Capítulo 16

Chicas subí un capítulo en la otra parte porque es fuerte si aún no saben como meterse al final del capítulo os dejo mi Instagram hablarme por allí 😉

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Lo único que se escuchaba en el despacho era mi fuerte sollozo mientras seguía echa una bola en el suelo abrazando mis rodillas contra mi pecho escondiendo mi rostro sintiendo como mi cuerpo ardía como los mil demonios y dolía.

Escucho él ruido de su cinturón cuando se lo comienza a colocar de nuevo.

-Has sido espectacular Evelyn como siempre – se pone a mi altura haciendo que de nuevo tiemble más fuerte y esconda aún más mi rostro. – Te portaste muy bien así me gusta, eres como el dulce una adicción que nunca podré dejar… - toca mi pelo apartándolo pero yo tapó más mi rostro sin poder parar de temblar.

Se levanta de nuevo subiéndose la bragueta cuando se coloca bien el cinturón.

Después se escucha sus pasos abriendo la puerta para después cerrarla de un portazo.

Sollozo comenzando a destaparme mirando a mi alrededor.

Me sentía hasta desorientada aunque sabía dónde estaba.

-Auch, ah ah – me quejó cuando pongo una mano en la mesa haciendo fuerza y luego la otra intentando levantarme.

Me cuesta al principio sintiendo mis muslos doler y mi parte con un gran escozor pero consigo sacar fuerzas consiguiendo levantarme quedando casi tumbada entera en la mesa.

Paso mi lengua por mis labios que estaban secos intentando controlar mi respiración acelerada.

Vuelvo a soltar otro sollozo fuerte sintiéndome a mi misma asco.

No se donde voy a ir pero si se que necesitaba una ducha porque me sentía sucia.

Cuando consigo ponerme un poco mejor cojo mi ropa rota poniéndomela como puedo tapándome con mi chaqueta.

Tenía ropa normal en mi taquilla allí podría dejar la que tenía rota y cambiarme.

Él se había ido pero a pesar de eso me seguía sintiendo manoseada como si sus manos aún estuvieran sobre mi cuerpo.

Abro la puerta costándome un mundo moverme.

Sin duda esta había sido la peor de todas.

Salgo viendo el pasillo mientras se escuchaba el bullicio de gente entrando y saliendo de los cuartos donde pagaban para beber y tener relaciones.

Apoyo mi mano en la pared caminando a pasos pequeños mientras la gente pasaba por mí lado sin mirarme ni si quiera por mi forma torpe de andar.

Solo un hombre se detiene mirándome, pero solo eso me mira y luego a los segundos vuelve a seguir con su camino.

Suelto un quejido de dolor, tras otro, tras otro con mi mano aún en la pared mientras me arrastro obligando a mí cuerpo dañado caminar.

Sigo dando pasos pequeños terminando por llegar a los vestuarios donde también teníamos unas duchas, nunca las había usado pero hoy sería el día.

Cuando entró doy gracias a que no hay nadie, me muero de la vergüenza si me ven en este estado.

Me apoyo en él marco de la puerta cogiendo impulso para alejar mí mano de la puerta y comenzar a caminar sin nada en lo que apoyarme.

Me tambaleo pero consigo no caerme llegando a mí taquilla en la que me apoyo.

Cuando cogí mí ropa también cogí mí bolso.

Mí mano tiembla me doy cuenta de ello cuando la meto dentro de mí bolso buscando las llaves.

Lo que se me había caído lo guarde de nuevo en mí bolso, unos segundos después doy con ellas sacándolas.

Abro mi taquilla cogiendo la ropa limpia dejando la taquilla abierta caminando hacia las duchas.

Por el camino se me cae las llaves y el bolso por llevar tantas cosas.

Levanto un poco mi pierna derecha costándome un mundo.

Dejó la ropa en alto metiéndome más en la ducha que eran abiertas.

Abro la ducha cuando comienzo a quitarme mi ropa rota.

Aparto mi pelo cuando él agua me cala entera.

Doy dos pasos hacia atrás chocando con la pared de la esquina sin más me dejó caer comenzando a llorar de nuevo.

Sollozo fuerte observando mis brazos que estaban llenos de moretones y las marcas de sus dientes en mí piel.

Me encojo en la esquina escondiendo mi rostro entre mis rodillas recordando cada palabra suya, cada golpe…

Narra Aiden:

Joder, no se que demonios me estaba pasando.

Me había jurado hace mucho tiempo no tocar a ninguna mujer, no estar con ninguna más después de lo que me paso.

