Capítulo 12: celos

Al día siguiente, Eduardo despertó temprano y salió a correr junto con Gustavo que irradiaba felicidad.

- Eduardo – puedo saber por qué estás tan feliz hermano, ayer estabas que ni tú te soportabas.

- Gustavo – es que soy el ser más feliz del mundo, voy a ser PAPÁ, grita dejando a un Eduardo sorprendido.

- Eduardo – en serio, como así, Mar no me contó nada; me imagino que la Embarazada es su amiga, sí que la atinaste a la primera.

- Gustavo – bueno, no sé si fue a la primera, ya que estuvimos toda la noche y perdí la cuenta de cuantas veces lo hicimos, y tú ya o ¿aun nada?

- Eduardo – no, yo esperare a que ella esté preparada para dar ese paso, además no me siento merecedor de exigir nada a ella después de todo lo que paso.

- Gustavo – bueno yo te dije que esas mujeres te traerían problemas pero no escuchaste, y ahí están las consecuencias, yo por eso solo me iba a esos lugares a satisfacer mis necesidades porque esas mujeres no hacen preguntas ni exigen nada.

- Eduardo – pues que puedo hacer si ya están hechas las cosas, solo tengo que buscar una forma de contarle a Mar, y rogar que me perdone o por lo menos no me aleje de su lado para suplicar su perdón.

Gustavo no dijo nada, solo lo escuchaba, terminando de correr regresaron cada uno a su cuarto para prepararse ya que al medio día irían a buscar a las chicas para ir a almorzar con ellas.

Marlene, ya llegando a la empresa, se encuentro con el señor Francisco que al verla la saludo con cálido abrazo, entrando juntos para platicar un rato sobre cómo va el avance de sus diseños, de la confección y esas cosas, al llegar al último piso, él se fue a la oficina de Sebastián y ella a su oficina.

Pía por su parte estaba en camino al juzgado para averiguar sobre el caso que está llevando, y para después ir a su cita con su cliente, en ese momento sonó su teléfono.

📲 Halo – contesta sin ver quién es.

📳 Hola hermosa como está tu mañana.

📲 Hola Gus acá de camino al juzgado y luego tengo una cita con el cliente, cosa de un rato nada más, y tu ¿cómo estás?

📳 Yo con algo de náuseas matutinas y mareos.

📲 ¿Te sientes mal?, ¿te fuiste al médico? ¿Qué dice? o ¿ustedes no ven al médico?

📳 Jajajajaja claro que vamos al doctor, pero lo que yo tengo no se me va hasta dentro de algunos meses.

📲 Que como así, ¿quieres que vaya a verte? Bueno ahora termino lo que tengo que hacer y voy para el hotel.

📳 No te preocupes hermosa, estoy bien, es solo que yo soy el que sufre por el embarazo pero lo asumo muy feliz; así que no te preocupes por nada, te Llamaba para ir a almorzar juntos que dices.

📲 Bueno quede en almorzar con Mar, la llamo y le cancelo, te dejo ya estoy por entrar, te veo más tarde – y corta.

Eduardo estaba escuchando muy atento, y decidió ir buscar a Mar sin avisar para llevarla a comer con él.

Llego la 1 de la tarde, se presentó en recepción y pregunto por Marlene, y la recepcionista se comunica con ella y le dice que ya va a bajar que la espere, pasaron alrededor de unos 10 minutos y la ve salir del ascensor con un señor de edad y un joven que está de lo más sonriente, él se acercó y le agarro de la cintura de una manera muy posesiva lo que la tomó por sorpresa, el señor Francisco y Sebastián miraron a Eduardo esperando saber quién era, él se da cuenta y Marlene hace las presentaciones.

- Marlene – Señor Francisco, Sebastián les presenta a... e interviene el

- Eduardo – Su novio, mucho gusto señores – dijo en forma seria, dándoles la mano.

Ella lo Miro frunciendo el ceño por su actitud, luego de eso se despide y se retiran.

- Marlene – Me puedes decir ¿Qué fue eso?

- Eduardo – Nada, solo que eres mía y no quiero que nadie te mire cómo te estaban mirando.

- Marlene – estás loco, Don Francisco es un señor muy respetuoso y con respecto a Sebastián él es el CEO de la empresa y además de eso él está comprometido – dijo algo molesta.

- Eduardo – disculpa amor, es que no soporto que los hombres te miren con esos ojos como si te estuvieran desnudando, y además ese está comprometido pero no muerto.

- Marlene – ósea, tu si miras así de esa forma a las mujeres que se te pasan por el frente ya que solo salimos y tampoco estas muerto… - Dijo molesta y comenzó a caminar, él se quedó mudo y la siguió, al alcanzarla la abrazo por detrás.

- Eduardo – disculpa mi amor, es que me moriría si me dejaras.

- Marlene – el único que puede alejarme eres tú mismo; además te dije que te quiero mucho y no tienes por sentirte así y que confíes en mi así como yo en ti.

Llegaron a un restaurante, al entrar se dirigieron a una mesa y pidieron su comida de lo más tranquilos.

- Marlene – Edu, ¿cuánto tiempo estarás acá?, bueno te lo pregunto porque este fin de semana tenemos el aniversario de la empresa y me preguntaba si podrías acompañarme, pero si tienes que irte lo entenderé – lo dijo algo nerviosa y sonrojada.

- Eduardo - Claro que si pequeña, será un placer acompañarte, por cierto supe que tu amiga está esperando bebe.

- Marlene - si esta de un mes y una semana según me dijo, está nerviosa pero muy feliz, me dijo que el papá está muy emocionado con la espera; y no te lo conté porque es su vida y me pidió algo de discreción.

- Eduardo – Te entiendo mi amor, solo te lo preguntaba ya que mi mejor amigo es el papá del bebe, y sí que esta que ni él mismo aguanta su felicidad😁.

Siguieron hablando hasta que 2 hombres entraron y se caminaron directo hacia donde estaban sentados ellos y sin despegar sus ojos de Marlene, por su lado Eduardo sentía que la sangre se le calentaba de los celos que sentía.

- José – Hola linda como estas, veo que estas bien acompañada – le dice con una sonrisa.

- Marlene - Hola José si acá almorzando con mi novio y ustedes como están.

- Arthur - Bien muñeca, acá también viniendo a almorzar, estábamos pensando en ir a visitarte, pero ya que te vemos acá podemos almorzar juntos o ¿hay algún problema? – pregunta levantando una ceja.

- Marlene – No claro que no verdad mi amor – le dice a un Eduardo con cara de pocos amigos.

- Eduardo – Claro que no mi amor, por favor tomen asiento, es un placer – dice dándoles la mano a cada uno.

Y así transcurrió el almuerzo en un ambiente algo incómodo, y los tres entre bromas y risas terminaron la comida, luego de despedirse de ellos, Eduardo la acompañó a la empresa para luego dirigirse a su hotel.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***