Capítulo 11: medias verdades y Reencuentro

Pasaban los días, y los hermanos Alcántara estaban felices y eufóricos al saber que tenían una hermana, pero con miedo de que ella los rechace al saber la verdad.

Marlene estaba a full con su trabajo, creando sus bocetos y estando pendiente de la confección, despacho y entrega de su colección, ella era minuciosa y muy exigente en el trabajo pero sin ser pedante por eso sus compañeros la respetaban y la admiraban; además también algunos la miraban con envidia, pero ella siempre estaba abocada en su trabajo sin ofender a nadie, esa era la personalidad que la caracterizaba.

Eduardo por su parte estaba lidiando con Carla que no lo dejaba tranquilo y para completar sus problemas después de terminar con Miranda, ella también se volvió un dolor de cabeza para el con exigencias, llamadas, y además se aparecía en la oficina a gritar como loca, hasta que se le prohibió la entrada a la empresa; mejor dicho, su vida se volvió un auténtico caos, sin contar con los problemas que tenía con la manada que los estaba atacando, y buscando la forma de poder llegar a un acuerdo con ellos.

Gustavo se sentía mal, tenía mareos, muchas náuseas; Teo su lobo estaba triste, sentía que le faltaba algo y la nostalgia lo agobiaba, ya tenía más confianza e intimidad con Pía pero sentía que algo en ella era diferente, en una video llamada la vio más hermosa y algo cambiada y quería saber que era.

Pía por su lado estaba que comía de todo sin tener ningún síntoma de nada, ya iba por el mes de gestación pero su barriga estaba creciendo más de lo normal y eso le asustaba, y gracias a Dios tenía la ayuda de su madre, además que tenía su trabajo bien remunerado así que no se preocupaba mucho por ser madre soltera si Gustavo llegaba a rechazar a su hijo.

Marlene por su lado estaba muy feliz con la noticia que sería tía, y salía más seguidos con sus hermanos que la trataban como a una reina, al principio le preocupaba tanta atención y cercanía de ellos, pero le dijeron que la querían como a una hermana y Don Francisco le dijo que la quería como a la hija que siempre deseo tener.

Al irse de compras se tomaron unas fotos las que subieron a sus redes etiquetando a Marlene y a Pía se veían todos felices. Pía salió en la foto algo gordita y como estaba etiquetado Gustavo vio la foto de ellas con los chicos, al ver eso salió corriendo hacia la oficina de Eduardo y entro sin tocar y él lo ve molesto.

- Eduardo - pero que te pasa para que entres de esa manera a mi oficina - dijo molesto.

- Gustavo - cuando veas lo que te voy a mostrar no estarías así de molesto, viste las redes sociales de Mar, te digo que están felices en compañía de unos idiotas - dijo alterado.

Eduardo agarro su celular y entro en Instagram y vio las fotos de ella en una cena, de compras en un mall, y en un café, cerro los puños muy molesto y se levantó, salió corriendo de la oficina y a dos cuadras dejo a su lobo tomar el control y corrió sin rumbo por horas, al regresar ya más tranquilo se dirigió a su oficina a organizar sus pendientes y para planear su regreso a Tempest y hablar con Marlene antes de sacar conclusiones precipitadas. Llamo a Gustavo y se fueron al aeropuerto subiendo a jet privado rumbo a ver a sus chicas sin avisarles.

Mientras tanto las chicas estaban en casa de María, mamá de Pía, y con los hermanos de Marlene que querían conocer más de su hermana de cómo había vivido todos estos años.

Ya era las 9 de la noche y tenían que irse a su casa, Pía vivía con su madre y Marlene en su apartamento donde vivía con sus padres a sólo 2 casas de Pía, al llegar a casa se sintió con nostalgia, ya que en una casa tan grande ella sola muchas veces añoraba el recuerdo de sus padres, perdida en sus pensamientos no escucho la puerta y se fue a su cuarto a cambiarse, después regresó a la cocina y escucho el timbre, se dirigió a la puerta preguntándose quien seria a estas horas, al abrir la puerta se quedó sorprendida al ver a Eduardo parado frente a ella, inmediatamente corrió a sus brazos y el sin más la abrazo y la beso de forma suave y con anhelo, se dieron la vuelta y entraron a la casa.

- Eduardo - como estas pequeña, ¿me extrañaste?, porque yo te extrañe muchísimo - dijo dándole un ligero beso.

- Marlene - claro que sí, te extrañe un montón, hubiera querido que estés conmigo en todo las cosas que estoy logrando, no te imaginas cuanto, el desfile fue todo un éxito y la empresa tiene muchos pedidos - dijo emocionada.

