...NARRADORA...
Antonio y Betania se dirigieron a la fiesta para celebrar a un muy feliz vicepresidente por tan agradable festejo.
Antonio ésta vez acompañó a Betania a encontrar un vestido que fuera sensual y elegante, distinguido, algo inolvidable. Vieron muchas opciones pero finalmente eligió uno negro muy hermoso pero que a su esposa hacía sentir algo insegura porque tenía ciertas transparencias que aunque no estaban en lugares privados ni arriesgados lo sentía muy atrevido para su personalidad.
A él poco le importó lo que ella pensara. Su autoestima no estaba en su mejor momento al igual que su matrimonio pero de algo estaba seguro, ella se veía super hermosa y nadie podría negarlo. Además con sus modales exquisitos luciría como una diva.
Betania se sentía una especie de trofeo, nada más ni nada menos que eso. Sabía que era una fiesta importante pero por ciertos comentarios de su esposo se sintió incómoda. Él quería exhibirla, que se viera hermosa y que sobresaliera de las demás para que lo vean como un hombre afortunado.
Lamentablemente en éste matrimonio no había ninguno que pudiera considerarse afortunado sino dos personas que se casaron muy jóvenes y que por más que, a su manera, intentaron rescatarlo se dirigieron al abismo.
Ni las propias familias o personas cercanas a la pareja sabían los problemas que el joven matrimonio atravesaba puertas adentro pero aunque las familias no lo sospecharan había gracias a Antonio más de un espectador muy interesado en dicha relación.
Ellos llegaron a la fiesta con una sonrisa, él le hablaba al oído y ella sonreía, incluso se veía super atento con su hermosa dama. Nadie creía que fuera un matrimonio de años porque ambos eran jóvenes y además les recordaban a un matrimonio en su luna de miel.
En dicha fiesta el más animado era el festejado quien alzó el micrófono y pidió bailar para alegrar la fiesta y más con mujeres tan hermosas. Realmente como era soltero los empleados casados captaron el mensaje y se sintieron afortunados de que su mujer pudiera bailar con su superior.
Betania se puso nerviosa, sabía que si bailaba sería el centro de atención de todas aquellas miradas. Las pocas empleadas solteras fueron las más aventadas para ir por su oportunidad.
Varias parejas se unieron al baile y el presidente dijo por qué no así que también fue a invitar a bailar. Así como ellos los socios solteros y los casados hicieron lo mismo.
Todo transcurrió con normalidad, Antonio bailó una pieza con su esposa y después fueron a tomar una copa. En aquel momento que ella estaba relajada llegó el vicepresidente y como todo un caballero pidió su mano para bailar a lo que Antonio feliz aceptó. No le quedó más remedio que sonreír y aceptar aunque por dentro maldecía su suerte.
-Quien la viera señora Pratt pensaría que no está a gusto bailando y conmigo- comentó el vicepresidente mirándola a los ojos con una sonrisa a lo que ella se sonrojó y bajó la mirada un momento
-Solo son imaginaciones suyas señor, me ponen un poco nerviosa los eventos tan grandes- le dedicó una sonrisa amable
-No hay motivo para sentirse así señora, ésto es un festejo y mire allí invitaron a su esposo, ¿Acaso es celosa?- él rió sin importarle una pregunta tan personal mientras que ella se sintió alarmada por la indiscreción
-No, claro que no- respondió sin titubear dedicándole una mirada de enojo
-Solo bromeaba bella dama, no se moleste- el sonrió y la pieza terminó
Betania sintió alivio, quería escapar de aquel entrometido hombre y cuando el la acompañó a la mesa de aperitivos fue y buscó a otra mujer para invitarla tal como hizo con ella así que se relajó un poco debido a que esa era la personalidad de él.
Antonio seguía bailando animado y ella quería retirarse, incluso lo pensaba pero debió desechar los pensamientos aquellos y aceptar la mano extendida del hombre educado y formal de alrededor de cincuenta años que estaba extendida en su dirección.
Ella fue a bailar con él y el hombre le dijo que fue acompañado con su esposa, con quién Antonio estaba bailando en ese momento. No sé sintió incómoda, solo sintió un poco de envidia al ver cómo a su acompañante se le iluminaban los ojos al mencionar a su esposa y como cada cierto tiempo la buscaba entre la multitud.
El hombre agradeció su compañía y la dejó dónde estaba justo antes pero ésta vez el presidente le extendió su mano. Puso su mejor sonrisa, estaba nerviosa. Bailar con los jefes de su esposo era un poco atemorizante así fueran amables. Temía que uno se molestara y su esposo sufriera las consecuencias o no estar a la altura.
Hablaron poco, había días que el presidente era de pocas palabras y para su tranquilidad, éste era uno de ellos. Otra vez fue lo mismo, una canción, acompañarla y que su acompañante buscara una nueva mujer.
Se reprendió mentalmente por ser tan amargada cuando hasta las mujeres de mucha más edad se veían más animadas bailando con todo hombre que las invitara.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 82 Episodes
Comments
Tere Roque 🇨🇺
xq c/c tiene su propia forma de sentirse a gusto en su manera de vestirse, tan simple cm éso
2023-10-18
1
Aydil
sera q Betania paso x una situación q hace q ella tenga esa actividad?
2023-10-08
1
Alejandra Zapata Villegas
Betania es como un huevo sin sal... que problema está mujer
2023-09-04
0