Capítulo 18

CONGELADO Corazón.

...Capítulo 18...

Hally:

Caigo bruscamente en el suelo con una intensa sensación de nauseas que no recuerdo haber sentido antes, me pongo de pie y empiezo a mirar a mi alrededor, me encuentro en un lugar totalmente oscuro y por un breve momento mi mente quiere hacerme recordar algún escenario similar que al parecer he visto antes, todo teñido de un violeta suave casi imperceptible y visos azules que me recuerdan el tono de mi cabello; todo se empieza a encerrar a mi alrededor y a pesar de la ausencia de paredes siento un leve sofoco inexplicable.

Observando con atención puedo notar que esto parece ser alguna especie de hoyo negro, un espacio vacío y solitario que al parecer está absorbiéndome, levanto la mirada sobre mí y puedo notar un pequeño y débil punto de luz en medio de la neblina que empieza a volverse cada vez más densa, éste podría ser una salida y sin embargo no me esfuerzo en llegar allí por alguna razón.

Escucho entonces el eco detrás de mí y nuevamente mi mente inconsciente se esfuerza por recordar algo que se esfuma entre mis pensamientos, trato de agudizar mis oídos y de alguna manera acercarme a la urgencia de una voz que hace que mi corazón acelere su ritmo y mis emociones se vuelvan abrumadoras en mi pecho, como puedo avanzo a través de la profunda oscuridad.

- Haaa…Hally… - escucho más claro y de inmediato entiendo mi reacción involuntaria.

- ¿Mamá…? – susurro y mi voz se interrumpe con mi propio eco.

Me esfuerzo por ver a través de la niebla con la desesperación corriendo por mis venas.

- ¡Mamá! – exclamo al verla por fin y corro hacia ella, mi hermano y mi papá se encuentran a su lado y yo solo puedo pensar en abrazarlos.

- No puedes hacer eso cariño – escucho a mi padre antes de llegar a tocarlos.

- Yo… yo los extraño mucho – digo con voz quebrada sin saber por qué, pero acepto la negativa de papá y evito el contacto.

- Lo sabemos hija, pero debes salir de aquí, tienes que subir – dice mamá dirigiendo su mirada a aquel diminuto punto de luz.

- Tienen que venir conmigo – miro a cada uno de ellos seriamente.

Los tres se mantienen en silencio y de forma extrañamente sincronizada empiezan a formar una especie de escalera para que yo pueda trepar sobre ellos hacia la salida, en ese momento puedo sentir como el espacio es cada vez más reducido y decido no perder el tiempo y apoyándome en mi familia logro tener contacto con la luz que poco a poco empieza a ensancharse con mis brazos.

Siento como soy empujada a la superficie al mismo tiempo que hacia adentro todo parece más estrecho, una vez que mis hombros están fuera de la oscuridad me impulso rápidamente y noto que el exterior parece ser un sitio al aire libre cubierto de césped, logro quedar recostada completamente sobre este, sin perder de vista el lugar de donde salí y rápidamente tomo con fuerza los brazos de mamá.

- Mamá, los subiré – digo desesperada ante su expresión de angustia.

Ya no puedo ver más allá de su rostro y no sé qué ha sucedido con mi hermano y papá.

- ¿Puedes verlos? – pregunto entonces y ella gira su vista hacia abajo para luego negar con la cabeza.

- Está bien, está bien, todo va a estar bien – dice apresurada mientras lagrimas ruedan por sus mejillas.

- Mamá… no es cierto, ¡No es así! – digo con voz quebrada y sin embargo retengo las lágrimas.

- Escucha Hally, te amamos y eso no va a cambiar nunca, pero debes quedarte en la luz, debes vivir, superar la pérdida para ser feliz… se valiente – dice al final de lo que parece ser una despedida.

Mi angustia se intensifica y pienso en miles de soluciones hasta que soy consciente de mis poderes y cierro los ojos concentrándome en congelar la orilla del circulo negro en donde están las personas más importantes de mi vida; pero es justo antes de empezar a congelarlo todo que escucho en mi mente “ninguno de ustedes debe usar la magia bajo ninguna circunstancia” y reacciono inmediatamente a ello.

- Lo siento mamá - susurro esta vez dejando caer una lagrima y ella sabiendo muy bien que la oscuridad se la tragará junto con el resto de mi familia solo puede sonreírme una última vez, hasta que sus manos se deslizan de las mías.

Seguido de eso el agujero se cierra y yo solamente me arrodillo sobre el césped con una sensación de vacío en mi pecho, es ahí donde veo a alguien acercarse.

- Hall, ¿Estas bien? – me dice el chico de ojos manchados de dorado que por alguna razón me genera cierta familiaridad.

- ¿Te conozco? – digo incorporándome rápidamente y ahora a la defensiva, lo cual me parece confuso.

- ¿No me recuerdas? – se acerca despacio.

- ¿Qué haces?...

- Hally despierta – me dice serio y entonces lo reconozco.

- Matt… Matt se han ido – digo triste y sin entender la razón me lanzo a sus brazos.

- Lo sé, lo vi – él me sostiene en su pecho y la tranquilidad empieza a recorrerme – pero yo estoy aquí Hally, estoy aquí por ti.

Levanto mi mirada hacia él y entiendo la familiaridad de su mirada, ese magnetismo que reconozco muy bien.

