Capítulo 2
Bixby
Dos años antes…
Realmente todos pensaban en la familia, que Antonio Jiménez era el jefe. Lo que nadie sabía era hasta que punto las decisiones de su mujer, Gilda, afectaban a la organización e influenciaban al marido, de modo que normalmente era ella la que se encargaba de tomar las grandes decisiones sobre prácticamente todo lo que acontecía al grupo mafioso.
De cara a la galería era mejor que ella fuera la cara oculta que dirigía en las sombras a todos los hombres y mujeres de la familia Jiménez.
Su organización era una de las pocas, por no decir la única, en la que no tenían problemas en valorar y admitir miembros de cualquiera de los dos géneros y sus subordinados podían ser tanto hombres como mujeres.
De hecho contaban entre sus filas con un gran número de mujeres entrenadas que podían ser tanto o más despiadadas que los hombres. En muchos sentidos ellas resultaban más útiles dependiendo de la misión encargada.
Los hombres disponían de más fuerza bruta, pero las mujeres eran mucho más ágiles en la lucha y a la hora de obtener según qué informaciones. También en momentos de crisis tenían una mayor habilidad en la toma de decisiones.
Por eso todos los hombres de la familia respetaban a los soldados femeninos y trabajaban en perfecta armonía en equipo, reconociendo ellas las habilidades de ellos y viceversa. Las mujeres contaban siempre con el apoyo de los miembros masculinos, en más de un sentido.
Si alguno de los nuevos contratados en la familia, no se sentía a gusto trabajando con el sexo contrario era despedido de la familia. Era importante mantener este sentido de respeto y unión entre ellos. Ese era el secreto que les había convertido en una de las familias más poderosas.
Y eso era algo que tanto Antonio Jiménez, como su esposa Gilda Moreno, habían entendido desde el principio. Su afortunada unión fue lo que llevó la prosperidad a su ahora poderosa organización.
Antonio era la cara de la familia y un líder fuerte y Gilda la carismática dirigente en la sombra. Hacían el tándem perfecto, así que cuando Toba decidió marcharse, Gilda detuvo el temperamento de su esposo Antonio y en cuanto vieron salir a su hijo de la casa tuvieron una conversación a puerta cerrada en el despacho de la mansión.
- Antonio hay que dejar que se vaya.- dijo ella y él la miró enfadado.
- ¿Por qué? ¡Dime qué! ¿Qué vamos a hacer?. Sabes que es el más capacitado de todos. No quiero despreciar a ninguno de nuestros hijos y sé que todos ellos son de valor, inteligentes y capaces. Pero el único que tiene realmente lo esencial para ocupar mi puesto es Toba y lo sabes, mujer, lo sabes - ella lo miró y le contestó rápido.
- Te equivocas. Él tiene el potencial, pero lo esencial es justo lo que le falta.
- ¿Y qué es lo esencial?
- Una mujer como yo
Se echó a reír aunque él la miró con ojos desconcertados, como si estuviera loca. Pero, luego de pensarlo, aceptó y afirmó con la cabeza.
- Tienes razón, mujer mía. Una vez más tienes razón
Y esta vez se echó a reír con ella.
- Entonces ¿qué hacemos?- le preguntó Antonio - ¿Dejar que se vaya y ya está?
- Sí Antonio. Si lo detenemos ahora no vamos a conseguir nada. Si realmente Toba está destinado a ser el jefe de esta familia eso es lo que va a suceder más pronto que tarde. Pero si no pasa tendremos que aceptarlo también y dejar el cargo en manos de otro de nuestros hijos. Sabes que cualquiera de ellos aceptaría solo por amor a la familia.
- ¿Y si no son tan capaces como Toba? ¿Y si con el tiempo la familia deja de existir como tal, Gilda?
- Pues ese será el destino, lo que debía ser, mi amor
Suspiró ella. Se acercó a su marido, lo abrazó y le dijo:
Nada dura para siempre Antonio, ya lo sabes. Hemos sido una de las familias más prósperas durante estos treinta años. Si estamos destinados a desaparecer que así sea. No podemos aferrarnos a la idea de existir para siempre
Antonio la apretó contra él y le contestó abrazándola y con la boca casi en su pelo.
- En el fondo lo sé. Es solamente que me cuesta aceptarlo porque no me gusta la idea, pero sí, entiendo lo que dices. Y también sé que Toba es el hombre que podría dirigir este imperio hacia un nuevo destino. Tenía la esperanza de que así fuera - se pasó la mano por el pelo - Es cierto que forzarlo no va a funcionar con ese maldito.
- Así es que mi sugerencia es que vayamos al plan C -le dice Gilda.
- ¿Qué? ¿Vamos al plan C sin pasar por el B?
- El B ya se puso en marcha hace rato, querido -y se echa a reír.
- Ja, ja, ja. Eres tremenda, mujer. Ya me contarás. -y los dos echarás de reír con cara cómplice.
Esto había sucedido justo dos años antes de que estallara la bomba hiriendo a Toba y a Marián.
......................
En el presente…
Por fin habían conseguido trasladar a Toba a una de las grandes habitaciones VIP de ese hospital. Por supuesto, habían colocado seguridad en la puerta que ahora lucía protegida por dos fornidos guardaespaldas.
Había varios más en todo el área de la planta. También dispusieron de una habitación para la mujer que acompañaba a Toba en el momento del atentado. Estaba en una habitación cercana.
Ahora que ella estaba relacionada con él era necesario mantenerla protegida pues se había convertido quizá en un objetivo involuntario. Era mejor no arriesgarse a dejarla en otra planta.
