Pareciera que hubiera abierto el grifo, las lagrimas salían a chorros y en silencio, Alicia corrió hacia donde estaba y me abrazo:
-”Tranquila amiga, ese poco hombre te hizo algo”.
A pesar que escuche a mi amiga , mi llanto cansado, mi corazón agitado y una maraña de ideas confluyen para que de mi garganta no salga palabra alguna.
Intente tranquilizarme y cuando mi respiración al fin pudo calmarse le dije:
-”Me tengo que ir de aquí, ese asqueroso me exige estar con el si quiero seguir trabajando y amiga no se que hacer despues, mis ahorros son escazos”.
-”No te preocupes, yo te apoyaré, pero ahora tenemos que pensar que hacer, porque yo tampoco quiero tratar con ese morboso”.
Nos quedamos hablando en una cafetería cercana a la clínica hasta que recibí una llamada de la escuela, una angustiada maestra a la que difícilmente le entendía:
-”Maestra sucede algo”.
-”Acaban de atacar la escuela, unos manifestantes entraron encapuchados, lanzaron tiros al aire y no se imagina como se encuentran los niños, Liana está en shock, ella y otros niños fueron llevados al hospital de la Divina Trinidad”.
Quede estática, esto no puede estar pasando en qué país vivimos, entrar a una escuela donde solo hay niños indefensos, que canallas,
La preocupación de Alicia era evidente , al solo ver mi reacción después de hablar con la maestra, le conté lo que ocurría con mi hija, me siguió como si fuera mi mosquetera, no pregunto más y sin importar lo escaso que eran nuestros ahorros, tomamos un taxi camino al hospital.
Al llegar a la entrada el caos se sentía a cada paso, madres y padres esperando a sus niños que llegaban en ambulancias y en una de las camillas llevaban a mi niña desmayada,con una mascarilla de oxígeno. Me sentía impotente, una punzada en mi pecho y la sensación de que el aire me faltaba se hizo presente.
Corrí al lado de la camilla y tomé las manos de mi niña, Alicia me seguía en silencio, cuando llegamos a emergencia la esperaba una doctora, quien me sacó del cubículo para atenderla.
Pasaron cerca de 10 minutos que se me hicieron eternos,la doctora llamó a un enfermero y se llevaron a Liana en la misma camilla a realizarle unos estudios.
Mi mundo se ha convertido en un caos, en las afueras del hospital unos manifestantes protestan por el mal servicio, que inoportunos, acaso no entienden que aquí se libran batallas para salvar vidas.
A eso de 15 minutos, llega el enfermero que se había llevado a mi niña a colocarle un Rayos x.
-”Enfermo me disculpa, ¿Dónde está mi niña?.
-”Está en una de las salas de cirugía, practicandole un procedimiento, acérquese a la sala de espera que está afuera de las salas de cirugía, tranquila su niña está en muy buenas manos”.
Me paso las manos por mi cabello,- “ no entiendo que ocurre la maestra me dijo que estaba en shock por el susto, pero como es que está en cirugía ¿Que ocurre?”.
-”Creí que usted estaba enterada de que una bala perforó el pulmón derecho de la niña,pero no debo ser yo quien le explique, es la doctora la encargada de eso, con permiso”.
Caí de rodillas al suelo, Alicia quien había escuchado trató de que me levantara del suelo, pero en ese momento no era el dolor, sino el miedo y la necesidad de pedirle a Dios que se apiadara de nosotras y que mi niña saliera de allí bien.
Las horas pasaban lentas, mis uñas habían desaparecido hacía una hora, Alicia no me dejo sola en ningún momento, solo se apartó para ir en busca de un cafe.
Cuando el agotamiento de lo vivido en el día de hoy me pasaba factura ,vi salir a la doctora Spencer, la misma que vi revisándola en urgencia.
-”Doctora ¿cómo está mi niña?
-”Recuperándose, la bala perforó el pulmón derecho y había causado un neumotórax, pero su niña es fuerte y de esta se recuperará, en unos momentos la llevaran a uno de los cubículos para que pueda estar con ella.Estare al pendiente de su evolución.
Mis temores sumada a la rabia de Alicia, quien además de ser mi compañera de trabajo, era mi amiga desde la academia y madrina de mi niña, estaba molesta porque la maestra no nos informo lo de la bala, estaba a espera de verla para reclamarle, aunque no tuvo mucho que esperar a los pocos minutos de estar la niña en el cubículo la maestra se acercó y nos relató lo ocurrido, cuando ella nos llamó, nadie se había percatado del hecho hasta que uno de los maestros la alzó en brazos.
Su aula fue una de las más afectadas, en total hay 5 niños en el hospital.
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Comments
Adoración del Carmen Martinez sonni
y así el mundo con sus candidaturas 😡😡😡😡😡😡😡😡😡😡😡😡😡😡😡
2024-05-13
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