capítulo 11

Después de esa primera caída, comenzó a practicar con su espada e involuntariamente sus alas comenzaron a moverse, unas veces lograba un ligero vuelo, pero las caídas siguieron, la conexión con sus manos y pies lo dificultaba. Cada vez que caía se levantaba, tomaba posición de ataque y volvía a sus movimientos. Pronto comenzó a mejorar y Jofiel con su espada lo atacó como parte del entrenamiento pudiendo defenderse con más seguridad, en momentos hizo movimientos precisos donde Jofiel tuvo que usar sus alas para esquivarlo.

–– Ya estás listo, pronto llegará Leviatán y con él no habrá prácticas.

Dijo Jofiel a German.

–– ¿Cómo sabré cuando llegue?

Preguntó German hundiéndose de hombros.

–– El olor muy particular a azufre anunciará su llegada.

No transcurrieron dos minutos cuando apareció de entre las rocas sacudiendo las cenizas de su traje negro. El olor a azufre era muy fuerte y dificultaba en ocasiones la respiración de German.

–– Hola joven Scale ¿Cómo estás? Que vestimenta tan ridícula llevas puesta, pareces salido de un juego de videos barato. Nada de eso es necesario para esta ocasión, sólo vine a hacer un pacto justo contigo. Sé que estás aquí para salvar a tu padre, te ofrezco una pinchada en tu pulgar derecho y esa gota de sangre dejará libre a tu padre, tu eres solo un chico jugando a ser hombre.

German que estaba paralizado de miedo mantuvo su postura.

–– No vine a hacer ningún pacto contigo, vine a combatir.

–– ¿Tu combatir conmigo? Permíteme que me ría chico ingenuo, solo perderás tu vida creyendo en este estúpido Arcángel, no tienes idea del poder que tengo.

–– No me interesa tu poder, estoy dispuesto a luchar.

–– ¿Quieres luchar? Veamos si puedes con mis ayudantes.

En segundos aparecieron unos seres con espadas y comenzaron a atacarlo, tomó su espada y comenzó a hacer movimientos tan precisos que con cada uno cortaba el cuello o traspasaba el pecho de esas bestias, pronto había liquidado a todos. Leviatán comenzó a aplaudir diciendo:

–– Bravo joven Scale, muy buena su actuación, veo que no está dispuesto a aceptar mi pacto.

German que estaba un poco cansado, paso su mano izquierda por la boca y secó el sudor, mientras su mano derecha empuñaba la espada. Leviatán dió media vuelta y colocó el saco sobre una roca, aflojó su corbata y soltó los broches de su camisa para transformarse en un enorme dragón negro de cuatro patas, enormes alas y una cola con punta en forma de flecha, por su nariz salía humo y sus ojos eran dos bolas de fuego.

–– Veamos que tan bueno eres humano ignorante.

Su tono de voz cambió totalmente, sin mucho esperar lanzó un rayo a donde estaba German que con rapidez dió un giro a su espada para devolverlo y hacerlo chocar contra unas rocas convirtiéndolas en polvo al instante. El dragón soltó una macabra risa y una nueva ofensiva, esta vez de cinco rayos seguidos que de igual forma fueron devueltos, la espada estaba al rojo vivo por la intensidad de esos rayos, si fuese una espada hecha por un humano la hubiese fundido en el acto. En un nuevo ataque German trató de protegerse con el escudo, pero este no se despegó de su espalda y fueron sus alas quienes lo alejaron, entonces escuchó la voz de Jofiel:

–– El escudo sólo te permitirá usarlo cuando estés en verdadero peligro.

