CAPÍTULO 3

__ Julia por favor, vamos a darte una ducha con agua fría, para que se te pase, entiende esto son los efectos de la droga que te dieron, mañana te arrepentirás, la cargo la metió en la ducha y la baño con toda la ropa, Julia aprovecho de jalarlo hacia ella y Thiago resbaló y cayó dentro de la bañera, mojándose toda la ropa.

Después de un largo rato, ayudo a salir a Julia que estaba temblando de frío, la ayudó a quitarse la ropa y le dio una bata de baño, él hizo lo mismo, pero salió del baño y se cambió afuera, ahora los dos estaban en bata.

Julia inmediatamente comenzó a sentir nuevamente su cuerpo arder y algo en su mente le decía que solo tener relaciones con ese hombre podía ayudarla, para ella él era como una limonada fría en el desierto, al verlo en bata ella se abalanzó nuevamente sobre él haciendo que este cayera en la cama y se golpeara la cabeza, quedando inconsciente por unos segundos, a Julia poco le importo, solo lo observo un poco, le puso una almohada le reviso donde se había golpeado y al ver que no tenía ninguna herida, comenzó a quitarle la bata y a besarle todo el cuerpo, comenzó por la boca, bajo hasta su perfecto pectorales y así fue bajando poco a poco, luego observo una botella de vino que estaba en la mesa, se levantó y la trajo a la cama vertió un poco en el ombligo de Thiago y este se estremeció, ella comenzó a succionar el vino.

Thiago reacciono a los poco segundos, pero ya no era dueño de su cuerpo y cuando pretendía parar esto con el ultimo gramo de cordura que le quedaba, Julia paso la lengua por su intimidad, haciendo que Thiago soltara un pequeño gemido, lo que aviso a Julia que ya él estaba perdido, ella había derrumbado todas las murallas de la decencia y la cordura de aquel hombre.

Él ya no era consciente de sus actos. Estaba envuelto en una burbuja de placer donde solo ellos existían, él se levantó, tomo el vino y la complacio a ella de la misma forma, luego comenzó a besar su cuerpo, ella estaba extasiada de tanto placer, lo tomaba por los cabellos incitándolo a que continuara y pedía más y más hasta que sintió que ella se llegó al máximo placer, por lo que él se apresuró y no dejo perder ni una gota de su esencia, luego ya ella estaba lista para recibirlo, él se subió en ella y fue entrando muy despacio, ella soltó un grito de dolor, ella apretó los labios y una lagrima rodo por su mejilla, él se quedó mirándola y le dijo:

__ ¿Estás bien? Comenzare a moverme poco a poco,

Ella asintió con la cabeza y él fue moviéndose cuando sintió que ella comenzó a mover sus cadera indicándole que ya el dolor había desaparecido, el comenzó a acelerar sus movimientos y ya sus embestidas eran salvajes, ambos estaban en un trance de pasión y lujuria, ellos saciaron sus bajos instintos y ambos llegaron al clímax, él se corrió dentro de ella.

Luego quedaron exhaustos acostados en la cama, ahí descansaron por cuatro horas aproximadamente, ella se levantó rápidamente, tratando de recordar lo que había ocurrido, al ver aquel hermoso hombre acostado en la cama, pequeños recuerdos confusos de la noche apasionada aparecían en su mente, ella aun no entendía como había terminado en esa habitación y como había perdido su virginidad con un total desconocido, pero bueno agradecía que haya sido con él y no con el baboso decrepito que se había propasado con ella en el restaurant.

Totalmente apenada, camino hacia el baño, lentamente le dolían las piernas y sentían mucho ardor en su intimidad, fue recogiendo sus prendas de vestir que estaban tiradas en el piso, trataba de no hacer ruido, su intención era retirarse antes de que su amante desconocido despertara.

Trato de vestirse pero al sentir su cuerpo pegajoso, sobretodo en su intimidad decidió bañarse, cuando de pronto siente que alguien entra al baño, ella se asusta cuando ve la figura del hombre totalmente desnudo a través de la puerta de cristal de la ducha, este se acerca al WC y orina, para luego abrir poco a poco la puerta dejando a Julia, desnuda y expuesta antes sus ojos.