Keattlyn
Me despierto sintiendo un peso a mi lado, me giro y veo a Dean dormido plácidamente sujetando mi cintura, acaricio las líneas de su mandíbula y comienzo a recorrer sus brazos.
-¿Qué estas haciendo Butterffly?- pregunta con la voz ronca.
-Tocándote- espeto de manera obvia.
-entonces yo también puedo hacer lo mismo- dice deslizando su mano y acariciando mi pechos. La acción se ve interrumpida por mi hermano.
Abre la puerta y pego un salto haciéndome caer de la cama.
-Oigan ya salgan de una vez, anoche no nos dejaron dormir, y van hacer lo mismo, no me jodan, vengan a desayunar y dejen de ser conejos en celo.
Dean suelta una carcajada, mientras yo los fulminó con la mirada, me sobo el trasero por que me dolió e la madre, y le lanzo la almohada a mi hermana quien cierra la puerta rápidamente.
Nos vestimos y bajamos a comer, todos ya están sentado y engullendo el desayuno, yo agarro un tazón y me sirvo cereal y leche.
-No escucharon un ruido raro anoche- Pregunta mi hermano.
-Sí, pareciera como si estuvieran torturando a un pobre animal- le sigue el juego luca.
Si rostro se torna rojo por la vergüenza, escucho la risas de todos incluso de mi madre que se encuentra en la cocina. Hasta el idiota de Dean se está riendo de mí miseria. Genial, maravilloso.
-Termina de comer, saldremos a dar una vuelto- me dice Dean poniendo un mechón detrás de mi oreja.
Ya terminado, salimos, hace un frío de los mil demonios, enciende la calefacción del auto y arranca.
Aparca el auto en una librería que conozco muy bien, el lugar donde nos conocimos. Bajamos del auto y entramos. Una vez allí me paseo por las secciones escogiendo algo bueno para entretenerme, observo que se dirige a la sección de terror y me mira.
-Te interesa, si gustas puedo dartelo-dice con una sonrisa.
-Deja vú, no lo creo- expreso expresó riéndome. El imita mi acción y nos decimos a entrar en la sección de fantasía, escojo un libro y veo como hacen una mueca de disgusto.
-No entiendo cómo puede gustarte esa cosa- dice mirando el libro entre mis mano.
-Sencillo, así como me gustas tú- expongo de manera fácil. Su sonrisa se ancha y me toma de la cintura.
-entonces todavía te gusto- su tono se vuelve arrogante y pongo mis ojos en blanco.
Nos dirigimos a la caja y cancelamos el monto de los libros, terminado eso vamos a la cafetería y pedimos dos chocolate caliente con malvaviscos.
Dean extiende una cajita muy linda en mi dirección, lo miro desconcertada, la tomo y abro para ver el contenido. Es una cadena con piedras de esmeralda incrustadas a los lados, lleva grabado en el dije Butterffly con un libro a su lado. Mi corazón comienza a latir con fuerza.
-Quería dártelo antes, pero ocurrió todo esto y no tuve oportunidad de hacerlo hasta ahora.
Lo tomo entre mis manos admirando la hermosa pieza frente a mi.
-Déjame colocarlo- dice agarrando la cadena y levantándose. Hago mi cabello a un lado y lo abrocha. Es hermoso.-Me tomé la libertad de colocar un chip rastreador, sin importar donde estés te encontrare, lo prometo- ya decía yo que tanta emotividad era absurda, pero con todo lo que esta pasando no esperaba menos.
Le doy un beso casto en los labios y charlamos y así se nos fue el tiempo. Llegamos a casa y todo parece esta en orden excepto por una cosa, Keydan no estaba, había desaparecido desde la mañana y no daba señales de regresar, mis alarmas se dispararon pensando lo peor.
-Tranquila ,el no es fácil de secuestrar-Dice Dean.- Se donde puede estar, pero quiere estar solo, el volverá relájate, porque no terminamos lo que comenzamos esta mañana- me alza y me pone en su cadera, su tono pícaro me hace reír y nos vamos a mi habitación. Este hombre es insaciable.
Keydan
Me acerco a la lápida y dejo unas rosas blanca en su tumba, hacia tiempo que no venía. Mi precioso Girasol, Leyla.
-Oye lamento no poder venir antes, encontré a la mocosa y ahora resulta que esta metida en un problema mayor-Digo riendo- no entiendo como le hace para meterse en tremendo lío, pero bueno, antes me preguntaste si tenía algo por lo cual aferrarme, por lo que luchar, no supe responder en ese momento, no por que no tenía la respuesta, más bien fue por miedo a admitir una debilidad y una posible derrota, y eso eras tú y ahora lo es ella, una cacería grande esta por comenzar, presiento que nos veremos pronto muñeca, espero no haberte decepcionado todo este tiempo. – digo si entiendo un nudo en la garganta, mis ojos arden por las lágrimas retenidas.
Ha pasado un año de su partida y todavía duele como la primera vez. Le doy un beso a la lápida y me marcho.
Estoy seguro que volveré a verla pronto, solo esperó que antes de eso keattlyn pueda estar a salvo. Enciendo el auto y conduzco hasta casa, está comenzando a nevar, el invierno cayo antes de lo previsto. Es hora de estar alerta, pueden hacer un movimiento en cualquier momento.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Comments