Estas despierta

Capítulo 17

Estás despierta

En la casita todo transcurría apaciblemente para Toba. Al final estaba tan a gusto en el refugio que, salvo para pasear, coger aire o hacer algo de ejercicio, en realidad no le apetecía nada salir. 

Con tal nivel de  tranquilidad, se dio cuenta de que en los últimos dos años había cargado con bastante estrés entre la situación familiar y el trabajo tan exigente que tenía. Además, sin darse cuenta, también su relación con Marián le generaba preocupaciones. 

Era feliz con ella y quería algo más profundo, desde luego. Pero en el fondo estaba siempre tenso pensando en su historia familiar y como se tomaría alguien como ella, tan conservadora y con una educación tan formal, sus antecedentes. 

Estando escondido y alejado de todo, por fuerza, se le hacían evidente un montón de cosas a las que normalmente, en la vorágine de su día a día, no prestaba atención.

Cada dos o tres días, aparecía Sebastián para controlar el estado de la mujer. Evolucionaba muy bien, pero seguía durmiendo casi todo el tiempo. Como si no hubiera dormido nunca antes. El médico dijo que era una buena forma de curarse rápidamente y que seguramente ella se mantenía así, aposta. 

Toba se alegraba por ella, pero a veces se sentía un poco solo y le hubiera gustado compartir alguna de las charlas tontas que tenían. Se obligó a tener paciencia. Al menos despertaba para comer las sopas que él le preparaba. Tal como había dicho Sebastián, eran nutritivas y ligeras. Toba cocinaba desde hacía años, y fue fácil para él cocinarle. 

Bixby solo despertaban un poco en esos momentos. No daba ni las gracias y seguía durmiendo. Ni siquiera abría los ojos cada vez que él la lavaba. Y eso que lo hacía dos veces al día, pues sudaba muchísimo y no era bueno dejarla así, según le había dicho Sebastián. Se acostumbró a tocarla. Ella también se acostumbró a las manos de él, por lo visto, porque se dejaba manejar, dócilmente. 

Un día Sebastián se ofreció a hacer esa tarea y Toba se negó en rotundo. Ya era bastante con que él la viera desnuda y la tocara, no había necesidad de que más hombres hicieran eso. Toba la movía suavemente a un lado y otro, para lavar su espalda y su curvilíneo trasero, la parte posterior de las piernas, la cara interior de los muslos, etc. 

Le empezaba a gustar esta rutina diaria porque tocarla era agradable y ella era preciosa. Pequeñita y suave, tenía un cuerpo firme y de musculatura definida pero de una forma torneada y armoniosa. Toba no recordaba haber visto un cuerpo más bonito que el de Bix.

Marián también tenía un cuerpo precioso, reconoció para sus adentros. Pero muy distinto. Era más delgada y no estaba definida, sino que más bien tenía un tipo femenino y frágil. Era muy delicada en sus maneras. Se preguntó que por qué demonios estaba haciendo comparaciones y llegó a la conclusión de que se aburría mucho. 

No había vuelto a llamar a su novia porque no era prudente usar los teléfonos, incluso si su número no era conocido. Cualquiera que supiera de su relación con la Marián, podía tenerla en vigilancia. Por la seguridad de ella era mejor mantener la distancia. Ahora estaba tranquilo sabiendo que sus padres se habían ocupado de ella y agradeció que su madre siempre estuviera en todo. 

Sentía aún una opresión en el pecho pensando en sus hermanos y en qué harían cuando descubrieran cuál de ellos era su agresor. Aún cabía la esperanza de que se equivocaran. Lo deseaba de todo corazón.

Bixby despertó al séptimo día.

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Koi llevaba recorriendo lenta y meticulosamente la costa, o mejor dicho, los posibles sitios de la costa en los que se podría camuflar un refugio. Desde luego el terreno a cubrir era cuantioso, pero el tenía sus medios. Utilizaba imágenes de satélite, lo cual era un poderoso avance. Además usaba una aplicación que con algunos filtros reducía bastante las áreas de búsqueda. Aun así suspiro porque era una gran extensión la que revisar. 

Mientras la familia les siguiera permitiendo buscar, él no iba a descansar. Era demasiado tiempo sin saber de ellos y eso no era buena señal. De verdad que él apreciaba a la chica más que a nadie que conociera.

