Capitulo 8 - Prometido

Después de esos pensamientos Elisa recuperó aún más el entusiasmo.

_ Amo las relashi del reino norte, pero no será agradable repetirlo más allá de que sea la tendencia de esta época. Es por eso que estaba pensando que quizás unas Lilias ya que son parte del escudo de los Cambrell y con diamantes lunares, estoy segura de que harán la diferencia. Será algo costoso pero con los negocios que la familia ha expandido, podrán mostrar el poder que han adquirido_ sonrió.

_ Es una grandiosa idea, seguramente la familia quedara encantada. Se lo agradezco señorita.

Después podría decir que fue su idea, la señora Cambrell vería quién era la mejor para ese puesto, querían fingir que esa basura llevaba los negocios de la familia con el reino bajo, pero ella se encargaría de esparcir los rumores de que ella se encargó de la boda y con eso quedaría en claro que no servía para nada, volvió a hablar.

_ Si no te disgusta haré unas pruebas para que elijas el color con tu prometido y recuerda que pasaré por ti mañana para elegir el vestido.

Las otras dos señoritas parecían animadas con la conversación, mientras se alejaban comenzaron a burlarse.

_ No puede hacer nada por si misma, que inútil.

_ No debería ser tan generosa señorita Elisa, ella no se merece su amistad.

_ Respeten la posición chicas_ dijo falsamente Elisa mientras sonreía y reía con ellas.

Respetar la posición era lo mismo que decir que la traten como basura porque aún no cargaba con el apellido Cambrell y aunque lo hiciera su hedor a basura del reino bajo no despareceria.

Sin darle importancia a sus murmuros Camil continuó su camino hasta llegar a un par de puertas blancas con detalles en dorado, el hombre se aproximó para darle paso a la señorita y se quedó junto a la mismas, ya que el joven conde se encontraba dentro de la habitación.

La temperatura en el lugar aumentó en un instante y se podía ver el vapor que salían de una enorme tina de barro, aun así, el paisaje de las montañas a la distancia no se perdía a través de los gigantescos ventanales, más adelante un hermoso joven de cabello dorado y ojos marrones claros se encontraba contemplando el paisaje mientras se apoyaba en los bordes de los piletones. Se acercó a él pero su prometido se dirigió a ella sin perder la mirada en el paisaje.

_ Las murallas hace que la distancia se aprecie mejor y la vista sea asombrosa, incluso este paisaje nos recuerda nuestra posición en el mundo_ se regresó con una sonrisa _Creí que no tendrías tiempo para tu prometido hoy.

Fue correspondido con una sonrisa.

_ He venido apenas terminé.

_ Está mañana te extrañe, levantarse solo no es agradable y con todo este barro no podré hacer mucho ahora.

_ Los negocios y los preparativos de la boda no me están dejando mucho tiempo_ se escuso.

_ Deja los negocios con los de abajo, sabes que no me gusta.

_Tú padre no estará de acuerdo Aaron.

_ Tienes razón, él está agradecido por los resultados que has presentado y yo lo estoy por no tener que ver la basura, pero no soporto que tú lo hagas en mi lugar, solo déjalo no los necesitamos.

_Ellos no son desagradables como crees y dentro de poco cerraremos los negocios del mercado blanco.

Aaron se sorprendió.

_ Asombroso, mi padre nunca lo consiguió y tú haces lo imposible. Soy un afortunado al tenerte a mi lado Camil.

_ Al igual que yo Aaron. Ahora que estamos juntos quería contarte que estaba pensando en las flores para nuestra boda, ¿que te parecen lilas con piedras lunares?, me gustan las relashi pero ya son una tendencia y no será tan especial para la familia Cambrell.

La sonrisa de su prometido solo se amplió.

_ No dejas de sorprenderme, seguramente mi madre estará feliz de saber que te haz esforzando más que nadie para la boda, siempre haces un excelente trabajo.

_ Ella está haciendo mucho por mí, le digo lo que quiero y hace lo imposible para conseguirlo. Las piedras lunares no serán fácil de obtener en tan poco tiempo, creo que debería pedirle algo de ayuda.

Aaron comenzó a salir de los baños de barro para dirigirse a las duchas que estaban a un lado. A pesar de que habían algunos empleados en la habitación eso no lo inhibió, estaba acostumbrado desde que era niño a ser cambiado y vestido por otros, ni siquiera le daba importancia a los demás, ya que no significaban nada para él. A partir de su torso el barro se escurría por su piel, pero dejaba ver bastante bien su cuerpo, más allá de estar en sus 24 años su cuerpo estaba bien desarrollado y era el de un hombre, se podía apreciar lo bien entrenado que se encontraba, la piel de todo su cuerpo se mantenía intacta como si nunca hubiera estado en una batalla o enfrentamiento, pero ese echo estaba muy lejos de la realidad, ya había sufrido miles de heridas antes ya que apuntaba a ser general del regimiento principal, aunque su cuerpo no mostrara en marcas su rango como soldado, su físico y porte lo hacían en su lugar. En su camino hacia las duchas respondió a las preocupaciones de su prometida.

_ Lo conseguirá no te preocupes, yo le pedí a la mujer más poderosa del reino y aquí estás _ exclamó orgulloso de eso.

En su rostro había una sonrisa de satisfacción, pero no era lo mismo para Camil que estaba a sus espaldas, en unos segundos recupero su falsa sonrisa.

_ Debo regresar, estoy algo cansada y mañana tengo que ir por el vestido de novias.

_ Supongo que tendré que dejarte descansar, esperar hasta nuestra boda no será fácil.

_ Nuestra noche de bodas será inolvidable así que espérame un poco más, ese día dejare la anulación de lado.

Aaron se regresó y le regaló una gran sonrisa.

_ Tendremos muchos hijos Camil y tendrás que dejar a los niños de los demás para ocuparte de los nuestros.

_ En ese caso, me aseguraré de que los cuartos de los niños estén listos para cuando llegue el momento.

Al retirarse del lugar Aaron se quedó animado, después de la ducha se colocó la bata que el empleado le había acercado. Más allá de sus rasgos finos y serios, la felicidad era clara en su mirada y lo más importante estaba enamorado.

_ Consigue las mejores joyas del reino, debo darle un presente a la futura señora de la familia Cambrell.

Su sirviente personal asintió.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***