CAPÍTULO 15

El doctor sale de la oficina con Lucían, me acerco a ellos.

-¿Cómo está, doctor?, ¿es grave?-

*Le pregunto*

-Él esta bien, necesita alimentarse mejor, la falta de sueño junto al estrés de hablar en público, le colapsó su cerebro y se desmayo como modo de defensa, pero si descansa estará mejor-

*Lo miro, se ve apenado*

-Doctor, gracias, mi secretaría le pagará sus honorarios, Doroti, por favor atiende al señor, te puedes ir después de eso-

-Sí señor, por acá doctor, permítame atenderlo-

Se van, lo miro de pie a cabeza, tenerlo cerca, me hace dar cuenta que en verdad es muy pequeño y delgado.

-Vamos, busca tus cosas te llevare a casa-

*Me mira confundido*

-No, no es necesario, tomaré el metro, no debe preocuparse señor Russo-

*Baja la mirada*

-Le agradezco que me ayudara hoy, pero no debe molestarse, vivo muy lejos-

*Juega con sus manos*

-Te llevaré, no es molestia, me dirijo hacía allá, no tienes que sentirte apenado-

*Me mira y muerde su labio*

-Ahora, busca tus cosas, los resultados de los dos ganadores no saldrá hasta la otra semana, te ves cansado, puedo llevarte sin inconveniente-

*Le sonrío, él me mira, responde mi sonrisa y se vuelve a sonrojar*

-Bien, pero dígame una cosa antes ¿Qué va hacer a mi barrio alguien como usted?, eso puede ser peligroso acaso ¿vive en un lugar tan humilde?-

*Lo miro extrañado mientras él me mira a la expectativa de mi respuesta*

-¿No sabes?, creí que Luján te había dicho, lo siento, ni siquiera me he presentado, me llamo Donato Russo, pero parece que eso ya lo sabes, así que supuse tú hermana te había contado-

*Me mira confundido y a la vez apenado*

-Luján y yo... no somos muy unidos en realidad, pero no entiendo, ustedes... ¿están en contacto?-

Se ve sorprendido, pero por alguna razón parece preocupado, muerde constantemente la parte interna de su labio inferior.

-Sí, tú hermana Luján y yo estamos... saliendo-

Me mira incrédulo, parece nervioso después de escucharme, sus ojos se llenan de lágrimas y baja la mirada, frunzo el ceño, no entiendo su reacción.

-¿Sucede algo?, ¿te duele en algún lado?-

*Niega con la cabeza antes de contestar*

-No, no pasa nada, me alegro mucho por ustedes dos, ella… seguramente estará feliz-

*No dice nada mas, solo camina en dirección al ascensor*

-¿Para donde vas?-

*No entiendo su comportamiento*

-Señor Russo, no creo que debamos hablar, mi hermana es una mujer complicada, le aseguro que no le agradará la idea de que usted y yo lleguemos juntos a casa, en el metro llegaré a salvo, le agradezco lo que hizo por mi hoy, tenga una buena noche-

*Se aleja*

Me quedo anonadado de su respuesta, ¿Qué carajos?, ¿estamos hablando de la misma Luján?, por que esa mujer parece tan tranquila, ellos dos se parecen en lo mucho que se sonrojan, pero ¿Porqué se enojaría por llevar a su hermano a casa?, debería darle felicidad que no le sucedió nada grave ¿o no?, ¿tendrán una mala relación?, supongo que no todos los hermanos pueden llevarse como mis hermanos y yo, aparte... ¿Porqué sus reacciones?, parecía apenado, pero de un momento a otro se veía triste y enojado, ¿que sucede con él?.

Entro a mi oficina, recojo mis cosas y salgo en dirección a la casa de Luján, ahora tengo curiosidad de saber que tipo de relación tienen estos dos hermanos como para que él cambiara de actitud de una manera tan exagerada. Al llegar le mando un mensaje a Luján avisándole que estoy esperando afuera, ella me responde y sale unos minutos después, se ve muy sexy, he notado que su manera de vestir es a la moda con prendas caras, ¿lo costea trabajando de mesera?... le abro la puerta y cuando estamos por irnos veo llegar a Lucían, lleva una chaqueta delgada, sus mejillas están coloradas del frío, Luján desvía mi mirada a ella y me pregunta:

-¿Sucede algo?, pareces preocupado-

*Levanta una ceja, la miro, lo dudo por un segundo pero le pregunto*

-¿Cómo es tú relación con tú hermano?-

Frunce el ceño, su rostro cambio apenas dije mis palabras, mira por la ventana y lo ve abriendo la puerta, se queda en silencio, yo arranco para dirigirnos al norte a la discoteca que ella quiere ir.

-... La verdad, mi hermano y yo no tenemos una relación que podamos presumir, hemos tenido una vida un poco difícil, él siempre se aleja de todos, yo trato de respetar su decisión, a veces creo que me odia, al escuchar mi nombre se aleja de las personas-

*Sus ojos se llenan de lágrimas*

-Te juro que he intentado de muchas formas que él me acepte, pero es tan difícil tener una conversación sin que me insulte y me diga cosas feas, por eso nos mantenemos alejados-

*Sus lagrimas corren por sus mejillas, le paso un pañuelo para que se limpie*

-¿En serio?, creí que se llevaban mejor-

Sus palabras me dejan sin aliento, pensar que ese pequeño indefenso que encontré en el baño llorando, encerrado en su caparazón dentro de ese cubículo, pueda ser tan malo con su propia hermana, pero... su reacción cambiante tendría sentido.

-Sí, me ha lanzado cosas porque le pregunto como le fue en el trabajo o cuando le pido que compartamos un rato juntos me grita groserías... no hablemos de él, es un tema delicado para mí-