En el Hospital

(Luz)

*Todo el viaje estuve muy preocupada. Por suerte Ángel estaba con papá. Será todo lo que quiera pero no deja de ser mí padre. Roberto fue muy amable al acompañarme, no quería dejarme sola, me veía muy acongojada.

Al llegar en el Hospital, me encuentro con Ángel y nos fundimos en un abrazo.

-¿Cómo está papá?.

- Lo están atendiendo, el golpe fue fuerte. Un auto freno de golpe y ahí fue el choque en cadena.

(Roberto)

*Veo a Luz abrazada con un chico, casi de su edad, no se dio cuenta de mí presencia, están hace un buen rato así, y él le habla al oído. "¿Qué será de ella?, nunca la vi que sea así con nadie".

Ángel hermano de Luz.

- Te presento a Roberto Cáceres. Dijo Luz en cuanto se separó de él.

-Mi hermano Ángel.

-Un gusto, lástima las circunstancias.

-Igual y me miró de arriba a bajo, al pasarme la mano, me apretó fuerte. -¿Qué es de Luz? Me preguntó y no sabía que responderle. Hasta que Luz le tomo del brazo y le dijo es mí novio.

-¿Desde cuando?.- Jamás te vi con nadie. Se lo escuchaba como si fuera su padre.

- Hace poco. Ya sueltalo, es bueno.

- Eso lo veremos. Dijo y me dedico una mirada como diciendo: le haces daño te mato a golpes.

Estuvimos un largo tiempo esperando novedades. Al rato llego la madre de Luz con Anita.

- Ay mami ¿Por qué la trajiste?. Le pregunto Luz.

-No tuve opción, y no aguantaba más esperando novedades. Le respondio con la voz cortada.

- Bueno está bien. Contesta a su madre y Luz toma en brazos a su pequeña. Una enfermera al verla le dice,

-No puede tener niños aquí, debe retirarse.

- Bueno. Voy a llamar a Lila para que quede con ella. Avisa al marcar para llamar.

Llamada

📱Hola Lila. Mí padre sufrió un accidente, estamos todos aquí esperando que nos digan cómo está. Pero no permiten criaturas.

📱No te preocupes, puede quedarse Anita conmigo. Flor va estar contenta de tener con quien jugar.

📱Bueno. Gracias.

- Ma la llevo a Anita en la casa de Lila y regreso.

- Bueno hijita. Te esperamos.

-Roberto vamos.

- Si las llevo.

-¿Quién es él?. Le pregunta la mamá a Ángel que no se había percatado de la presencia de Roberto. Por el hecho que había muchas personas esperando por ahí, para saber sobre su familiar que participó del accidente.

- Él novio de Luz.

- Pero ¿cómo?. No nos lo presento.

- Dice que hace poco iniciaron. Sabes cómo es ella, quiere estar segura antes.

- Puede ser. Me parece raro que no lo mencionara.

Llegamos a casa de Lila y dejamos a Anita con ella. Luz le dió un beso y le dijo que no se preocupe que el abuelito va a estar bien. Nos despedimos y regresamos al hospital, aún no tenían novedades. Al rato salió uno de los especialistas y pregunto por la familia de Luz.

-Familiares del señor Luliano.- Logramos estabilizarlo, pero aún no reacciona. Lo mejor será que vayan a descansar y regresen mañana temprano. Lo tendremos en observación.

-El médico recomendó que fueramos a descansar y regresemos mañana temprano. Dijo la mamá de Luz preocupada.

- Te acompañamos ma, así no estás sola y regresamos temprano. ¿Te parece?. Le respondio Luz acariciando su brazo.

- Está bien. No podemos hacer nada aquí.

(Roberto)

*Me ofrecí a llevarla y Angel salto que él tiene auto y puede llevar a la madre.

- Bueno nos vamos con Roberto y nos vemos en la casa. Dijo Luz. Nos encaminamos todos a la salida.

- A tu hermano no le caí bien. Le susurre a Luz.

-Jaja. No te preocupes es así con todos. Me quiere mucho y no quiere que me lastimen.

Llegamos a la casa, al mismo tiempo que el hermano, guardamos los autos en el garage.

- Si te quedas Roberto dormirás en esa habitación. Indica su madre al ingresar a la casa.

- Puede quedarse conmigo le dijo Luz. Y su madre le dedicó una mirada.

- Está bien, ma déjalos, le dijo Angel.

-Como quieran.

Acompaño a Luz a su habitación, al ingresar veo que es enorme y a su cama la rodea un tipo cortina.

- Es para que no moleste la luz, siempre hay una luz encendida y a mí me gusta dormir a oscuras. Me aclara al ver mi cara.