Para un solitario como él, encontrar una compañera así, era algo tan poco común que pensó que si sus vidas hubieran sido otras y se hubieran conocido en circunstancias distintas, él se habría enamorado de ella y la hubiera pretendido en plan, esposa y madre de sus hijos, para siempre.

En su mundo, sin embargo, y con la forma de ser de ellos,  esas cosas no funcionaban. Aun así, ella era importante para él. Por eso iba a encontrarla aun si fuera necesario buscar debajo de las piedras.

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-Tengo hambre

Fue lo segundo que dijo despues de abrir los ojos. Lo primero fue: ¿esclavo donde estas?. Toba no sabia si mandarla al carajo o reirse. Le dedicó una agran sonrisa. En realidad estaba contento de verla despierta y con buena cara en vez de tenerla como hasta ahora, media difunta.

-Veo que ya estas repuestita eh?. ¿Que quiere comer mi ama?

-Cualquier cosa. Me comeria un camello ahora mismo

-Vale, espera un poco

Ella echo un vistazo a toda la casa, como asegurandose de que todo estuviera en su sitio. 

-Veo que encontraste el ruoter y demas

-Si. y los telefonos nuevos

-Has podido contactar de forma segura?

-Hable con una amiga y con mi madre

-Una amiga? no sabia que tenias novia…

-Si, estaba en la habitación de al lado la noche que me sacaste del hospital. Pero no es mi novia, es solo una amiga

-Porque estabas allí?. no llegué a enterarme de eso

-Una bomba… Nos hirió a los dos, al salir de mi casa. La llamé para saber como estaba

-Ajá

Toba la miró con curiosidad.

-Porque te importa eso? No te voy a contar mi vida. Tampoco he preguntado por la tuya

Bixby sintió el zasca en toda la boca. “Bien, bien”, pensó. “Así que nuestra relación es así”. Para ella, que nunca intimaba con nadie, fue una decepción. Toba la cuidaba y eso para la chica era una experiencia totalmente nueva.

Desde que le conoció muchas cosas estaban cambiando dentro de ella. Para empezar él la atraía físicamente, cosa que no le sucedía a menudo porque vivía rodeada de matones y la mayoría eran mucho mayores que ella y no muy atractivos. El hijo de los Jiménez era el hombre más guapo con el que se había relacionado.

También era diferente en otros aspectos. No era un tipo que la miraba con lascivia, ni siquiera cuando cada día la bañaba y tocaba por todas partes. Había observado esto y por eso se dejaba manejar. La cuidaba tanto, que ella estaba confusa. Alguien que nunca ha tenido cariño o cuidados como Bix, recibía las atenciones de él, como si fueran amor. Si no, ¿por qué se ocupaba de ella a ese extremo? En las relaciones y las emociones Bixby era casi como una niña.

Nunca le había permitido a nadie acercarse de la manera en que Toba lo hacía. Las circunstancias la llevaron a esa posición porque tampoco había sido atendida antes, cuando estuvo herida gravemente. Preguntó porque se sintió algo celosa y quería saber que tipo de relación tenían. Ante la contestación que le dio el hombre, bajó la mirada para que le no viera que se le había nublado. 

-Me resultó curioso que llamaras a alguien fuera de la familia en esta situacion donde nos estamos jugando la cabeza. Puede ser imprudente.

Toba se sintió un poco mal por cortarla asi, y encima ella en parte tenia razon pues llamar a Marian no era del todo seguro.Ella no había hecho nada malo al preguntarle. Pero el estaba acostumbrado a ser reservado con su vida.También le había soltado una mentira al decirle que MArián solo era una amiga. Después de todo no era asunto de Bixby en calidad de qué estaba con su chica.

-Se lo que hago. No nos pondria en peligro solo por una llamada. Estaba preocupado por ella.

Bixby ya no respondió. Él decía que era solo una amiga. Decidió tomarlo así porque no había razón para que le mintiera. Sin embargo, se sintió un poco molesta aunque no lo dejaría ver en absoluto. Se incorporó en la cama lentamente probando sus fuerzas. Aun le tiraba la sutura, pero el dolor era mínimo para el nivel que ella podía llegar a soportar.

Lo único que debía hacer era cuidar que la herida no se abriera, pero era capaz de moverse perfectamente, así es que se levantó para ir al baño y porque ya estaba harta de estar encerrada y en cama. Era con diferencia el tiempo más largo que había estado acostada, desde que ella podía recordar.

Toba la observo pero no dijo nada. 

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