Toda la familia Jiménez estaba en la habitación con él en ese momento. Toba diisfrutaba de un sencillo almuerzo mientas Gilda, sentada al lado de la cama, posaba una mano sobre el muslo de su hijo somo para asegurarse de que seguía vivo.
Anntonio andaba detrás de su mujer con los brazos a la espalda observándole comer y sentados por toda la sala hablando y riendo estaban sus tres hermanos, su hermana pequeña y sus dos cuñadas. Toba en el fondo disfrutaba de tenerlos a todos allí y se reía con las ocurrencias de sus hermanos, sin embargo dijo en alto y con con cara de fingido engado
- ¿Tienen que estar todos aquí? ¿No tienen nada que hacer por ahí?
Todos lo miraban y se reían sin hacerle caso. En realidad sabían que estaba contento. Hacía bastante tiempo desde que Toba se había marchado de la mansión y no pasaban un rato juntos y de risas.
Entonces el padre habló.
-Toba, no sabemos quién ha sido aún. Te prometo que vamos a averiguarlo, pero sabes que de momento tú y tu amiga van a tener que pasar un tiempo con protección. Por favor no te niegues. -Toba negó con la cabeza y le dijo:
-No papá, no me voy a negar. Lo que ha pasado hoy no es ninguna broma y lo que no entiendo es por qué fallaron. Yo estaba totalmente con la guardia baja. No estamos heridos de mayor gravedad porque aún estábamos a cierta distancia del coche. Si hubiéramos estado medio metro más cerca, no la contamos.
- Lo que me hace pensar que la intención no era matarte. Ha sido una advertencia para mí sobre lo fácil que pueden llegar hasta mi primogénito. Supongo que para ellos siempre vas a ser un objetivo.
Toba dijo que sí con la cabeza.
-Entiendo. ¿Cómo está Marián?
El padre le dijo:
- La hemos colocado en la habitación al lado de esta. No tiene nada grave, pero está bastante dolorida y sobre todo asustada.
- Lógico. Yo he crecido viviendo situaciones este tipo. Ella no tiene ni idea de nada, ni de mi relación con la familia. Debe estar aún impactada por la bomba y sin comprender el asunto. A la gente normal estas cosas no le suceden.
Gilda intervino.
- Ya lo sabemos. No te preocupes por ella. Hemos pagado todas sus facturas y está protegida del mismo modo que tú. Ahora mismo está con su familia en la habitación.
- En algún momento me gustaría ir a verla.
- Cuando te encuentres un poco mejor, hijo. Ahora no estás en condiciones de levantarte. Tienes muchas muchos cortes y una fisura en una costilla. Tu espalda está bastante dañada y tu pierna izquierda se llevó un gran golpe. No reviste gravedad pero necesitas mucho tiempo de recuperación.
- De acuerdo, mamá. Iré de visita cuando me sienta un poco mejor. De momento hablaré con ella por teléfono.
Toda la familia Jiménez pasó la tarde en la habitación con él hasta que cansados empezaron a irse de uno en uno. Cuando por fin se quedó solo pudo cerrar los ojos y descansar. Su familia era realmente agotadora. A veces tanto amor y preocupación eran matadores.
Pensó en Marián con tristeza. Le daba un poco de vergüenza hablar con ella y no sabía si explicarle que los sucedido era por culpa suya, pues no sabía cómo se podía tomar algo así.
No llevaban mucho tiempo saliendo y no habían llegado a ese nivel de confianza como para que él le contara sobre su familia. Nunca podía hablar abiertamente del tema.
Siempre tenía cuidado con las personas con las que se relacionaba y no era tan fácil hacer amigos siendo parte del clan Jiménez. Obviamente había muchas cosas que no podía contar. Lo primero siempre era la protección a la familia. Así que no podía irle diciendo a cualquiera quienes eran y a qué se dedicaban.
Todos en la familia debían mantener una discreta reserva pues cualquiera que se acercaba a ellos podía ser un atacante pagado por alguna de las otras familias, que deseaban perjudicarlos.
Al final concluyó que lo mejor sería hacerse el loco con respecto a la bomba y decirle a Marián que no tenía ni idea de por qué habían explotado su coche y que la policía estaba investigando. Nada de bomba, era un accidente mecánico, algo estaba mal con el vehículo. Le diria algo así y eso era lo mejor para mantenerla al margen. Tan solo se preocuparía por su bienestar.
En ese momento ble envío un mensaje por whatsapp preguntándole cómo estaba y si se encontraba bien. Le dijo que de momento no podía ir a verla por sus propias heridas pero que en cuanto se pudiera levantar iría a visitarla.
Ella no contestó así que supuso que estaría durmiendo. Se dispuso a dormir después de que la enfermera le llevara las pastillas que debía tomar para el dolor y para prevenir posibles infecciones.
Cerró los ojos, sintiéndose tranquilo. Le vino a la mente que eso de tener varios guardaespaldas en la puerta daba bastante tranquilidad y por un momento se sintió como en casa. No pensó nada más y cayó rendido.
Durmió profundamente, hasta que sintió malestar. Se movió incómodo en la cama y abrió los ojos un segundo. Unos ojos negros como el azabache lo miraban intensamente, tan cerca de él que pudo ver su propia cara reflejada en ellos.
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Comments
Viviana Bustos Aldana
Solo fue una advertencia ⚠️
2025-03-06
0
Tere Roque 🇨🇺
epa y ahora kien será uffffffffffff
2024-11-29
0
Asle Chiquinquirá Urdaneta Morillo
Qué locura puede pasar dentro de ese mundo de mafia?
Será capaz la madre, después de 2 años, orquestar este atentado para que vuelva y tome las riendas de los negocios?
Marian en verdad está protegida tanto como él?
Si hay seguridad cuidando, quién es esa persona de mirada azabache?
2024-07-05
1