- Ah, ya veo, le respondo. Te habrás sentido sola en esta cama.

- Jajaja es muy grande.

Logré que sonría dos veces, no me gusta verla tan triste.

- ¿Quieres refrescarte antes de descansar?.

- Si me acompañas. La invito con un gesto de picardia.

-Ve tú, mi madre no tardará en venir y ver cómo va todo. Me responde seria.

- Ya entiendo. Le respondo.

Él entro a bañarse y como lo predijo Luz su mamá llegaba.

-Hola hijita y ¿tu novio?. La miro sorprendida.

- ¿Cómo sabes?

- Angel me lo dijo. Y tú lo confirmaste al decir que podía quedarse contigo.

- La habitación es grande, mucho pueden armar un camping aquí. Le responde a su madre.

- Dirás lo que quieras. Pero nunca volviste a presentar a nadie como tu novio, ni siquiera dejaste que se quedarán contigo.

-Ya tienes tu punto. Y ¿qué tiene?, uno cambia.

- Ok, me voy. Te dejo que descanses. Concluyo su madre.

*Luz

Conozco a mi madre, se que siempre antes de dormir se da una vuelta por eso la espere mientras Roberto se refrescaba. Y comenzó con sus interrogatorios, cuya respuestas ya sabía, de antelación como siempre. Luego de sentirse satisfecha por confirmar lo que sabía, se despidió.

Me levanté de la silla donde hacia que leía y me encamine al baño. Ingrese con cuidado y Roberto aún seguía en la ducha, me cole con él, se sorprendió al verme. Es tan guapo verlo así mojado. Lo abrazó y nos fundimos en un beso. El me abraza y al sentir su cuerpo húmedo me recorre un escalofrio.

Deja que te ayude me dice. Llenando de espuma mi espalda, sus manos se aventuran y hace como que me hace cosquillas.

- ¿No tienes cosquillas?.

-No, no las tengo.

- Todos tenemos cosquillas, voy a descubrir ¿dónde las tienes?.

Me fundi en un beso con él, solo anhelo el silencio y poder compartir un bello momento a su lado. Terminamos de bañarnos y me susurro

- ¿soy el primero en tu cama?.

- Si, lo eres.

-Entonces vamos a estrenarla.

Y me toma de la mano, me lleva a la cama, nos metemos juntos bajo la fina y suave cobija de peluche que cubría la cama. Me abrazo contra su cuerpo, lo sentí perfectamente moldeado, retiro un poco de cabello de mi rostro, y comenzó a besarme en la comisura de la boca, paso al cuello y sus mano izquierda jugaba en mi campo de Venus, la cubrió con toda su mano, la sentí tibia. Se colocó entre mis piernas y me besaba con vehemencia, sentí la suavidad de sus movimientos que al estar completamente fundido en mi, sus movimientos fueron enérgicos, ahogue mis gritos contra su boca fundiendo en besos y al estár en éxtasis nos mordimos el labio inferior, en su mirada podia ver lo victorioso que se sentía por aventurarse en mi. Y en un ligero movimiento se colo bajo las mantas, sentí como sus labios se deslizaban sobre mi piel, y su lengua me recorrió completa, siguió por mi pierna hasta llegar a mis pies, beso cada rincón. Se incorporó armando una carpa con la manta y me observo.

-¿Aún no sientes cosquillas?. Pregunto con un brillo en los ojos.

- A eso tratabas de descubrir. Pues no, al contrario me gustó lo que hiciste. Le respondo aún agitada por el placer que me hace sentir.

- Me alegro que te guste. Y sus ojos azules brillaron en un tono turquesa que me iluminaron.

Me puse una remerita y un shorts, el durmió en Boxer, sentir su perfume, fue un dulce aroma que me acuno, entre sus brazos me sentí segura y tranquila. Me desperté temprano, mi reloj interno como siempre ya lo tengo asimilado, aproveche me duche. Y baje a hacerme el desayuno. En la cocina me encontré con Angel que estaba concentrado en la computadora, me acerque de atrás y lo abrace

-Buen día hermanito.

-Buen día pimpollo. Se te nota alegre, ¿dormiste bien?.

-Si muy bien, gracias.

- Y dime ¿Cuántos años tiene?.

-¿Quién?.

-El vikingo que tienes de novio.

- Jaja, ¿porque lo llamas así?.

- Es alto, musculoso, tiene ojos perlados que enamoran a cualquiera, barba. ¿Quieres que siga?.

- No por favor que se me sube la temperatura. Jaja

- No me respondiste.

- No le pregunte.

- No te conocia así. En su momento sabias hasta el más mínimo detalle del que te gustaba.

- Las personas cambian.

- Habrás madurado en ciertos aspectos, pero se que sigues siendo apasionada. Solo espero que sepas lo que haces.

