Capitulo 4 - Etiqueta

Laia caminó hacia el espejo más próximo y se quedó contemplando la hermosa trenza que le hice, fácilmente recuperó la sonrisa.

_ Es hermosa, me hubiera gustado que Daniel me viera de esta forma, él siempre ve lo peor de mí.

_ Si acepta lo peor de ti, ¿no quiere decir que es algo bueno?_ mencioné para molestarla.

Sus mejillas parecían tomar algo de color al escucharme, ya muchos sabían que estaba interesada en el hijo menor del director, pero esa relación no parecía ir a ningún lado, ella siempre se terminaba poniendo nerviosa y no encontraba las palabras correctas frente a él, además nuestro amado director ya eligió una candidata para el menor de sus hijos.

Quizás Laia era basura para ese hombre porque su habilidad mágica no significaba mucho pero su hijo tampoco estaba al nivel de la señorita más importante de ese año si era por habilidades mágicas y posición. Ese viejo apuntaba a Sofía, la hija menor de un baron en la capital con pobres habilidades mágicas, pero en este lugar ella es una reina, aunque no creo que sea lo mismo para ella fuera de aquí.

Las campanadas sonaron para el ingreso de la próxima clase y no podíamos demorarnos mucho más.

_ Deberíamos apresurarnos, las clases de etiqueta están por comenzar_ anunció Laia, pero algo más le surgió _Tienes que comer algo antes, si recién te levantas quiere decir que ni siquiera has desayunado.

_ Esta bien, después comeré algo en el descanso _ mencioné mientras salia caminando.

Era mejor evitar un castigo a qué sufrir hambre, y ya estaba acostumbrada a saltarme las comidas o desayunos con ese trabajo, un día más no haría la diferencia o eso pensé mientras nos dirigimos al salón de té.

Una mujer con cabello azabache y algunas arrugas en su rostro estaba con la mirada concentrada en sus estudiantes, cada señorita tenía una taza de té delante suyo con una pequeña tetera de porcelana. En el salón habían aproximadamente unas 8 mujeres de entre 16 y 18 años de edad sentadas frente a una gran mesa.

Mientras que esa mujer miraba con desprecio a sus estudiantes y daba su discurso, Laia y yo solo permaneciendo de pie al fondo del salón hasta que la clase terminara para poder levantar las cosas y de paso repasar la clase de la señora Nelma lamentablemente.

_Cada movimiento debe ser preciso y delicado, recuerden que el movimiento de la muñeca no debe ser exagerado, más bien elegante y natural. Cuando le sirvan el té a sus compañero en las presentaciones serán juzgadas por su etiqueta y buena conducta.

¿Por qué todos los años esa mujer tenía que dar el mismo discurso desagradable?, más importante que la etiqueta serían entregadas al mejor postor.

_ A un noble se le enseña modales desde niño pero ustedes aprenden a partir de que ingresan a este lugar, espero que se den cuenta que está es una de las clases más importantes, deben cuidar de su imagen ante la sociedad de los nobles. Un error puede significar una ofensa para la familia de su pareja y ustedes quedaran en vergüenza _ dijo como si fuera irrefutable _ Solo tienen que atender a reuniones sociales, algunas quizás nunca tendrán que levantar un dedo si la posición de su pareja es buena, es mejor ser servidas a que servir a otros. Si no se esfuerzan lo suficiente pueden quedarse sin un prometido y terminaran como sus compañeras detrás de ustedes _ apuntó con la varilla de madera en su mano en nuestra dirección.

Cuando una señorita se encuentra en su último año, las presentaciones para ella de alguna forma ya han terminado al igual que sus esperanzas de obtener un pretendiente y solo pasa a ser empleada de servicio del reino.

Se considera que ya hemos tomado las clases de señoritas por lo que también debíamos hacer prácticas para nuestro futuro puesto de trabajo como "sirvientas o esclavas según nuestra suerte".

No haber sido elegidas después de muchos años no significaba que tengamos más posibilidades que las más jóvenes al final, aunque nuestra etiqueta es mejor que la de muchas a nadie le importa a la hora de elegir, las más jóvenes tienen la capacidad de procrear más hijos que las mayoría después de todo y la habilidad mágica es lo que importa en este reino, algunas tienen más otras menos, pero en eso se basan para elegir los hombres, no hay mucho más, la etiqueta es para mejorar su imágen ante la sociedad si es que las eligen, pero muchas aprenden en la casa de su prometido.

Hasta los 23 años se nos permite presentarnos ante un noble, estábamos en el límite con Laia y eso parece ser considerado una vergüenza para la señora Nelma. Laia estaba avergonzada y afligida por esas palabras y se que ella aún sueña con una oportunidad con Daniel.

Levante la mano y dibuje una gran sonrisa para saludar a las chicas.

_ Soy Alanis señoritas, es un gusto conocerlas. Y no se preocupen demasiado si no saben como, yo les enseñaré a mover un dedo.

Levanté el dedo medio en ese momento, pude escuchar algunas risas ahogadas. Todo los años el mismo desagradable discurso para las nuevas y el mismo seño fruncido de la señora Nelma.

_ ¡Alanis!, no toleraré sus tonterías en mi clase_ dijo furiosa.

"¿Y yo debía tolerar las suyas?" pensé.

_ La clase terminó. Alanis te se quedas a limpiar sin tú compañera.

La señora Nelma decidió terminar la clase antes la molestia y tendría tiempo para darme el castigo que me correspondía, la vara en su mano nunca estuvo de adorno. Sabía que no era lo peor del castigo la limpieza del lugar, después llegaría el verdadero castigo y estoy segura de que terminaría limpiando mi propia sangre también.

Laia se retiró preocupada, cuando quedé a solas con la señora Nelma se acercó y agitó la vara en su mano.

_ Levanta la pollera.

Me regresé y levanté la falda para dejar expuesta mis pantorrillas y tenía medias largas, se muy bien que no va a dejar de pegarme hasta ver un poco de sangré. La anciana movió el brazo y los latigazos con esa vara de madera empezaron.

Ya no gritaba, pero me mordía los labios para no hacerlo, no era la primera vez, pero el dolor no es algo a lo qué alguien pueda acostumbrarse.

"Zas... Zas"

Las medias ya se habían tenido de rojo por la sangre y parecía que estaba cansada, así que dejó que me retirará después de limpiar.

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