Episodio 12

En medio de la desesperación de la batalla que se estaba dando a cabo en El Bosque de la Gran Tranquilidad y la tropa de Helena estaba siendo aniquilada por el ejercito espartano los soldados que aún se mantenían en pié mantenían la esperanza de que su rey llegaría a salvarlos de una muerte cruel en manos del enemigo. viéndose superados, Helena la líder del grupo decidió ordenar la retirada, lamentablemente no todos podían seguirle, así que bastantes soldados se quedaron atrás peleando y muriendo para darle una oportunidad a sus compañeros de salir de ahí con vida.

Helena: ¡Deprisa no hay que dejar que el sacrificio de nuestros hermanos sean en vano!

Los últimos cincuenta hombres que la seguían pensaban que sus vidas no serían tan importantes como la de Helena.

Soldado: Mi capitan, usted debe irse nosotros le dejaremos el camino libre, si vida importa más que la de todos nosotros. Déjenos y sálvese.

Helena: ¿Cómo puedes decir eso? Aunque fuera mi culpa que la mayoría del escuadrón este muerto.

Soldado: No se culpe capitan, no es su culpa, el enemigo sabía que veníamos; el problema es que caímos en su trampa. Pero usted afrontó la situación con fuerza y valentía digna de una reina.

Helena: ¿Cómo puedes decir eso ahora? Este no es el momento para pensar en eso.

Más temprano que tarde los espartanos les alcanzaron y rodearon, los dragones ya no tenían escapatoria, todos ya estaban listos para morir en batalla. Incluso Helena, que aunque escucho la campana del castillo no lograba ver a ningún escuadrón de rescate y lo último de sus tropas estaban a punto de caer, ella aún se sentía culpable por lo sucedido pero también se sentía furiosa por la manera en la que los acontecimientos se dieron a cabo. Mientras tanto Ares (el dios de la guerra) miraba a lo lejos como sus soldados habían masacrado a los espías y como rodeaban a los dragones que intentaban escapar.

Ares: Su fin esta tan cerca como su salvación, la intriga es ¿Qué pasará primero?

Cuando los espartanos estaban a punto de atacar a los espías fueron arrollados por el escuadrón de rescate liderado por el rey.

Ares: Rayos unos momentos más y me hubiera librado de esa dragona molesta. ¡Espartanos! ¡destruyan a los invasores!

Un puñado de espartanos salieron de las espaldas del dios dirigiéndose a los soldados que fueron a rescatar a Helena.

Berphomet: ¡Helena! ¿Qué pasó?

Helena: Sabían que veníamos, no pudimos escapar. Lo arruiné, mis malas decisiones costaron la vida de muchos soldados, no estoy lista para esto.

Berphomet: Helena. No te culpes tanto, no siempre podremos solucionar todos los problemas, en la guerra la muerte es inevitable; como capitán debes pensar una estrategia ofensiva y estar preparada para cualquier contingencia, no podrás evitar todas las muertes, pero tus decisiones deben salvar las vidas que puedas.

Herio: Helena, de pie, debemos irnos que el enemigo se está acercando.

Dastan: Ya es tarde debemos acabarlos y huir lo más rápido. ¡Soldados, formación en falange!

Los soldados rápidamente obedecieron y hicieron una posición indestructible.

Helena: ¡Dastan, cuidado con la lanza de Ares, su ataqué es mortal!

El rey mira hacia el cielo y ve como un ataque del dios de la guerra se dirige rápidamente hacia sus soldados.

Dastan: ¡Dispersen se ya! ¡Eviten el ataque de Ares!

Nuevamente los dragones obedecieron rápido y lograron evadir al ataque del dios.

Dastan: ¡Ataquen al enemigo ya!

Herio: Deberíamos hacer una formación defensiva dejar que mueran en un el muro de escudos.

Dastan: El ataque de Ares destruiría nuestra formación. si atacan de manera dispersa los poderes de Ares afectarán más a sus soldados que a los nuestros.

Ares: Así que pelean sin ninguna formación esperando que mis ataques perjudiquen a mis soldados, eso sería una estrategia muy efectiva si no fuera que necesito a estos soldados para acabar con un pez más gordo, veamos si esto funciona. Lluvia Localizada de Lanzas.

(La Lluvia Localizada de Lanzas es un ataque simple, pero fatal, Ares arroja su lanza y la misma cae como una lluvia interminable de flechas que no se detienen hasta acabar con el enemigo y solo con el enemigo.)

Ese ataque había matado a más de tres mil setecientos soldados que se encontraban en el campo de batalla, el rey y sus acompañantes se quedaron atónitos por tal escenario tan grotesco, el ejercito de la orden de plata había sido reducido de cuatro mil quinientos soldados a tan solo ochocientos cincuenta soldados; estaban siendo superados por quinientos mil espartanos.

Dastan: Suficiente, Pagarán por esto.

El joven rey vuelve a quitarse casi toda su armadura haciendo su poder muy volátil.

Herio: Reconsidere su decisión mi rey si ocurre lo mismo que la otra vez usted quedará expuesto al enemigo.

Dastan: No te preocupes, solo mataré a un montón de bastardos. ¡Llamarada Imperial!

Ese ataque había matado a todo el ejercito espartano y destruido parte del bosque ese ataque fue tan volátil que toda el área donde el enemigo se acercaba estaba carbonizada. Al mismo tiempo Ares había arrojado su lanza nuevamente solo que esta vez le atinó a Dastan en el pectoral izquierdo, muy cerca del corazón, el ataque fue tan fuerte que dejó clavado al rey en un árbol que estaba a sus espaldas, Herio preocupado miro a aquel joven rey clavado sin moverse pensando que el dios de la guerra lo había matado se volteó a ver al maldito y miro que él también había sido alcanzado por la Llamarada Imperial, ya que estaba derribado en el campo de batalla quemado. Rápidamente quitaron a Dastan del árbol y escaparon devuelta al reino con pérdidas colosales y un rey mal herido.

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