CAPÍTULO 19

<<< LUCÍAN >>>

-Lucían ¿Dónde estas?, ven, tengo algo para ti-

Escucho a Luján llamándome, ¿algo para mí?, ¿Qué puede ser?, pensé que Donato le diría algo de mí y ella estaría furiosa, anoche no volvió después de irse con él, llego al mediodía, ¿hice algo mal?, ¿me golpeará?, voy a la sala de donde me esta llamando, esta sentada en el sillón con un ramo de rosas en sus manos.

-Ten, te las regalo, no sé que gana mandándome flores, necesito dinero, no plantas-

*Me las lanza, caen algunos pétalos al suelo*

-Te las ganaste por ayudar a tu hermana, pero recuerda una cosa-

*Se levanta y me dice al oído*

-No puedes decirle nada a Donato así como tampoco debes hablarle sobre nuestra pésima relación, aún cuando entres a trabajar a su empresa solo serás el bicho raro del lugar, no olvides eso-

Se ríe de mi y regresa a su cuarto, observo las flores, son hermosas, huelen delicioso, tienen una tarjeta a un lado, dice de Donato Russo para Luján Leroy, ahora entiendo a que se refería, le di la oportunidad de acercarse a él sin tener que hacer mucho esfuerzo, camino a mi cuarto con mis ojos llenos de lágrimas, espero que Luján pueda darle la felicidad que yo nunca podré brindarle, me siento tan triste, coloco las flores en agua al lado de mi cama, miro la tarjeta, busco un lapicero y tacho el nombre de mi hermana para colocar el mío a un lado, solo puedo imaginar que me envía flores.

Desde ayer no puedo dejar de pensar que ellos están saliendo y fue el mismo Donato quien me lo dijo, ¿a esto se refería cuando Luján dijo que se haría cargo de mi problema?, me acuesto en la cama, soy tan estúpido ¿que esperaba?, obvio ella aprovecharía la oportunidad... ayer... al despertar de ese desmayo con él ante mis ojos fue como haber llegado al cielo y ver a mi ángel de la guarda en el paraíso… busco debajo de mi almohada y agarro la camisa que llevaba puesta ayer, quedo impregnado de su olor, creo que nunca lo volveré a lavar, lo huelo, es tan deliciosa su loción, me quedo dormido con mis ojos llenos de lágrimas.

Siento mi celular vibrar una y otra vez lo busco entre dormido, miro la pantalla, es un mensaje de Declan.

《Peluche, estoy fuera de tu casa, quiero que me acompañes a un lugar》

Me levanto veloz y corro a asomarme a la ventana de la sala, desde mi cuarto solo se ve la parte trasera de la casa y da a un callejón, abro la puerta, lo abrazo, verlo en este momento es reconfortante, él me levanta del suelo al responder mi abrazo.

-Sí siempre me recibes de esta forma por venir a tú casa, creo que empezaré a hacerlo seguido-

*Me baja*

-Ven, entremos a mi cuarto, me pondré algo rápido, lavaré mi cara y dientes para irnos, ¿A dónde vamos?-

*Cierro la puerta, él me sigue*

-Siéntete en tu casa, sabes que mi cuarto no es muy grande, pero solo me pondré zapatos y buscaré un abrigo-

Declan entra, se sienta en la cama y ve el ramo de flores en la mesa de noche junto a la nota con el nombre de Luján tachado.

-¿Ahora resulta que ese hombre corteja a Luján? Y tú ¿porqué tienes algo que es para ella?-

Me mira extrañado, me coloco algo nervioso, no puedo decirle la verdad, si Luján nos escucha es capaz de matarme cuando regrese.

-Eso… Luján me hizo un favor-

*Muerdo mi labio*

-¿Qué?-

*Levanta su ceja*

-Por favor, Declan, vámonos, no hablemos de eso aquí-

Él nota mis nervios así que no sigue insistiendo, termino de peinarme al abrir la puerta esta Luján afuera de mi habitación, siento que mi corazón se quiere salir de mi tórax, nos mira de pie a cabeza, estoy seguro que escucho nuestra conversación.

-Lucían hablemos un momento, ven a mi cuarto-

*Me dice, da la vuelta, intento seguirla, pero Declan me detiene*

-Debemos irnos o llegáremos tarde, Lucían, estoy seguro que pueden hablar cuando regresemos-

*Mira desafiando a Luján*

-Declan, por favor, no me demoro, te lo ruego no me des mas problemas-

*Me mira indeciso, pero suelta su agarre de mí, respira profundo*

-No te demores, estaré esperando por ti en la sala-

*Muevo mi cabeza en aprobación, sigo a Luján a su cuarto, se ve enojada, cierra la puerta*

-Mira esqueleto andante, he sido buena con tigo, por que gracias a ti tengo la oportunidad de salir de esta vida miserable, pero te juro que si le dices algo al metiche de tu amigo, te ira muy mal, espero que tengas eso bien claro-

*Golpea mi cabeza con su dedo al hablar*

-No voy a perder mi gallina de los huevos de oro por tus estupideces, creo que he sido clara con tigo, te puedes ir, es deprimente ver tu rostro-

Asiento con mi cabeza, salgo de su habitación, en verdad no me pego, pero es obvio que solo esta utilizando a Donato para su propia conveniencia, lo siento mucho, nunca creí que todo terminaría de esta forma, ahora eres el blanco de Luján, espero no haberte hecho un daño mayor con mis acciones, aprieto mi pecho.

-¿Qué sucedió?-

*Declan corren a mí apenas me ve*

-Estoy bien, por favor salgamos de aquí-

*Lo abrazo*

-Esta bien, vamos-

*Me responde y salimos de la casa*

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Comments

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Yendi Jaramillo Avila

en lo personal no entiendo cómo le aguanta tanto, ok son hermanos pero al grado de que solo porque le ayuda a pagar el arriendo yo no soportaría eese trato la dejo y que se muera de hambre