En el auto, la miro de vez en cuando, estoy algo tenso, no soy muy bueno en las conversaciones con desconocidos y si es con mujeres me coloco más nervioso, ellas tienden a compararme todo el tiempo con mi mellizo, algo que siempre me hace retraer en público… respiro profundo y trato de tener una conversación amena con ella, no sé exactamente que decir, pero supongo que la idea sería comenzar con algo sencillo.
-Luján y ¿Cuántos años tienes y de dónde eres?-
*Le pregunto un poco nervioso*
-Tengo 25 años y soy francesa, pero mis padres se mudaron a este país cuando era una bebé así que he vivido toda mi vida en este país-
*Me responde con una voz muy suave*
-Oh vaya, genial, mi padre es Italiano, pero supongo que esas cosas triviales las debes de conocer, la verdad me da vergüenza que tú nos recuerdes a nosotros y yo no pueda decir lo mismo-
*Le digo algo avergonzado y ella sonríe*
-La verdad no sabía que tenías descendencia Italiana, de niños siempre fuiste muy solitario y Dominic era tan sobre protector con sus hermanos que muy poco hablaba de su familia, lo único que sé es que tu padre y madre tienen unas gemelas, cuando nos mudamos de esa casa ellas tenían algunos siete u ocho años más o menos, para ese tiempo ustedes ya se habían marchado al extranjero a estudiar, así que no sé mucho de tu vida en realidad y no soy mucho de mirar chismes y farándula-
*Baja la mirada y se sonroja al de ir sus palabras*
-Bueno, entonces nos podremos conocer sin ninguna ventaja sobre el otro-
Le digo con una pequeña sonrisa haciendo que nos miremos y le guiño el ojo tratando de sobrellevar el ambiente.
Llegamos a un restaurante que encontramos por el camino, no quiero irnos más al norte y de regreso a su casa se nos haga tarde, tiene ganas de nevar, llevarla de regreso sería imposible si eso llega a pasar.
Parqueo el coche, le ayudo a bajar y extiendo mi brazo a ella para que entremos, se cuelga de mí, parece apenada, no es un lugar muy ostentoso, pero es tranquilo, creo es perfecto para nuestra peculiar conversación de esta noche, así que nos sentamos en una mesa junto a la ventana.
-Espero que el lugar sea de tu agrado, no quisiera irnos muy lejos de tu casa y después se nos haga difícil regresar-
*Le hago señas al mesero para que se acerque mientras le digo mis palabras*
-No hay problema, es un lugar muy bonito-
*Me responde y baja la mirada, se ve avergonzada todo el tiempo*
-Buenas noches, deseo que estén bien, por favor díganme su orden-
*Dice el mesero*
-Tráigame la especialidad de la noche, perdón, permita que la dama ordene primero ¿Qué deseas? Luján, siéntete libre de pedir lo que desees-
Le digo un poco apenado, estoy acostumbrado a comer solo en los restaurantes, me gusta probar cosas nuevas, así que muy poco miro los menús, solo pido dependiendo mi animo y las opciones que me brinde el mesero, aparte de que si no es con Dominic, como sólo, por eso olvide dejar que fuera ella quien ordenara primero, soy tan torpe cuando se trata de mujeres.
-Estoy bien con lo que tú ordenes, Donato-
*Pasa su cabello detrás de su oreja al decir sus palabras*
-Bueno, entonces también me traes el mejor vino que tengan y lo que te dije anteriormente, gracias, sería todo por ahora-
*Le digo al mesero*
-Si señor, en un momento traeré su pedido-
Nos dice y se aleja.
Miro a Luján, es una mujer muy hermosa, tiene unos ojos azules, buenos pech**, buena cintura y parte trasera… es eso último lo que no logro encajar en mi mente (aprieto mi mano), mi recuerdo no coincide con lo que veo, ¿Tal vez estoy paranoico?, debo tranquilizarme y preguntarle lo que sucedió entre nosotros y poder cerrar mis dudas.
-Yo lamento cualquier inconveniente que te pude causar esa vez y no quisiera parecer grosero, pero en verdad quiero que me expliques ¿Qué sucedió exactamente esa noche?-
*Le digo y ella parece nerviosa al escucharme*
-… Yo, no fui quien lo puso en ese estado, tampoco quiero que piense que me aproveché de su situación, lo juro, yo solo intente ayudarlo-
*Se ve algo inquieta en su silla mientras habla*
-No te preocupes, yo sé que no fuiste tú quien me drogó, solo quiero que me digas que sucedió entre nosotros, quiero comprobar algunas cosas, no te sientas nerviosa, no te haré daño o me enojaré contigo-
Sostengo su mano tratando de tranquilizarla mientras le doy una pequeña sonrisa en medio de mis palabras, ella me mira y vuelve a bajar la mirada, esta roja de la vergüenza que debe sentir hablando de este tema, en este lugar y con un desconocido.