Pero ahora había rato mí propio juramento…

Las cosas habían pasado con aquella chica Evelyn, una vez que empecé no pude parar aunque me gritara dentro de mi que me detuviera.

Evelyn tenía un gran miedo y era por culpa de ese asqueroso aunque yo pienso que no es él único que se aprovechó de ella y la hizo de todo.

Pero yo la hice ver que no todos eran iguales, no se que me paso pero quise ayudarla una vez más.

No pude pararla cuando dijo que tenía que volver al club porque salió escopetada y tampoco quería que pensara que yo era como uno de los otros que la controlaba y la decía que hacer, porque no era así.

Me tumbe un rato no me quedé dormido del todo, había algo que no me dejaba tranquilo.

Mi móvil sonó cogí la llamada para apuntar lo que querían.

Y así empecé un nuevo día sin descansar bien pero teniendo que cumplir con los pedidos.

Volví al almacén para guardar él dinero que había ganado, levanto una baldosa sacando él saco donde metía todo el dinero, cuando lo meto dentro vuelvo a ponerlo tal y como estaba.

Miro la hora él tiempo pasaba y no sabía nada de Evelyn.

Me cambio de ropa dejando toda la droga que tenía encima guardada por si acaso estaba la policía y registraban que no me pillaran con ella encima.

Salgo subiendo las escaleras viejas para después poner las cadenas por afuera y él candado cerrando bien.

¿Por qué no tengo una casa normal y corriente? Porque me lo puedo permitir…

Pero este almacén tiene demasiados recuerdos y sí lo dejó totalmente abandonado terminara por destrozarse todo con él tiempo además de que yonkis entrarían solo para colocarse.

Comienzo a caminar por las calles recibiendo algún que otro saludo de los que suelo vender droga.

Sigo por él mismo camino de siempre hasta que terminó por llegar al club.

Uno de los seguratas estaba en la puerta principal.

Se me queda mirando por unos segundos hasta que se hace a un lado para que pudiera entrar.

Entró al club empezando a escuchar la música viendo como había bastante gente, más que otros días.

Había puros hombres es de lógica, salidos que estaban dispuestos a gastarse todo su sueldo solo para ver a chicas bailar en una barra y al saber que más.

Camino entre ellos pasando al lado de algunas chicas que caminaban hacia las habitaciones.

Me quedo en un punto donde puedo ver todo.

Comienzo a buscar con mi mirada a Evelyn al ver que en las barras de bailar que tenían no estaba bailando como otras veces.

Era extraño… pero a lo mejor se había ido a cambiar o algo.

Me quedo unos minutos más observando todo a mi alrededor sin dar con ella.

Pasa una chica por mí lado, la agarro rápido de su muñeca y cuando me mira la suelto.

-Disculpa – por mí agarre en su muñeca.

-¿Quieres un baile en privado guapo? – me pregunta ella haciendo su trabajo.

-No, pero a lo mejor me podrías ayudar con otra cosa – ella me mira atenta.

-¿El que guapo? – me pregunta.

-Aquí trabaja una chica que se llama Evelyn, ¿la conoce? – veo como su gesto de su rostro cambia automáticamente.

-Ehhh, ¿Evelyn? ¿Mi Evelyn? Es mi única amiga aquí – me contesta ella confusa por mí pregunta.

-¿Sabes donde está ella en estos momentos? Tengo que hablar con ella - no estaba mintiendo en verdad tenía que hablar con ella para decirla que podía quedarse en el almacén porque se que no tiene donde ir.

-Ella vino pero… - frunzo mí ceño cuando se calla de repente.

-¿Qué pasa? – ella me mira abriendo su boca para después cerrarla.

-Nuestro jefe él que manda aquí le vi como se la llevaba y hace poco le vi a él – se calla cuando parece darse cuenta de algo. - ¡Oh! ¡Dios mío! – exclama ella. – Le vi salir de su despacho como si se estuviera arreglando la ropa – con eso sale medio corriendo metiéndose entre la gente.

Sin pensarlo la sigo empezando a sentir que algo más estaba pasando, que la sensación que llevaba sintiendo era por algo de verdad.

Se mete por un pasillo mientras el ruido de sus tacones se escuchaba por cada paso fuerte que daba.

Ella se detiene apoyando sus manos en él marco de la puerta entrando a un vestuario.

-¿Evelyn? – habla la chica llamándola.

Pero no se escucha ninguna contestación hasta que nos quedamos callados y un llanto fuerte se hace presente escuchándose el agua de una ducha encendida…

Mi Instagram podréis escribirme por allí y os mandaré enlace, esperar a que os acepte la petición de amistad: @mishistoriascontadasenpapel

Evelyn

Aiden

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