El joven no emitió palabra alguna y tampoco quitó la vista de su agresor. El dragón al ver que seguía en pie soltó una ráfaga de rayos y bolas de fuego que no le hicieron ningún daño. German comenzó a rodearlo buscándole el lado débil. El monstruo se posicionó y atacó de la misma forma, pero al ver lo ágil del guerrero levantó su cola lo golpeó con ella lanzándolo a una distancia considerable, en esta ocasión sus alas no le evitaron la caída. Maltrecho y lleno de cenizas, German se puso de pie y corrió hacia la bestia, dió un salto y con un movimiento de su espada, soltó una luz muy fina que cortó levemente el cuello del dragón, este al sentirse herido duplicó su furia y los rayos y llamas también. Realizó otro ataque, con su cola golpeó a German, lanzandolo más lejos y esta vez si estaba lastimado de consideración; sin darle tregua al joven luchador lanzó una llamarada de fuego abrazador que destruía todo a su paso, en esta ocasión el escudo soltó un destello, German lo tomó y se cubrió evitando ser calcinado. Cuando hubo una tregua pudo ver que el cuello de aquella bestia botaba un líquido verde, era su líquido vital, supo entonces que podía hacerle otra herida más profunda o tratar de cortar totalmente su cuello. Leviatán seguía enfurecido, se alzó en dos patas y de sus patas delanteras soltó grandes uñas, que al chocar con las rocas generaban explosiones como granadas de un ejército. El joven guerrero con habilidad logró evadirlas y volar rápido hasta su cuello para hacer una herida mayor que lo obligó a pararse en sus cuatro patas para seguir atacando, uno de esos rayos dio en la espada y lastimó la mano del joven obligándolo a soltar su arma. Otra llama abrasadora salió de su boca y cuando tomó aire para un nuevo ataque el guerrero corrió hasta donde estaba su espada y para distraer su atención lanzó el escudo contra las rocas. Leviatán al verlo descubierto lanzó un intenso rayo azul asegurando que esta vez lo pulverizaría, pero el ágil muchacho apoyado en sus alas dió un giro de 360° y como un bateador experimentado devolvió ese rayo directo al escudo, el dragón vió la trayectoria y rió sintiéndose victorioso, no tomando en cuenta que el rayo chocó con el escudo cambió su rumbo y fue a dar justo en su corazón. La bestia cayó herida de muerte al suelo levantando una nube de cenizas. Por un tiempo prudente todo el lugar se cubrió de aquel polvo, al dispersarse le permitió acercarse y ver a Leviatán convertido en hombre sentado al pie de una roca con las dos manos en su pecho.

–– Buen tiro de principiante joven Scale.

Dijo riendo. Su cuello y pecho sangraban y su respiración era dificultosa. Cuando German tomó con sus dos manos la espada para cortar totalmente su cuello, el hombre cerró sus ojos, un mareo hizo tambalear al joven, su vista se distorsionó, comenzaron a llegar imágenes a su cabeza de cuando era niño y sus compañeros de colegio recibían regalos y él no recibía nada de Jackeline, sólo palabras que decían:

–– Hijo en esta navidad no recibirás regalos, lo que gano sólo alcanza para la comida y los gastos de la casa.

En la mente de German observaba sus amigos jugando y disfrutando, escuchaba cuando le decían que por no tener padre no disfrutaría de la navidad. Esos momentos eran los que llenaban de envidia el corazón del muchacho y eso lo debilitaba más ante el moribundo hombre. Debía aferrarse a la misericordia, la paz y el gozo. Las imágenes seguían llegando a su mente hasta el punto de soltar su espada y caer arrodillado, sus manos tocaron el suelo y cuando estaba vencido casi en su totalidad un rayo salió del escudo y dió justo en su frente. Las imágenes que llegaron a continuación, al contrario de las anteriores, era cuando su padre estaba con él y le decía que no debía tener envidia de quien tiene más, que pidiera a DIOS paz y gozo en su corazón para que los bienes materiales no fueran su principal amor, la pureza del alma vale más que cualquier riqueza. Abrió los ojos y se levantó con fuerza, tomó su espada y dando medio giro cortó el cuello del hombre, quedando de espalda a él. Leviatán ahogándose en su sangre comenzó a desvanecer y volviéndose polvo desapareció de la misma forma que apareció.

Jofiel que estuvo en todo momento presente fue hasta el escudo, lo tomó y de inmediato este se convirtió en una Biblia. Se acercó a German y le dijo:

–– Buen trabajo guerrero, tus habilidades y las buenas enseñanzas de tu padre te dieron la victoria. No te sientas mal por su muerte, él solo volvió a su mundo derrotado.

––¿Entonces no lo maté?

Preguntó German.

–– Solo lo derrotaste, esos malignos nunca mueren. Vamos para que toques la campana y vayas a descansar, mañana debemos ir al colegio.

Todo golpeado y lleno de cenizas chocó la blanca y limpia mano de Jofiel. Unos segundos después luego de sonar la campana estaban en la habitación del encuentro, ya no llevaba el traje de batalla y de la misma forma despertó de un salto en su cama. Vió el reloj y apuntaban las 3:00 am, acomodó su almohada y en un cerrar y abrir de ojos despertó cuando la alarma sonó a las 6:30 am ya debía levantare para ir a clase.

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Comments

DelbarrioDorta

DelbarrioDorta

asi debe ser

2023-03-30

0

princesa

princesa

Me encantó el capítulo, donde el bien vence el mal

2023-03-30

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