportunidad para colgarse de uno y besarlo. Es atractivo su forma de ser. Y después razonó que debe ser así por su hija Anita, no querrá traerle cualquiera como imagen paterna. Por lo que es cuidadosa en su elección. Que segun tengo entendido no tiene apuro en hacer.

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