- ¿No te irás? – pregunto en un susurro.

- Nunca sin ti – asegura y no puedo evitar confiar en sus palabras.

Seguimos observándonos en silencio, sin tomar ninguna distancia, él acerca su pulgar a mi mejilla para borrar aquella lagrima que dejé caer hace un momento y provoca mucha más cercanía entre nosotros, mis pensamientos se opacan por completo cuando veo sus intenciones y mira mis labios, entonces soy yo la que toma el impulso para cerrar por completo el espacio entre nosotros, estoy por cerrar los ojos…

Y antes de que algo más suceda todo se desvanece de golpe y caigo al suelo perdiendo el equilibrio, lentamente observo con atención hacia mi alrededor y empiezo a recordarlo todo, ahora me encuentro en Bluecrys, lo que acaba de suceder no es más que magia, una ilusión.

...•○•○•○•...

Matthew:

La conocida sensación de nauseas me recorre con una intensidad mucho más alta de lo que alguna vez sentí y me apoyo en la pared para sostenerme, entonces me centro en mi alrededor para ver una habitación completamente vacía, seguramente estoy en algún edificio de Bluecrys por la sensación de la magia a en el aire y el estilo refinado de lo que podría ser una lujosa oficina de algún miembro del Concejo. Observo con curiosidad el sitio hasta que me encuentro con mi familia en una situación completamente extraña.

- Scar, ¿Qué es lo que sucede? - ella parece no escuchar y estoy seguro que en su expresión de valentía se esconde un brillo de miedo.

- Brett, ¿Qué haces? – le pregunto a mi padre que mantiene una mirada perdida.

Mi hermana y mi madre se encuentran de pie en el centro de la habitación tomadas de la mano y por su postura sé que algo no está bien, Brett se encuentra caminando en círculos alrededor de ellas y por alguna razón eso me causa ansiedad, sin embargo, no logro entender lo que está pasando.

Me acerco hacia mi padre que aún está a una distancia considerable de Scar y Mamá, pero antes de tocarlo, caigo al suelo de golpe, impulsado por alguna clase de campo de fuerza que lo rodea.

- ¿Mamá puedes oírme? – pregunto ahogado, incorporándome nuevamente.

Al no obtener respuesta intento tomar un respiro y entender lo que sucede, observo las expresiones de mi familia, miro hacia todos los rincones y solo puedo notar que no hay puertas, ni ventanas, lo cual aumenta mi preocupación.

No entiendo como llegué aquí, ese sutil tono violeta esta sobre todo el lugar, Scar y mamá permanecen inmóviles en el centro de la habitación y mi padre cada vez camina más cercano a ellas, entonces noto algo aún más inusual cuando mi hermana dirige su mirada a la sombra de nuestro padre, vestido con un perfecto traje elegante, su ropa cada día es más similar a lo que usan los miembros del Concejo y eso siempre me pone nervioso.

Algo extraño pasa con su sombra, es exponencialmente grande con relación a su cuerpo y su altura, además, este sitio no tiene ninguna fuente de luz, de hecho, es confuso como puedo verlo todo, pruebo el ver mi propia sombra y noto que en realidad no poseo ninguna y todo esto empieza a asustarme cada vez más.

Rodeo a mi familia rápidamente para ver si Scar o Mamá tampoco tienen sombra y en efecto, ninguna parece tenerla, esto es más extraño a cada momento y la sensación de peligro no deja de envolverme.

Trato de entrar en el circulo invisible que recorre mi padre, pero nuevamente soy arrojado lejos y esta vez impacto contra la pared, lo sigo intentando, corro hacia Scarlett, hacia mamá, una y otra vez sin detenerme hasta que me doy cuenta que estoy sangrando de mi frente, me he lastimado las rodillas, la espalda y tengo rasguños en las palmas de mis manos.

No sé cuánto tiempo paso en todo esto, pero mamá está llorando y la postura de mi hermana se ve cada vez más débil, es entonces cuando inicia la peor parte de todo, la gigantesca sombra de mi padre rosa uno de los pies de Scar y veo chispas como si esa zona estuviera a punto de encenderse en fuego, ella se retuerce, pero trata de mantener la compostura y aprieta su agarre en la mano de nuestra madre.

Inmediatamente la sombra de Brett empieza a invadir el espacio de ambas y ellas empiezan a gimotear y gritar de dolor al recibir quemaduras en su cuerpo.

- ¡Brett detente ahora mismo, les haces daño! – le grito, pero él no escucha - ¡BRETT, PARA YA! – grito con todas mis fuerzas

De repente él fija su mirada en mí y sin detenerse empieza a susurrar – son las reglas del Concejo, son las reglas del Concejo – repite una y otra vez con voz monótona y sin apartar sus ojos de los míos.

- Brett…Papá, ¡Por favor! – le ruego, llamándolo “papá” por primera vez en mucho tiempo, pero eso solo le hace mirar hacia el frente y continuar caminando, me lleno de frustración.

Entonces, recuerdo que puedo detener todo esto con magia y mi primera reacción es lanzar llamas de fuego a los pies de Brett para detenerlo, empiezo a concentrar toda mi energía en las manos, visualizando la magia, listo para arrojarlo todo lo más pronto posible.

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