- Eduardo - que bien mi amor estoy muy orgulloso de ti, y si estuve contigo todo el tiempo no de forma física pero si espiritual ya que estuviste aquí - le dijo apuntando a su pecho, lo que a ella le pareció de lo más romántico. Se quedaron abrasados en el mueble ya a las 11 de la noche él le dijo que tenía que ir a su hotel, ella le acompañó a la puerta se besaron y se fue.

Al siguiente día, Gustavo fue a la casa de Pía, toca el timbre y abre la puerta María (mamá de Pía) - Buenos días señora se encontrará Pía - dijo Gustavo.

- Pía - Mamá quien es tan temprano, preguntó, y al llegar a la puerta - ¿y tú que haces aquí? - pregunta algo nerviosa.

- Gustavo - hola Pía como estas, te ves hermosa - dijo con una sonrisa.

- Pía – hola - dice nerviosa – a que se debe tu visita.

- Gustavo - ¿crees que puedes invitarme a pasar para conversar?

Se hace a un lado la señora María y se va a la cocina, y los dos se dirigieron a la sala.

- Pía – ahora me gustaría saber ¿cómo me encontraste? y que deseas hablar conmigo.

- Gustavo – bueno, encontraste fue algo fácil y lo de hablar creo que es algo obvio de lo que tenemos que hablar - dijo mirando su pequeño vientre.

- Pía – la verdad es que estoy muy confundida, estar embarazada de alguien que prácticamente no conozco no es fácil para mí, y no sé si tú lo aceptaras o me obligaras a deshacerme de él, además algo raro me está pasando, él bebe se mueve y sé que eso no es normal, dice ya entre sollozos.

Él la observa con ternura y duda ya que sabe que tiene que decirle lo él bebe y el son, y que es normal que ya se sienta sus pequeños latidos como si se moviera.

- Gustavo - hermosa crees que podrías salir a caminar tengo algo que decirte.

- Pía – claro, espera que voy a cambiarme y bajo - y se fue a su cuarto.

Después ellos salieron, él la llevo a una cafetería, tomaron desayuno aunque ella apenas tomó una malteada y se fueron al parque.

- Gustavo – Pía ¿qué piensas tú sobre el bebé?, ¿qué es lo que pensabas hacer?

- Pía – la verdad no lo pensé ya que todo es tan repentino y eh estado con mucho trabajo, además de estar apoyando a Mar, no me dio el tiempo de pensar que hacer, aunque si tenía miedo que te enteraras y nos rechazaras mejor dicho que rechaces al bebé.

- Gustavo – entiendo, pero sabes yo jamás les haría daño ni a ti ni a mi hijo, ustedes son lo más importante para mí, sé que no nos conocemos y no sabemos mucho uno del otro, pero te puedo decir que aunque te parezca increíble yo te amo.

- Pía – ¿¿me amas?? ¿Cómo es que me puedes amar?, si nos vimos solo una vez y solo hablamos de vez en cuando por teléfono y las redes – dice ya algo alterada.

- Gustavo – no te alteres por favor, quiero que estés tranquila, porque quiero decirte algo muy importante.

- Pía – dime ¿qué quieres decirme, es algo malo? ¿Me va afectar a mi o a mi bebe?, lo que tienes que decirme….

- Gustavo – no es algo malo, o tal vez lo sea para ti, solo espero no me rechaces al saber mi verdad – respira hondo – ¿has escuchado sobre los hombres lobo? – La mira y ella asiente con la cabeza, y mirándola a los ojos le dice- yo soy un hombre lobo y tú eres mi mate desde que te vi en el club esa noche y te encontré, Teo está muy feliz y más aún que estamos esperando un cachorro.

Pía lo mira sin expresión alguna, y eso le preocupa a Gustavo, piensa y tiene miedo que vaya a ser rechazado😔.

- Pía - ¡ósea que soy tu mate y tú un lobo! ¿Por eso me amas por ser tu destinada?, yo se algo del tema ya que unos amigos de mamá eran lobos, pero los mataron, así que tengo algo de conocimiento, y dime ¿me vas a marcar?

Él se sorprendió con la reacción de ella, no se lo esperaba, pero Teo estaba que salta de felicidad.

- Gustavo – claro que si te voy a marcar, por tu eres mía y solo mía – dijo lanzándose a sus labios para darle un beso posesivo y demandante, separándose solo por falta de aire.

- Pía - Gus y que vamos hacer, tu estas en otra ciudad y yo no puedo dejar mi vida de la noche a la mañana tengo a mi mamá y mi trabajo.

- Gustavo - te parece bien si después pensamos en eso, ahora solo quiero abrazarte.

Se quedaron así un rato más y la llevo a casa.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***