Capítulo 6 -dos grandes amigos.

Ciudad de Laos era la capital del país Drost y en su defecto las mas grande entre las tantas del país, con un núcleo financiero a nivel mundial.

En la zona centro de la gran ciudad, se encontraban los grandes centros comerciales, los edificios empresariales y corporativos, pero entre todas las magníficas edificaciones, se podía distinguir uno en particular; el magnífico e imponente rascacielos de compañías LI’s construido estratégicamente por la mejor empresa de arquitectura mundial, ganó el premio WAN como mejor edificios de oficinas. Con una estructura sustentable y multifuncional, además de brindarle todas las comodidades a los empleados; tales como: restaurantes con excelentes chefs, gym, cafeterías , guardería y salones de descanso, su ideología era brindarle un espacio acogedor al empleado, para que esté a su vez diera lo mejor de sí a la empresa.

Compañías LI’s solo reclutaba los mejores egresados de las mejores universidades mundialmente hablando y con los mejores sueldos que otras empresas. En sólo cuatro años el CEO de esta compañía la llevo a los niveles más altos nunca antes vistos y desde entonces a ocupado el primer lugar en la revista Forbes.

En el último piso del imponente rascacielos, estaban las oficinas del CEO. frente a las enormes ventanas de cristal se encontraba en pugna un hombre de unos 1,87de estatura, de espalda ancha y cabello color azabache, contemplando desde lo más alto la pequeña ciudad a sus pies. Cuando se escucha el ton ton de la puerta pidiendo permiso para pasar, el imponente hombre cual gigante mira el vasto cielo y dice:

-adelante.

Se habré la puerta dándole paso al asistente del CEO. -señor Li recepción me informa que el general Mo viene subiendo.

-cuando llegue hazlo pasar. ¿Ya todo está listo para el viaje?

-sí señor Li, solo falta que me diga cuantos hombres desea llevar.

-escoge solo dos no veo la necesidad de llevar más.

Sin más el asistente sale de aquella espaciosa oficina decorada con un estilo contemporáneo, para darle paso al general MO quien iba vestido pulcramente con el uniforme militar de gala, este al entrar encuentra al ceo en la misma posición en la que lo había dejado el asistente y sin pronunciar palabra alguna camina hasta llegar a un espacioso sofá de color gris en el cual se sienta de manera descuidada ,recostando su bien formada espalda en el respaldo de este con la cabeza hacia arriba viendo el techo como si buscara algo que pudiese ayudar a aliviar la pesadumbre de su alma.

El ceo sabía que el general hacia un tiempo había llegado, pero quiso darle su espacio antes de acercarse a él, cada que iba al cementerio era lo mismo y el solo lo dejaba ser. Luego de un rato se acercó con sigilo y se sentó frente al general diciendo:

-dame razón de los abuelos.

-creo que sino fuese porque que les quede yo, la familia Mo ya no estaría en esta tierra, como todos los años desde aquel día estuvimos visitando la tumba de mi familia y la abuela se descompuso tanto, que tocó internarla y el abuelo no es que quede muy bien que digamos.

-y tu.

-yo me tengo que hacer el fuerte para ser su fortaleza ,lo más frustrante es que nunca pudimos dar con los culpables de nuestro dolor.

Mientras el general hablaba, el CEO guardaba silencio no solo para escuchar desahogar a su amigo, también guardaba silencio porque su corazón sufría por un amor que pudo haber sido pero que no fue porque murió antes de nacer. La amo en silencio y la sigue amando en silencio.

-Angus, es doloroso el no saber que hicieron con sus cuerpos.

Seguía hablando mientras una lágrima traicionera salía por el rabillo de sus hermosos ojos grisáceos.

-por mucho que investigó mi abuelo, cuando estuvo en el ejército no pudo dar con los responsables, ni con los cuerpos de mis padres y mi hermana y yo no tuve más éxito que él. Soy un inservible Angus no sirvo ni para atrapar a esos malditos.

Lo último lo expresaba a gritos.

-es comprensible tu dolor hermano pero debes tranquilizarte. Y no dejes que los abuelos te vean así.

-tienes razón y no me daré por vencido, así sea lo último que haga daré con los responsables. Cambiando de tema, ya tengo todo preparado para tu llegada a ciudad capital.

-según tu que clase de preparación hicisteis.

-umn, una escolta militar de quince hombres.

- estás bromeando Amid?

-sabes que cuando se trata de la seguridad de alguien no bromeo y mucho menos con la tuya.

-s noabes que no me gusta tener tantos guardias a mi alrededor, además me se defender perfectamente bien y ya Dabir arregló dos de los mejores hombres que me acompañarán.

-venga hermano no seas terco , ciudad capital no es segura muchos turistas han sido secuestrados allí.

-ya te dije que no Amir, además regreso hoy mismo, que podría pasarme y muy pocos saben que voy para ese lugar.

-por favor Angus aunque sea hazlo por nuestra amistad de años.

-eres un maldito imbécil, no me jodas la vida.

Le grita exasperado, arrojándole una pluma, que la otra parte por sus ágiles reflejos la atrapa en el acto.

-lo que sea, y lo tomaré como un sí.

-mueve tu trasero que por tu culpa llevo quince minutos de retraso.

-esto tiene solución.

-que quieres decir?

-que el gran general Mo te escoltara y llevará personalmente al aeropuerto en su nueva adquisición.

-tengo mi propio auto.

-lo se pero tu auto no tiene la ventaja que el mío sí, además no todos los ciudadanos tienen el honor de ser escoltados por mí.

-yo no te pedí que lo hicierais fue tu elección.

Ambos hombres salen de la oficina y caminaban hacia el ascensor personal del CEO manteniendo una acalorada disputa, parecían enemigos que no se toleraban y eso percibían los que no los conocían pero sus allegados preferían no estar presente cuando estos se juntaban y esto se debía a que el aura de cada uno era tan fuerte que chocaban entre sí, pero aún con todo eso tenían una gran amistad.

Detrás de ellos caminaba el asistente quien pensaba que estos dos eran como perros y gatos.

-estos dos representan el verdadero valor de la amistad, sin importar lo muy diferentes que sean se valoran y se respetan. Meditaba en el silencio de su mente.

Cuando los tres hombres llegaron al estacionamiento subterráneo en la zona vvip donde solo se permitía estacionar al CEO y los más allegados al el o al que le diera autorización, el general los condujo directamente a una camioneta militar blindada modelo f-550 con un chasis Ford, carrocería tipo mondolock apeinada y con buses de amortiguación. Cinco puertas incluyendo la trasera, barras de sujeción interior y exterior, posaderas laterales y traseras externas con elementos antideslizantes, aislamiento térmico y acústico y otros detalles más que dejaron a un sorprendido Dabir con la boca abierta y con miedo de subir semejante nave, porque no quería que por un descuido fuese a rayar cualquier parte de este auto , porque le costaría al menos tres años para pagar un leve rasguño.