Capítulo 20 OBSERVADOR PARTE 2

...NARRADORA ...

Mientras Betania tomaba una copa y miraba hacia la pista de baile rogando que nadie la invitara de nuevo pensaba en lo divertido que estaba Antonio y en la radiante sonrisa que lucía en todo momento.

Sonreír fue difícil después cuando su corazón se oprimía de dolor al darse cuenta de que aunque así lo quisiera ella no podía hacerlo feliz. Jamás iban a bailar ni a grandes festejos sin un motivo laboral de por medio. Ella creyó que a él no le gustaban ese tipo de cosas pero ahora con su inseguridad a flor de piel es cuando se da cuenta de que tal vez no conoce tanto como creía a su amado.

Mientras la fiesta se desarrollaba y los invitados se movían al compás todos sonriendo y dialogando entre si bailando sin límites de edad con unos y otros ella decidió apartarse un poco e ir al sanitario para así ganar tiempo y también espacio.

Allí se mojó sus manos y las pasó por su cuello en un intento por refrescarse y tranquilizarse. Sentía un presentimiento, una especie de alerta de que algo estaba sucediendo y de que debía irse rápidamente pero no podía. Su corazón estaba agitado como si hubiese realizado una rutina de horas de gimnasio pero ¿Por qué?

Al salir del baño por mirar hacia los lados tropezó con alguien que impidió que cayera al piso de mármol. Ella llevaba tacones altos y ante un golpe así cualquiera perdería el equilibrio.

-Señora Pratt que sorpresa encontrarla nuevamente en la multitud, ¿Se encuentra bien? ¿Se ha lastimado?- el festejado la sostuvo mientras que el jefe de su esposo estaba en compañía suya con una copa en la mano

-Disculpe usted, estaba distraída. Le agradezco, con permiso- habló apresurada y se disculpó por la torpeza rogando el hombre no se molestara con ella

-¿Se siente bien señora?- preguntó aún el hombre con un poco de dudas en su voz

Ella parecía un ratoncito asustado cuando en verdad no había peligro alguno. Quien con ella tratara de daba cuenta de que su timidez era proporcional a su deslumbrante belleza. Ambos jefes creyeron que ella quizás sentía temor de su esposo pero al ver qué él se divertía en la distancia sin siquiera buscarla con la mirada ambos se desconcertaron.

-Si, disculpe. Creí que me caería y me asusté un poco- agachó su mirada avergonzada y luego de pedir permiso se alejó de aquellos imponentes hombres que la miraron sin comprender que le había ocurrido.

Ambos siguieron su camino mientras que aquella mujer volvió a la mesa donde se había situado tanto tiempo sin saber que hacer. Su esposo seguía muy a gusto con las féminas del lugar bailando y divirtiéndose.

-¿Me concede otra pieza?- el jefe de su esposo habló a su espalda haciéndola sobresaltar casi logrando que soltara su copa que estaba casi llena- Perdone no quise asustarla

-Claro señor- le dedicó una sonrisa amable para que no supiera el deseo de irse de aquel sitio

-¿No está acostumbrada a éste tipo de celebraciones?- fue una pregunta certera que la tomó por sorpresa

-Tan grandes y agradables como ésta no señor- pensó su respuesta y le ofreció una sonrisa

-Disculpe si soy indiscreto señora pero cualquier persona que la escuchara pensaría que no acostumbra a salir con su esposo- otro comentario muy acertado fue hecho por ese hombre imponente y autoritario que le sonrió

-Mi esposo y yo salimos pero no a celebraciones tan grandes como ésta. Es un poco abrumadora la cantidad de gente- se justificó nerviosa, Antonio y ella jamás salían a bailar ni a grandes ni a pequeñas celebraciones

-Eso es una lástima pero comprendo que cuando se tienen hijos es normal no disponer de tanto tiempo- Aquel hombre comentó nuevamente algo que la hizo incomodar y sonreír nerviosa

-Nosotros aún no tenemos hijos, aún queremos esperar un poco más- el asintió y siguieron bailando en silencio mientras veían la gente q su alrededor; incluido Antonio a quien miraron y les devolvió la sonrisa.

Su pareja de baile la acompañó a su sitio y se retiró otra vez. Algunos minutos más tarde Antonio dejó de bailar y buscó a su esposa para retirarse del lugar.

Unos pocos espectadores veían al matrimonio con atención cuando se retiraban. Muchos notaron la frialdad de ambos en ese momento y se preguntaron si había problemas en su relación y si en verdad nada era tan sólido y feliz como parecía.