-Me pediste que te ayudará, fuiste muy insistente, te dije que no podía ayudarte, pero estabas sufriendo tanto, yo quería hacerlo, por eso acepte… sentía mucha vergüenza de toda esa situación así que le dije que no me tocará y no le di la cara, pensé que no nos volveríamos a ver así que entre menos vieras de mí, sería mejor o eso pensé en ese momento, la verdad es que justo ahora solo no quiero que tengas una mala impresión de mí-
Cubre su rostro con sus manos, ella dice todo esto, mirándome de vez en cuando con su cara roja de vergüenza, es claro que todo lo que me dice aunque son muy vagas sus palabras, coinciden con lo que sucedió, pero sigo sin entender ¿Cómo pudo cambiar tanto en mi mente?.
-No necesitas cubrirte-
*Le digo y quito sus manos de su rostro*
-Sigue, no voy a juzgarte de ninguna manera, soy el menos indicado para hacer tal cosa-
*Le sonrío y el mesero llega con los platos y el vino, nos sirve y se marcha*
-Entonces, ¿Qué más sucedió?-
*Le vuelvo a preguntar*
-Pues… fue mi primera vez con un hombre-
*Dice y baja la mirada*
-Nosotros lo hicimos por tres horas seguidas, estabas tan eufórico que… que-
*Me mira apenada, muerde su labio inferior y vuelve a bajar la mirada antes de continuar hablando*
-… Lo hicimos por todos lados, yo-
*Sus lágrimas empiezan a salir*
-Lo siento, no llores-
*Saco mi pañuelo y se lo doy*
-Te aseguro que no tengo palabras para expresarte lo avergonzado que estoy por lo que hice, te juro que no es mi verdadero ser, solo estaba en una situación que no me permitió ser consciente de muchas cosas-
*Sostengo su mano mientras mis palabras salen avergonzadas*
-Trataré de compensar todo lo que te hice-
*Le digo y ella me suelta de un tirón*
-No soy una prostitu**, ni mucho menos hice eso por dinero, lo hice porque quise, no necesitas pagarme, estabas sufriendo y yo quería ayudarte-
*Me dice no muy duro, pero su rostro me dice que la ofendí*
-Nunca he querido ofenderte, todo lo contrario, te agradezco que me ayudaras en ese momento, quien sabe que habrían hecho esas mujeres conmigo en ese estado, tranquilízate un poco, por favor comamos, podemos seguir hablando al terminar-
Le digo mientras pienso que se ve muy agitada, esperaré un momento para que sigamos hablando, es obvio que esta afectada por lo que sucedió, darle tu virginidad a un desconocido que ahora te quiere “recompensar" por eso, no se escucha nada bien después de repetirlo en mi mente. Ella probó poco de su plato, yo igual, el ambiente se volvió algo pesado y esto es mucho para un retraído como yo.
-Dime ¿Qué más quieres saber?-
*Me pregunta en un tono serio y cortante con su vista hacia la calle*
-… ¿Por qué te fuiste sin avisarme?, pudiste esperar a que despertara y hubiéramos hablado-
*Le digo y ella voltea su rostro y me mira directo a los ojos*
-Porque no quería sentirme de la manera que me siento en este momento-
*Sus ojos se llenan de lágrimas y baja la mirada*
-No quería que me hicieras sentir que vendí mi virginidad, ya te dije que te ayudé porque así lo quise, no debes preocuparte por nada más y después de hoy no nos volveremos a ver, el mundo no se acabará para mí por ya no ser pura-
*Veo correr sus lágrimas y por inercia me acerco a ella y me arrodillo*
-Perdón, soy una bestia completa cuando se trata de hablar con mujeres, no es mi mejor campo de batalla, pero te juro que lo último que deseo es hacerte llorar, tampoco quiero que quedemos en malos términos, quizás si nos conocemos un poco podamos entendernos-
*Le digo y levanto su rostro tiernamente, la miro a los ojos y limpio sus mejillas.
-¿Quieres ser mi novia?, sé que todo es muy apresurado, pero en realidad quiero que nos conozcamos sin que te sientas mal, de esta forma podemos ver si nos entendemos y si las cosas funcionan pues sería algo bueno para ambos, ¿te parece?-
Mueve su cabeza afirmando a mi pregunta a la vez que trata de controlar sus lágrimas, sostengo sus mejillas, me acerco y la beso, sus labios son tan delgados que se pierden en medio de los míos, después de eso terminamos de comer y la lleve de regreso a su casa.
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Comments
💐@💫 LEO 💫 MOSQUERA 💫💐
mucha mal nacida pero le tiene que salir el tiro por la culata por egoísta
2023-04-24
4
Norelcy Mena
es una aprovechada sin vergüenza...
2023-04-03
1
Teriena Diaz
Qué impostora y se la da de Santa
2023-02-03
1