Capítulo 13: Primera vez

Al pasar los días, Eduardo estaba que se moría de los celos sabiendo que su chica estaba cerca de esos hombres, ya que sabía que hacen negocios juntos, aun así trataba de no mostrar su incomodidad, salían a cenar y a bailar los dos solos o a veces con Gustavo y Pía, llegó el día de del aniversario de la empresa y Mar y Pía vestían en forma espectacular, Pía llevaba un vestido que se amoldaba a su barriguita y Mar uno que tenía lentejuelas, luego de vestirse esperaron a sus hombres llegaran para ir a la fiesta.

Al llegar los dos se quedaron con la boca abierta al notar que se veían muy hermosas, a Gustavo le brillaban los ojos tan solo con ver a su mujer luciendo su embarazo y Eduardo estaba con una gran sonrisa al ver a Mar y pensar que será la envidia de todos.

Salieron de la casa y subieron al sus respectivos vehículos, Mar se fue con Eduardo y Pia con Gustavo.

Al llegar al evento, vieron que había muchos periodistas, los primeros en bajar fueron Pía y Gustavo, les tomaron algunas fotos y le hicieron preguntas a Pía ya que es una abogada que se ha estado ganando un nombre gracias a que gano un caso de un empresario de renombre acusado por acoso laboral.

Después bajaron Eduardo y Marlene, las fotos no se hicieron esperar, ya que los dos eran conocidos, él era un reconocido empresario frío y arrogante y Marlene como la diseñadora en ascenso, y todo estaba siendo transmitido en vivo.

En ciudad del Sol, sin querer Carla estaba viendo la transmisión en vivo ya que le llamaba la atención los vestidos de las asistentes al evento cuando ve a Eduardo de brazos de una mujer muy hermosa y le hirvió la sangre al verlos, no se dio a esperar para solicitar un detective y mandar a investigar a la chica que estaba con el hombre que quería para ella.

La fiesta se estaba llevando acabo de lo más normal, todo estaba muy bonito hasta que vio que llegaban los Alcántara que se acercaron a saludar al el Señor Eloy y a Sebastián Robledo, después de conversar con ellos fueron a saludar a Marlene que estaba al lado a Pía y su respectivos acompañantes.

- Don Francisco - Hola linda te ves hermosa - le dijo dándole un beso en su mejilla.

- Arthur - Si estas muy linda, y tu Pía con esa pancita que tu vestido luce fabulosamente.

- José - Si las dos están muy preciosas no hay ninguna como ustedes.

Eduardo y Gustavo estaban con cara de póker, viendo a esos dos personajes alagándolas de forma descarada como si ellos no estuvieran presentes.

- Marlene - Cambia esa cara amor, ellos me quieren como a una hermana no tienes por qué ponerte así, tu sabes que a quien quiero es a ti – le susurró al oído dándole un beso en la mejilla, acto que le calentó y su entrepierna lo sentía calentarse.

Las horas pasaron entre saludos y conversaciones con muchos de los socios conocidos, hasta Eduardo tuvo pláticas sobre algunos negocios, todo estaba yendo de los favorables. Como la 1 de la madrugada Pía se acercó a ellos para despedirse y se retiró junto a Gustavo a su hotel, hoy ella le pidió que el la marcará, quería estar más cerca de él y que más que ese acto que sería un enlace entre ellos.

Tan solo al llegar a la habitación, él la jalo al sillón, besándose muy apasionadamente sus lengua entrelazadas entre sí acariciándola todo el cuerpo, ella le quito la corbata luego la camisa, él fue ayudándola a quitar su vestido dejándola en sus diminutas prendan con su hermosa pancita a la vista, la lleno de besos, la cargo y la llevo al cuarto depositándola con mucho cuidado en la cama, beso sus labios y fue bajando por su cuello, lamiendo en la parte en que iría su marca y fue descendiendo hasta llegar a sus senos que estaban muy sensibles por el embarazo, ella gemía tan fuerte que el gruñía al escucharla y fue bajando hasta llegar a su centro dándole pequeñas lamidas y besos ella ya no soportaba lo quería dentro de ella.

- Pía – Gus por favor ahhhhh uhmmmmm te quiero dentro no puedo mas……

Gustavo sin más se colocó entre sus piernas y fue penetrándola lenta y delicadamente ya que temía lastimar al bebe.

Uhmmmm… que estrecha estas mi amor.

- Pía – mass…… fuerte por favor ahhhhh uhmmmmm siiiiiii, gritaba, mientras él le daba lo que ella pedía al llegar al clímax, él la beso y le lamio el cuello prendiéndole sus dientes y ella sintió dolor pero mucho más que eso era placer y en ese momento también lo escucho gemir y gruñir al terminar dentro de ella, ya cansados se echaron y se abrazaron quedándose dormidos.

Por otro lado, Eduardo estaba que ni él mismo se aguantaba por los celos que lo estaban carcomiendo, porque muchos socios de la empresa le daban cumplidos de lo hermosa, de lo inteligente, lo joven y bella que era, además de eso los gemelos que no se separaban de ellos, eso estaba haciendo que le hirviera la sangre aún más cuando los jefes se le cercaron entre abrazos, besos y felicitaciones😡, estaba feliz por ella, pero los celos lo estaban matando hasta que a las 3 de la madrugada ella le dijo que quiere irse a su casa, el sin más la abrazo y salieron rumbo a su casa al llegar ella estaba nerviosa.

- Marlene – ¿Te gustaría quedarte esta noche? – Pregunto ella poniéndose roja como un tomate.

- Eduardo – ¿estas segura mi amor? No quiero que te sientas obligada a nada, y claro que me gustaría pasar la noche contigo.

- Marlene – Que estas esperando entonces – le dijo tomando sus labios de forma hambrienta, sus labios se tocaron y sus lenguas se juntaron en una danza erótica, se tocaban por todos lados ella soltó un gemido que para Eduardo era de lo más hermoso que había escuchado, se separaron por falta de aire, él le acarició sus mejillas volviendo a besarla bajando lentamente a su cuello dando pequeños besos, pequeños mordiscos y succiones en su camino, sus manos fueron recorriendo todo su cuerpo, al sentir que se tensaba, dejó de besarla y la miro.

- Eduardo - ¿Qué pasa pequeña no estás segura? Sabes que yo no te obligaría y te esperaría todo el tiempo que sea necesario hasta que estés lista.

- Marlene – Estoy segura es sólo que... yo no sé qué hacer, nunca lo he hecho – dijo esto muy avergonzada – a mi edad siga siendo virgen.

Eduardo al escucharla decir que sería el primer hombre con ella, su lobo Saltaba y bailaba, orgulloso él le beso todo el rostro y le dijo – TE AMO PEQUEÑA – la cargo y la llevo a su habitación la recostó en la cama, ella lo miraba mientras él se quitaba la camisa y el pantalón quedando solo en bóxer.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***