CAPÍTULO 11

A la mañana siguiente me desperté temprano a hacer desayuno para los dos, anoche no comimos, Dominic es feliz cuando le hago comida, él no sabe cocinar, todo el tiempo va a restaurantes o pide domicilios, es muy desordenado con su alimentación.

-Buenos días polluelo, ¿porqué no me despertaste?-

*Bosteza y se sienta en la barra de la cocina*

-Buenos días pimpollo, es temprano, tenemos suficiente tiempo para llegar a la oficina ¿a que te levantaría?, no sabes hacer nada que no sea fornicar-

*Nos reímos*

-Eso es cierto y soy muy bueno en esa parte, ja, ja, ja-

*Sirvo el desayuno*

Siempre lo molesto por ser tan promiscuo, desayunamos, hablamos cosas triviales de nuestras vidas, hacía mucho que no teníamos una conversación sin pensar en trabajo, reuniones o compromisos, solo nosotros dos como hermanos, son momentos que me estabilizan emocionalmente, no sé aún como manejar todo lo de Luján, estoy muy nervioso con toda esta situación.

Nos organizamos y nos fuimos a la oficina para volver a nuestra actuación, esa donde él aparenta ser feliz como un hombre exitoso y yo sigo hundido en mis inseguridades, colocando mi trabajo como prioridad para lograr sobrevivir día a día.

Las puertas del ascensor se abren, me despido de Dominic y salgo en dirección a mi oficina.

*Respiro profundo*

-Buenos días Doroti, en cinco minutos te quiero en mi oficina, trae donde anotar para que no te equivoques, hoy tendremos un día muy ajetreado-

-Sí señor, Buenos días ¿Le llevo su café?-

*Dice nerviosa*

-Sí, gracias-

Sigo a mi oficina, descargo mis cosas en el escritorio, quito mi saco y me siento en la silla, ruedo en ella hasta las persianas para abrirlas, va a ser un día muy frío, el desfile será en dos días, soy muy propenso a enfermarme de resfriados en esta temporada del año, espero no tener inconvenientes ese día.

*Toc, Toc*

-Adelante-

*Vuelvo al escritorio*

-Señor su café y soy toda oídos, ¿Qué necesita?-

*Dice entusiasmada*

-Quiero que una vez por semana, mmm, no, dos veces por semana envié flores a esta dirección, xxxx y que sean entregadas a la señorita Luján Leroy en persona si es posible, comenzando desde hoy-

*Bebo de mi café*

-Sí señor, ¿quiere algún tipo de flor en específico? O ¿algún mensaje?-

*La miro, lo pienso un segundo*

-No, puede enviarlo solo con mi nombre y las flores pueden ser las que usted decida-

*Abro mi computadora*

-Sí señor, Russo-

*Dice mientras escribe en su libreta*

-Una última cosa, quiero que me traigas el informe del desfile de ingreso para los nuevos practicantes con la hora exacta del evento, eso sería todo, te puedes retirar-

*Se marcha*

Después de eso los día se fueron volando, el sábado llego en un pestañar, no me he visto con Luján desde esa noche que cenamos, nos enviamos uno que otro, pero sigo sin saber como entablar una conversación con ella, me dio las gracias por las flores, ayer me dijo que si nos podíamos ver hoy, pero… respiro profundo, miro el reloj, ya van siendo las cuatro, debo ir al desfile, ya tendré tiempo de pensar si podemos vernos o no, me levanto, salgo de mi oficina, me dirijo al área de diseño y moda.

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<<< LUCÍAN >>>

Estoy afuera de la compañía Bolton & Russo, respiro profundo y me digo.

-Llego el momento Lucían, debes enfrentar tus miedos-

Ingreso para preguntar donde será el desfile, el guarda de seguridad me envía al área de Diseño y Moda, llevo el vestido en mis manos, pasé toda la noche en vela, no he dormido bien estos últimos tres días mis ojeras son visibles a kilómetros, me gusta vestir ropa holgada para que las personas no se fijen en mi delgada contextura, pero eso también hace que me miren raro por que estudio diseño, voy de camino al área de preparación para los diseñadores y veo muchas personas, muchos vestidos hermosos, todos tan elegantes, mis nervios empiezan a aparecer, doy la vuelta para intentar buscar un lugar donde ocultarme, salgo corriendo, entro al baño, alguien esta en el orinal, no presto atención y sigo derecho a un cubículo, empiezo a hiperventilar, creo que podría tener un ataque si no logro calmarme, escucho que alguien toca la puerta donde estoy encerrado.

-¿Hola?, ¿Estas bien?-

*vuelve a tocar*

-Esta ocupado, estoy bien-

*Contesto con mucha dificultad*

-Te escuchas agitado, ¿te puedo ayudar?, me llamo Donato, soy empleado de la compañía si necesitas atención médica, puedo hacerla traer para ti, parecías angustiado al entrar-

Mis ojos se abren, creo que me quedaré sin aire, ¿Donato?, de verdad dijo que es ¿Donato?, pero que hace en esta área, no creo que él sea quien se encargue de elegir a los aprendices ¿o sí?.

-Estoy bien, son los nervios, estaré como nuevo en unos minutos-

*Me dan ganas de vomitar, abro letrina y lo hago sin detenerme*

-Debes calmarte, abre, puedo ayudarte, por favor ¿presentaras tu diseño el día de hoy? ¿Eres un estudiante?-

*Creo que me voy a desmayar*

-Sí-

*Limpio mi boca, me siento en el suelo*

-Pero soy tímido y todos tienen diseños muy buenos, creo que debo irme, no tengo oportunidad de ganar habiendo tantas personas con talento-

*Silencio*

No dice nada por unos segundos, miro hacia debajo de la puerta, pero no veo sus pies, ¿se fue?, ¿lo aburrí con mis sollozos y vómitos?.

-Hola, ¿Cómo puedes rendirte antes de intentarlo?-

Doy un brinco y miro hacía el techo, él esta asomado por las separaciones de los baños desde la letrina de al lado, bajo la mirada veloz, en verdad es Donato, no quiero que me vea y menos en este estado, es tan vergonzoso, mi rostro está rojo completamente, me recojo en posición fetal en el suelo, puedo desvanecerme de la vergüenza que estoy sintiendo en este momento.