CAPÍTULO 14

-¿Lucían?, ¿Qué sucede? Vamos háblame-

*Lo cargo*

-Señor Russo, permita que los de seguridad se encarguen, no se preocupe, él debe estar nervioso, por eso se desmayó-

*Dice una de las presentadoras, me levanto con él en brazos*

-Llamen a un doctor, quiero que lo envíen a mi oficina, me encargaré de él personalmente, sigan con la presentación-

*Salgo del lugar*

Todos murmuran, tomo el ascensor, llego a mi oficina, Doroti se espanta al verme llegar con alguien en brazos, desesperadamente me ayuda a acostarlo en el sofá, me trae el botiquín, saco el alcohol, mojo un algodón, se lo coloco en la nariz, él reacciona de apoco, se ve tan delgado, tiene unas ojeras grandes que intenta tapar con maquillaje, se ve pálido, cuando lo cargue lo sentí demasiado liviano para alguien de su edad, intento levantar su camisa, pero él reacciona deteniendo mi mano, abre los ojos y entre balbuceos pregunta.

-¿Qué paso?, ¿Dónde estoy?-

*Intenta levantarse, lo ayudo a sentar*

-Te desmayaste al terminar tu presentación, ten cuidado, el doctor no debe tardar y estás en mi oficina, ¿Cómo te sientes?-

*Le pregunto algo preocupado por su estado físico*

-Estoy bien, solo fue la emoción del momento, creo que haber hablado en público me dejo exhausto, le dije en el baño que haría el ridículo frente a todos señor Donato-

*Dice con su rostro colorado, ¿Me reconoció?*

-... No te preocupes por eso ahora, le pudo suceder a cualquier persona que se encuentre nerviosa, mejor descansa, ten un poco de agua y no te levantes muy de prisa-

*Le digo a la vez que le paso el vaso*

-Gracias-

Lo recibe y mientras bebe su rostro cambia de color constantemente, me siento frente a él en otro mueble, lo miro detenidamente con mi mano en mi barbilla... sigo pensando en lo sucedido hace unos días, si fuera mujer podría jurar que se parece a la persona de mis recuerdos excepto por el cabello, pero… ¿Cómo podría estar con un hombre sin darme cuenta?, ¿es eso posible?, esta duda me esta carcomiendo y de mi boca salen las palabras que mi cerebro esta pensando.

-Alguna vez ¿haz usado peluca?-

*Me quedo sorprendido con lo que acabo de decir y él se ahoga con el agua*

-Lo siento, disculpa mi imprudencia, no sé porque pregunte tal cosa, no tienes por que contestar-

Me acerco a él tratando de ayudarlo a que estabilice su ahogamiento.

-Gracias, pero respondiendo a su pregunta-

*Me mira y vuelve a voltear entre su tos*

-No, nunca he usado peluca-

Sonríe entre dientes, vuelve a beber agua, se ve nervioso, quiero preguntarle varias cosas, pero me quedo en silencio, no quiero incomodar a otra persona solo por mis miedos a una relación con una desconocida... tocan la puerta sacándonos de ese momento denso.

*Toc, Toc*

-Adelante-

*Respondo, entra el doctor y Doroti*

-¿como están señor Russo?-

*Dice el médico mientras me da la mano*

-Bien, gracias, la persona que lo necesita es él-

*Señalo a Lucían*

-Oh, ok-

*Responde y se acerca a él*

-¿Como se siente?-

-Bien, creo que fue el momento de tensión el que hizo me desmayara-

*Le contesta Lucían*

-Por favor, quítese la camisa para poder revisarlo-

*Lucían me mira avergonzado, su rostro se vuelve rojo, me esta pidiendo con la mirada que salga*

-Puede revisarlo con confianza estare afuera, Doctor, permiso-

Salgo del estudio, no sé lo esperaba quedándome, es obvio que no somos cercanos para que se sienta cómodo desvistiendose frente a mí, aparte... ¿que respuesta esperabas haciéndole esa pregunta a ese niño? Donato, todo este asunto me esta volviendo loco, de alguna manera me siento sofocado... debo hacerme a la idea que la persona que me atido esa noche fue Luján y mi mente me engaño en ese entonces, no puedo evadir mi responsabilidad cuando fueron mis actos los que me llevaron a esta situación con ella. Me siento en la sala de espera con mi celular en la mano, lo pienso por un momento y le envío un mensaje.

《Hola, Luján, mañana domingo viajaré a Italia, creo que sería bueno vernos, ¿te gustaría ir a cine? O ¿a algún lugar en especial?》

Miro el reloj son las siete y media de la noche, creo que tendríamos tiempo de ir a algún lugar y llevarla de regreso a su casa no muy tarde... Llega un mensaje.

《Hola, amor, ¿cine?, por que mejor ¿vamos a la inauguración de la nueva discoteca al norte de la ciudad?, claro, sí tú quieres》

Lo leo, quito mis gafas, froto mis ojos, es increíble que las personas solo se interesen en estar de fiesta en fiesta, no entiendo la necesidad de estar en lugares cerrados y concurridos, respiro profundo... ¿Qué tan malo puede ser?, supongo que podré complacerla por esta noche, debo ser un poco flexible o ella no será capaz de abrirse a mi, de todos modos me iré por toda una semana probablemente, lo mas seguro es que no podré enviarle mensajes diarios, sí quiero que esto funcione, debemos compartir tiempo juntos y dejar que nuestras similitudes salgan a flote como dijo Dominic... de verdad estoy demente, no puedo creer que estoy siguiendo un consejo de él.