- Si de eso no te tiene que preocupar, acordate lo que nuestro padre hizo que me pongan para que no haya accidentes y solo lo iba hacer retirar cuando me case.

- No me refiero a eso pimpollo. Le dijo en un tono tierno y le beso la frente, la abrazo.- No me gustaría verte nuevamente con el corazón roto.

- No te preocupes. Disfruto ahora, o sino para cuando la vida, rescato cada bello momento. No pienso en el futuro, no idealizo, de que sirve, nuestro tiempo es un parpadeo, una exhalación y ya no estamos.

*Roberto

Me desperté temprano por costumbre. Luz ya no estaba a mi lado. Me duche y me vesti, arregle el nudo de la corbata. Y me dirijo escaleras abajo, escucho que Luz conversa con su hermano. Y me detengo para oír que decían, estaban hablando de mi:

***- Las personas cambian.

- Habrás madurado en ciertos aspectos, pero se que sigues siendo apasionada. Solo espero que sepas lo que haces.

- Si de eso no te tiene que preocupar, acordate lo que nuestro padre hizo que me pongan para que no haya accidentes y solo lo iba hacer retirar cuando me case.

- No me refiero a eso pimpollo. Le dijo en un tono tierno y le beso la frente, la abrazo.- No me gustaría verte nuevamente con el corazón roto.

- No te preocupes. Disfruto ahora, o sino para cuando la vida, rescato cada bello momento. No pienso en el futuro, no idealizo, de que sirve, nuestro tiempo es un parpadeo, una exhalación y ya no estamos...

***Esa última frase le llegó y lo dejó pensando, es lo que sintió, pero no supo expresarlo en palabras, pero Luz tenía facilidad para expresar sus sentimientos. Con el no hablaba así, pero su manera de envolverlo con su calor, de lo fácil que lo exitaba, no hacían falta las palabras. Salió de su escondite y saludo.

-Buenos días.

- Buenos días. Saludo Angel y se sirvió una taza de Café.

-Buenos días. Lo saludo Luz, sorprendida. Madrugas.

- Si, costumbre.

- Sírvete café, este tiene canela chocolate.

- Tienes café fuerte, solo café.

-¡ Este es de los míos!. Dijo Angel. Toma este es solo café y le indico una cafetera a su lado.

- ¿A qué hora vamos al hospital? Pregunto Roberto

- A las 8 horas, dijo el doctor que nos dará las novedades. Le respondió Luz. -Vamos a buscar a Anita la llevaremos al jardín. Tengo sus cosas.

- Bueno te llevo. Le dijo Roberto.

Cuando iban en el auto, Roberto pensaba la manera de preguntarle a Luz sobre lo que estaba hablando con su hermano, pero no encontraba las palabras como para no tocar un tema que por lo visto era como meter el dedo en la llaga.

-¿ En qué piensas? Le pregunto Luz. - Roberto

- Si. ¿Qué dices?

- Estas muy pensativo ¿Algo te preocupa?

- Escuché sin querer la conversación que tenías con tu hermano.

- ¿Y que escuchaste precisamente?

- Lo que hizo tu padre, contigo después de tener a Anita.

- A eso... Si era una manera de asegurarse...

- ¿Asegurase?...

- No sé cómo explicarte...

- Está bien, llegado el momento sabrás decírmelo.

- Me incómoda hablar de ello. Paso hace tanto, pero mas duele, que no creyó en mi, que nunca más me involucraría con nadie, Carlos... Logro que no confíe en nadie...

-Tan así, y que cambio ahora, no confías en mí.

- La confianza cuesta tanto conseguirla y si alguien tiene confianza en ti debes valorarlo, como un tesoro sagrado, porque una vez que la pierde por ti, ya no la recuperas. Lo que te quiero decir es que confío, por eso te deje entrar en mi vida. Al verte como estabas cuando te accidentaste, fue como una revelación, tanto tiempo tuve miedo de salir herida que me oculte en el trabajo, en lo que sea para no volver a sufrir como lo hice. Pero la vida es un suspiro y si no la vivimos ahora, ese tiempo paso y en un abrir y cerrar de ojos termino.

*Tragó saliva Roberto, lo que decía Luz era lo que el sintió, por lo que se dejó llevar, esa primer noche que la tuvo con él, y se entregó de una manera que nunca lo había hecho. Siempre fue un auto reflejo, no sentía nada. Pero con Luz fue diferente. El lo sentía y Luz sabía expresarlo.

- Luz eres Hermosa, no solo por fuera, sino por dentro. Fue un idiota el que no te supo valorar.

Ella le sonrió y sintió que le trajo la luz a su vida donde tan solo reinaba la oscuridad.

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