Al bajar del helicóptero camino hacia dentro de la casa donde estaba Alana, un Albert abriendo la puerta y dándome la bienvenida me dejaba un sin sabor en la boca.
-”Jefe, bienvenido, siga adelante”.
-”Buenas noches Albert, Alana” dije entrando a la casa y mirando a la chica.
Ella se acerca a mi y me dice :
_”Buenas noches doctor” dándome un beso en la mejilla y erizando mi piel con el leve roce de sus labios.
Era una mezcla de sensaciones que me embargan en este momento “quiero abrazarla, sujetar entre mis brazos su bello cuerpo, apoderarme de sus labios, pero tambien quiero gritar, me molesta , me inquieta saber que entre Albert y ella puedan estar sucediendo cosas, me es inevitable dejar de imaginarlos juntos después del reporte de la pareja de agentes que los estaba espiando.Camino por la sala con las manos entre los bolsillos de mi pantalón observar unas latas de cerveza al lado del sofá vacías, una película en el televisor y la niña en su habitación hizo surgir en mí un fuego que ardía en mi interior amenazando con arrasar todo a su paso , era inexplicable como ese sentimiento se apoderó de mí , pero el imaginarme a Albert con sus manos encima de mi chica del bate instauraba en mi un fuerte dolor.
Cuando las palabras de Alana me sacaron de mi estado de ensoñación:
-”Doctor necesita algo” me pregunto y por un breve instante me perdí imaginando ser el dueño de sus labios, sin embargo lo que salió de mi boca no lo espere ni yo mismo:
-”No te preocupes Alana, solo estoy observando cómo se divierten, definitivamente la fiesta estaba buena, si quieren la seguimos”.
Gabriel bajó la cabeza, se notaba su vergüenza,la obra de teatro se convirtió realidad era el pensamiento que atravesaba por mi mente y ella como si fuera de lo más natural esbozo una sonrisa, nunca había sonreído antes, se veía hermosa y estremeció cada fibra de mi ser. Se dirigió a la cocina y al poco rato trajo cuatro platos con carne asada, papa al vapor y 4 vasos de jugo.
-”Tome doctor” entregándome uno de los platos y un vaso con jugo , lo mismo hizo con los muchachos.
Fue imposible dejar de sorprenderme con estas acciones, pareciera que ella no se diera cuenta del sarcasmo con el que le estaba hablando.
El ambiente cambió radicalmente, los muchachos se relajaron y Albert se acercó a Gabriel seguramente para reportarse con su jefe inmediato y mientras tanto yo con el plato y el vaso aún en la mano le pedí que me acompañara al patio, pude observar una sonrisa picara en mi amigo y furia en la mirada de Albert .Ella me siguió en silencio hacia unas sillas que había dentro de un pequeño, pero acogedor kiosco que estaba en el patio trasero de la vivienda. El lugar era hermoso, unos frondosos árboles y un pequeño jardín alrededor del kiosco se convertían en un pequeño paraíso,no pude evitar imaginarme a ella aquí con Albert en este lugar compartiendo momentos románticos y de paso un sabor amargo en mi boca.
Trate de recomponer mi postura, me regañe internamente y le pedí sentarse en una de las sillas, el silencio se instauró entre nosotros por unos minutos , que al parecer fueron más de los que yo esperaba, nunca en lo transcurrido de mi vida, mi mente me jugaba en contra como en estos momentos.Quedé extasiado mirándola, sus ojos color miel, su cabello que era revolucionado por la fuerte brisa, un short que dejaba al descubierto sus esbeltas y bellas piernas y una blusa holgada que le llegaba debajo del short, que escondía esos perfectos seños que una vez tuve la posibilidad de mirar, el deseo me invadía cual adolescente y la rabia de imaginarme que otro hombre esté cerca de ella teniendo la potestad de tocarla, abrazarla y besarla por una estúpida situación hasta que ella interrumpe lo que sea que esté ocurriendo en mi mente.
-”Doctor ¿para que me necesita? “ me dijo inquieta, se notaba nerviosa, frotaba sus manos.
Coloque el plato y el vaso en una mesa en el centro del kiosco y me acerque a ella por detrás, susurrando al oído
-”Tienes frío o estas nerviosa mi chica del bate” invadiendo un poco su espacio personal.
Se distanció de mí, cruzándose de brazos como si estuviera abrazandose , dejando la sensación en mi que algo me faltaba.
-”Lo siento doctor Camilo, es un poco de frío. Dígame que necesita decirme:
-”Quiero que vengas conmigo a Nueva York con tu hija”, le dije seguro de mí mismo.
Ella retrocede un poco si era posible en tan estrecho espacio que le había dejado.
-”No puedo doctor, necesito irme con Alicia, pero no se preocupe usted no tiene porque seguirme cuidando, mañana mismo me voy con mi niña a San José en busca de mi amiga,pero espereme un momento”,salió corriendo al interior de la casa y mientras regreso no pude evitar saborear tan delicioso asado.
Habían transcurrido cerca de diez minutos cuando ella con una bolsa en la mano llegó a mi lado.
La miré con curiosidad y algo de preocupación, la notaba muy seria. Se sentó a mi lado y me entregó la bolsa en mis manos rozandolas por un instante y de paso revolucionando mi interior.
-”Doctor, agradezco toda su ayuda, si no hubiese sido por usted esos hombres me hubieran violado, destruido, roto. mirándola a los ojos observaba embelesado por su mirada.Gracias a usted estamos vivas mi hija, mi amiga y yo, no sé qué hubiéramos hecho” Con sus ojos ya cristalizados se agachó tomando mis manos y volvió a hablarme
-”Aquí está el cheque y 975.000$, el resto del dinero le juro por Dios que trabajaré muy duro y se lo devolveré”.
Me levanté de mis silla y la rodee por la cintura, levantandola de un solo golpe y rodeándola por la cintura, sin soltarla
-” no te vuelvas arrodillar delante de nadie, tu eres la mujer que me salvó la vida, que no sacó provecho de la situación, que pretende devolverme a toda costa un dinero que yo ya le había entregado con profundo agradecimiento”, en ese momento ella se recosto a mi pecho y empezó a llorar sin control, no gritaba, no gemía, eran lágrimas silenciosas y juro que aunque me partía el alma ver a una mujer llorar, me sentía pleno saber que el hombro donde ella se desahogo fue el mio.
De repente la escucho bajito, era un susurro:
-”Lo siento doctor, no quería molestarlo, lo he mojado, disculpe” y colocando sus manos sobre mi pecho se impulsó hacia atrás separándose de mis brazos y dejando un vacío en mi corazón.
-”Mañana me iré de su vida, no se preocupe más por mi, ni mi niña, me despido y nuevamente gracias”.
Corrió directo a la casa, quede inmovil, viéndola alejarse de mí y aunque no sé todavía lo que siento por ella, sé que no quiero que se vaya de mi vida. porque si algo tengo claro es que Alana no se va ir de mi vida sin tener claro si lo que siento es deseo, agradecimiento o algo mas.
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Comments
Tita Reynoso
Muy bella nota, esta historia ya me atrapó, espero que siga así de linda!!!👏👏👏👏
2024-05-13
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Adoración del Carmen Martinez sonni
ni lo pienses Camilo,,,,,estás enamorado hasta los huesos ❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️
2024-05-13
1
Arianna Subero
me encanta es una historia muy hermosa ..... más capítulos porfis
2023-01-07
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