CAPÍTULO 9

El entendió que ella tenía razón, así ella salió primero del Hotel, tomo un taxi al aeropuerto y abordo un vuelo comercial a Hawái, compro su boleto, pero con los documentos que les había conseguido Raúl, donde su nombre era Julieth Basáñez, pago con efectivo para no dejar rastros y durante las casi trece horas de vuelo, ella descanso aunque también fue al baño a vomitar un par de veces.

Cuando bajo del avión, llevo la mano a su vientre y dijo:

__ Bebés hemos llegado a nuestro nuevo hogar, fue Kailua específicamente el área del archipiélago que ella escogió para criar a sus hijos, aunque le había dicho a Nash que se radicaría en Honolulu, decidió cambiar de destino a última hora, no sabía cuál sería su reacción al saber de su embarazo.

En esta oportunidad Julieth compro una casa que tenía acceso a la playa, un hermoso, jardín, parque de juegos y una gran piscina, pensó en que sus hijos crecerían en ese lugar y deseaba que pudiesen gozar de una infancia feliz, por este momento se olvidaría de la universidad, no tenía sentido comenzar algo que después, iba a tener que interrumpir, decidió invertir su dinero en un pequeño negocio que le permitiera vivir tranquila con sus hijos.

Por la información que obtuvo de Nash decidió no usar la tarjeta de Thiago, tenía miedo que rastrearan sus movimientos y dieran con ella.

Después de descansar y ordenar todo su equipaje salió a caminar por la orilla de la playa, se sentó a disfrutar de la brisa marina y el sonido de las olas, llevaba consigo una bolsa de Snack y un termo con té helado, cuando de pronto sintió una cosquilla en sus pies y cuando reviso era un pequeño cachorro, era un perrito con una pata lastimada, al parecer había escapado de algún lugar, estaba hambriento, ella lo cargo en brazos y observo a su alrededor a ver si alguien venia por él aunque no tenía collar, ella lo cargo en brazos y lo llevo a su casa, lo tendría con ella y los siguientes días lo traería devuelta a la playa a ver si alguien lo reclamaba.

Así lo hizo los tres días siguientes, ya su pata estaba curada y nadie lo había reclamado aun, por lo que Julieth decidió llevarlo al veterinario y después de revisarlo y vacunarlo le otorgo a Julieth un certificado de vacunación, ella decidió quedarse con él, era un grato acompañante, lo llamo Bartolomé.

Julieth estaba jugando con su cachorro y corrió un poco por la orilla de la playa, cuando algo llamo su atención, uno de los pequeños restaurantes tipo churuata estaba a la venta, le pareció buena idea, invertir ahí, era un trabajo tranquilo y no tenía contacto con la gente de las grandes ciudades, ella le había hablado a Thiago de querer estudiar arquitectura así que jamás se le ocurriría buscarla trabajando en un restaurante a orilla del mar, además durante el año que estuvo trabajando de mesera en México aprendió a cocinar excelentes platillos gracias a la disposición del chef por lo que podía ofrecer esas delicias en su nuevo negocio, otro de los beneficios que le había ofrecido ese trabajo en el restaurante era el hecho de poder practicar un poco más el idioma ruso, aunque ella nunca entendió porque su madre, que era una mujer mexicana de origen humilde lo hablaba con tanta fluidez.

Al llegar al restaurante, se consigue con una chica de unos 25 años, limpiando las mesas.

__ aloha, saluda Julieth

__ aloha, adelante ¿en qué le puedo servir?

__ vengo por el anuncio de venta, _Julieth pudo sentir como un sentimiento de alivio invadió a aquella chica.

__ Si mucho gusto, soy Kono Kakalua, la propietaria.

Ambas chicas, acordaron la transacción y Julieth acepto, aunque el monto era casi todo el dinero que le quedaba, por lo que Julieth se sintió algo inquieta, cuando Kono vio que había dudas le pregunto:

__ ¿qué te sucede, estas bien?

__ si, solo que me quedare sin liquidez y estoy embarazada, deberé empezar a trabajar rápido, para recuperar el capital, _la chica sonrió al ver que tenía una buena oportunidad en las manos y así no perdería por completo el negocio que sus padres con tanto esfuerzo habían levantado.

__ Julieth, entonces podemos negociar de otra manera, este negocio es la herencia de nuestros padres, yo siempre trabaje aquí con ellos y amo este lugar más que a mi propia vida, pero somos tres hermanos y ellos solo quieren su dinero, las acciones están divididas en 40% para mí y 30% para cada uno de ellos, si aceptas puedes comprar solo la parte de ellos y quedarías asociada conmigo, de igual manera yo me iba a quedar sin trabajo, ¿Qué opinas?

Julieth no contesto, solo se lanzó en los brazos de Kono, ya que aparte de una socia tendría una amiga en este lugar desconocido para ella.

__Acepto, socia, entonces modifiquemos los documentos y saquemos a tus hermanos de nuestro negocio.

Así fueron al registro y con todos los documentos en orden al día siguiente comenzarían algunas remodelaciones que Julieth quiere hacerle al local para darle una imagen renovada y comenzar a atraer nuevos clientes.