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Keydan

-me quedaré contigo por estas semana, no te importará alojar a tu querido hermano , ¿cierto?- digo con desdén .

me examina con burlan, como si no pudiera creer lo que le estoy pidiendo. Sus ojos grises brillan con diversión, si alguien conoce a Keattlyn, en definitiva soy yo, nadie más sabe lo peligroso que puede ser una persona rota y vulnerable, fácil de corromper, y eso fue lo que sucedió con ella.

-Si es lo que quieres, hazlo, solo no me involucren en sus cosas nuevamente.

-¿ en serio quieres perderte de la diversión?, supongo que a pasado tiempo desde tu última cacería, ¿no?.

Esta por decir algo, pero somos interrumpidos por la llegada de la vieja viuda .

-Niños quieren galletas, acaban de salir del horno.

-Sra. Murphy él es mi hermano mayor, keydan, se quedará conmigo por unas semanas.- dice y extiendo mi mano para estrecharla con la señora.

-es un placer cariño, no sabía que Keattlyn tenía un hermano tan guapo-. Dice aceptando mi mano.

-no habla mucho de mi, eh.

Aceptamos las galletas, y nos pedimos de la Sra. Murphy, caminos 2 cuadras aproximadamente y llegamos a una casa de dos pisos, color azul con blanco.

-puedes ocupar la habitación del fondo, mano derecha. No te daré copia de las llaves-. Dice y sin más sube las escaleras a encerrarse en su  habitación.

Hago lo mismo, una vez dentro, me ocupo de desempacar todo, ordeno todo en su lugar, bajo las escaleras nuevamente y salgo a la parte trasera. Es un vecindario tranquilo, demasiado para mí gusto. Me limito a observa cada detalle, las casas, los autos, personas paseando.

Algo llama mi atención, es una chica, alta, rubia con buen cuerpo.

Me sonríe de manera coqueta y le devuelvo el gesto.

Esto no será aburrido después de todo- pienso.

La chica avanza hasta llegar a mi lugar.

-Hola, no te había visto por aquí,  ¿eres nuevo? – dice mientras lleva un mechón de cabello a la parte detrás d su oreja.

-de hecho sólo estoy de visita-. Trato de no sonar tan frío, no quiero ahuyentar a esta chica tan rápido.

-Oh, ya veo, se nota que no eres de por aquí, digo tu acento y rasgos te delatan-. Añade mientras sonríe- si gustas puedo mostrarte los alrededores.

-claro será un placer.

-Soy Laura Lancaster.- se presenta

-Keydan Mälcovich – digo mientras agarro su mano y depósito un beso en ella.

-Conozco un club muy bueno, te gustaría venir- pregunta después de un momento.

-claro, me gustaría. -

-Genial, vivo a dos cuadras de acá, casa amarilla con cercado blando, te esperaré a las 7 en punto, se puntual.- dice mientras me guiña un ojo.

que cervatillo más atrevido, tentando de esa manera aún depredador como yo.

se despide agitando su mano en mi dirección.

Es una buena víctima, está noche será agradable.

Giro sobre mis talones dispuesto a entrar , cuando veo a keattlyn en la ventana mirándome de manera desaprobatoria, le doy una sonrisa ladina y me saca el dedo de en medio.

-Muy maduro hermanita- susurro. Viendo que leyó mis labios, da la vuelta y se pierde en las cortinas.

Estoy apunto de entrar cuando veo a un gorrión tirado en el suelo, tiene el ala rota, de manera que le impide volar. Lo tomo en mis manos y lo examino.

Eso trae un dulce recuerdo a mi mente, la primera vez que experimenté la sensación de quitarle la vida a un animal, tan indefenso, se siento tan agradable. Rompí su cuello y lo observé por unos minutos.

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Moscú  08 de diciembre del 2006

Tenía 17 años cuando encontré un pequeño pájaro en la nieve, esta mal herido.

-Keydan, está herido, hay que ayudarlo- dijo mi hermana de 10 años.

-Tal vez sólo hay que terminar con su miseria- propuse de manera seria.

Sus ojos se agradaron y me dio una mirada de puro terror.

-No digas tonterías, iré por algo para ayudar al pajarito-propuso y entro a la casa.

Ese día me había molestado para que jugara con ella en la nieve, después de media hora rogando accedí.

Gire mi rostro viendo por donde había desaparecido esa mocosa.

Lo sostuve un rato más en mis manos, con una mano sin más  apreté el pequeño cuello del animal, vi como se retorcía en mi mano, hice más presión hasta que solo puede oír el excitante sonido del crujir de su cuello roto.

Su cabeza quedó colgando fuera de mi mano.

Vi como mi hermana se acercaba a mi con pasos rápidos, traía en sus manos una pequeña venda.

Hay gente estúpida pero ella se lleva el maldito premio- pensé.

-Key traje venda para el ala- dijo mientras se acercaba a mi.

-No será necesario, mira, está muerto-le dije mientras le tendía al animal para que ella lo viera.

Su expresión fue de terror y tristeza. Y me sentí jodidamente bien al saber que era yo quien había causado eso.

-Lo mataste- dijo entre sollozos mientras las lágrimas corrían por sus mejillas rosadas.

Me encogí  de hombros, lance el animal muerto en el piso, y seguí mi camino, adentrando a casa.

Quería volver a experimentar esa sensación tan exquisita. Quería volver hacerlo. Y esa no fue la última vez que sucedió.

<>

Entro a la casa y Marco el número de Dean para avisarle que ya estoy con ella.

Me da instrucciones de no tocarle ni un solo cabello. Bufo girando los ojos aunque no pueda verme. Este hombre me exaspera. Pellizco el puente de mi nariz para buscar La Paz interior.

 A pesar de todo se ha convertido en un compañero de cacería, por muy raro que parezca, aunque los dos tenemos el mismo objetivo: Keattlyn.

La llamada no dura mucho y cuelgo. Subo a mi habitación asignada y entro a darme una ducha.

Me deshago de mis prendas y entro al cuarto de baño. Enciendo el calentador, para evitar que se me congele el trasero nuevamente, sí, ya había sucedido en el hotel. Espero que el agua se torne tibia y entro en ella.

Después de un baño me recuesto un rato para esperar la llegada de mi hermosa noche, un lindo cervatillo me espera y este cazador está dispuesto matarlo.

Recuerdo la primera vez que Cruce la línea, asesine a una persona, había profanado y manchado a una persona que solo podía tocar yo. Charlie el esposo de mi madre. Se creía muy listo pero solo era un imbécil más. Pensó que se saldría con la suya, pero no se percató que vivía bajo el mismo techo con un demonio como yo. Ingenuo de su parte al pensar que no me daría cuenta de lo que había hecho, que no sabría que había tocado y roto mi juguete favorito.

Solo recordaba sus gritos de dolor y el placer que sentí mientras se retorcía y suplicaba por su vida, hice que mi hermana miraba. Nadie toca mis juguetes, no me quedo de otra que enseñarle un lección que le costaría la vida. Solo yo podía romperla, pero no de la manera en la que él lo había hecho.

Salí de mis pensamientos para dormir, necesitaba descansar para el espectáculo de esta noche.

 

 

 

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Comments

Angi Jose

Angi Jose

no entendí a qué se refería con su "juguete" a su hermana ?

2022-10-03

1

Maritza Hernández buitrago

Maritza Hernández buitrago

Ella desde pequeña también lo hacía que horror

2022-07-15

0

Eugenia Venegas Oyarzo

Eugenia Venegas Oyarzo

puros locos, no hay ninguno cuerdo??..🤯

2022-07-11

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