CAPÍTULO 9 – LA CENA

Ho-hola, si claro – le dijo Camille sonrojándose

Ella no entendía éste sentimiento que parecía crecer cada día un poco, no sabe lo que es pero ella cree que no debe ser nada porque recién lo conoce.

Así, se dirigen al auto de Matthew y él le abre la puerta trasera y ella entra algo sorprendida, ya que nadie había tenido ese trato con ella. El se subió después y se dirigieron al restaurante. Después de un rato largo de camino, se detuvieron frente a un restaurante de lujo llamado “El Dorado”. Esta decorado todo en blanco y oro, es muy elegante y grande, está compuesto por varios pisos.

Matthew se dirigió a recepción, donde hay una morocha que lo mira con sus grandes ojos marrones seductoramente y demostrándole las ganas de devorarlo que tiene. Él fríamente le dice

- Tengo una reserva hecha a mi nombre

- Claro guapo – a Matthew se le ensombreció el rostro

- Te pido que tengas respeto, está mi mujer a mi lado – dijo mientras señalaba a Camille y le agarraba la mano

- Si señor, lo siento. Su mesa está lista – dijo avergonzada la recepcionista

Siguieron a la chica hasta su mesa, Camille estaba que no daba de la sorpresa, desde haberla reconocido como su mujer, cosa que no es aún y además es todo un contrato, hasta el haberla tomado de la mano y no soltarla hasta llegar a la mesa.

Como todo un caballero le corrió la silla para que se sentara y luego él tomó su asiento. La cena estaba preparada con decoración romántica, había rosas y velas, la mesa estaba en el patio del restaurante alejada de las demás personas, no había nadie a su alrededor.

El mesero llegó con los menús y cada uno pidió los platos y esperaron la comida. Cuando la cena llegó se relajaron un poco más y charlaron más animados.

- Espero que estés disfrutando tanto como yo la cena Cam – le dijo con una sonrisa

- Si y mucho – le devolvió el gesto

- Me alegra oír eso ¿Puedo decirte algo?

- Cla-claro Matt

- Hago esto porque hay algo que me atrae de ti. No lo sé, pero el día que te ví por primera vez me recorrió una sensación muy extraña, jamás me había sentido así por nadie.

- Emm.. yo.. sentí lo mismo que tú Matt – él quedó sorprendido al escuchar su respuesta

- Wow – dijo Matt en un susurro

- Creo que me gustas – dijo Cam en tono bajo pero lo suficientemente alto para que él la escuche

- ¿En serio? – respondió sin salir del asombro

- Emm… si…

Cam estaba muy nerviosa, no sabía por qué le decía todo esto. Parecía que las palabras salían de su boca sin antes poder pensarlas. Él estaba igual de sorprendido pero porque los sentimientos eran correspondidos.

- Tú.. tú también me gustas Cam – y se sonrojó, algo que nunca antes le había pasado

Cam estaba en las nubes, no sabía si era la noche o su decisión de empezar una nueva vida luego de lo que le pasó hace apenas días o que tal vez todo esto no era más que teatro por lo del contrato. Aún sin saberlo, decidió por disfrutar de estos momentos y sentimientos. Tal vez eran reales y podía ser feliz o tal vez no lo eran pero podía pasarla bien mientras tanto. “Solo no tengo que enamorarme de verdad” ella pensó.

Al finalizar la cena, Matt pagó la cuenta y le preguntó a Cam

- ¿Me acompañarías a un lugar especial?

- Claro – respondió un poco confundida Cam

Salieron del restaurante y nuevamente Matt le abrió la puerta del auto pero ésta vez la del pasajero. Decidió manejar él y darle el resto de la noche libre a su chofer, algo que parece haber agradecido realmente.

Condujo un rato por la carretera y se detuvo en una zona muy poco transitada de la playa. Era una zona preciosa pero a la que prácticamente nadie iba y digo prácticamente porque ellos dos eran las únicas personas allí.

- Aquí venía de niño hasta mi adolescencia, es un lugar en el que podía estar solo y poder pensar

- ¿Cómo tú cable a tierra? – preguntó Cam

- Si, exactamente así – dijo Matt con un dejo de tristeza

- ¿Y de qué escapadas?

Matt esbozó una sonrisa amarga y no dijo nada por un rato, caminaron hasta la orilla y se sentaron descalzos dejando que el agua moje sus pies. Era una noche hermosa, estrellada y cálida.

- Lo siento si pregunté algo que no debía. No tienes por qué decirme nada – le dijo Cam con una sonrisa reconfortante

Matt suspiró y le contestó

- No es que no quiera decirte, esto es algo que jamás le conté a nadie – le dijo mirándola a los ojos y al finalizar apartó la mirada

- Está bien, tómate tu tiempo Matt – le dijo acariciándole la espalda

Mirando el reflejo de la luna en el agua Matt habló

- Sufría mucho en la escuela

Cam se quedó asombrada

- ¿Por qué sufrías? – preguntó en un tono dulce y suave

- Me discriminaban por ser estudioso. Nunca fui el chico popular, todo lo que tengo lo hice con mucho esfuerzo, trabajo y me lo gané con mi sudor – se le cortó la voz – siento que contigo puedo hablar de estas cosas

- Siento preguntar esto pero ¿Y tus padres?

- Jamás quise decepcionarlos, no quería que se angustiaran por mí así que soporté todo por ellos. Yo sé que pueden comprenderme y ayudarme pero hubiera sido peor. Hubieran creído que todo lo compraban con dinero y que solo era un niño rico ¿Sabes? Era el típico “ñoño” en la escuela, usaba lentes y el traje del colegio, siempre obedecía las reglas, siempre buenas notas, siempre el primero de la clase…

Matt siguió abriendo su corazón a Cam, al parecer era algo que tenía contenido todo este tiempo y que necesitaba sacarlo y ésta noche encontró la manera. Ahora Cam pensaba que los sentimientos de ésta noche podían ser reales.

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