Capítulo 15

CONGELADO Corazón.

...Capítulo 15...

Matthew:

Habíamos decidido regresar por mi auto a pesar de que estaba estrellado y con los vidrios rotos, estábamos en medio del bosque y aunque no estábamos tan lejos de Polther City no había manera de regresar, necesitábamos al menos avanzar hasta encontrar un lugar donde conseguir otro auto y talvez un taller para dejar éste, hicimos lo mejor que pudimos para curar nuestras heridas, yo era claramente el más afectado, pero cada uno activo su curación por aparte, no esperaba nada más que eso ya que Hally podía ser tan medianamente amable como repelente, distante y actuar a la defensiva de un instante a otro, aunque era un poco difícil seguirle el paso y comprender sus reacciones, empezaba a adaptarme a ello, de todas maneras yo era solo una especie de instructor para ella y nada más que eso.

Ahora me encontraba conduciendo con dificultad por los daños que había sufrido el auto, sobre todo en el frente, que estaba destrozado, con piezas colgando hacia adelante impidiendo el movimiento de las ruedas delanteras y aunque no lo dijera estaba seguro de que Hally empezaba a desesperar por avanzar entre frenadas y ruidos extraños.

- Esto es ridículo – murmuro ella, casi en un gruñido.

- No tenemos más opciones… - no pude continuar debido a otra frenada involuntaria, el sistema automático del auto marcaba constantemente la proximidad de algo y éste debía empujar el freno constantemente para evitar pincharse – lo siento.

- Se de otras opciones – dijo molesta y en un movimiento rápido salió del automóvil, de su lado no había puerta e iba a tan baja velocidad que no le fue difícil salir.

- ¿Qué estás haciendo Hally? – pregunté algo aturdido, no alcance a salir cuando vi, que había terminado de arrancar las piezas del frente de forma brusca.

Cuando estuve a su lado solo pude sorprenderme de su impulsividad, incluso había lanzado en el camino los pedazos de metal que había arrancado, lo hizo completamente enojada, yo solo pude estar en silencio por unos segundos. Se volteó hacia mí luego de un rato, no estaba seguro de si todo esto era por el auto o por todo lo demás, con ella nunca se sabía, di un paso hacia ella instintivamente.

- ¡No te acerques! – exclamó, yo me quede quieto al instante y abrí la boca para hablar sin ni siquiera estar seguro que lo que diría - ¡No me hables! – cerro los ojos y empuño sus manos, entonces puede ver lo que intentaba hacer sin éxito.

- No estoy seguro de cómo funcione para ti… pero necesitas descargar todo lo que sientes en algún momento Hall… - dije muy suavemente, sin moverme, ella seguía en silencio y aunque sabíamos que no teníamos tiempo de sobra, entendía que este día había sido sumamente duro para ella y aún no terminaría.

- Yo solo… ¿Puedes dejar de tratarme de esta manera? – abrió los ojos lentamente mirando al suelo.

- ¿De qué manera? – pregunté confundido.

- ¡No lo sé! – ella se volteó hacia el auto nuevamente – tenemos que irnos – declaró y subió con expresión molesta.

Yo la seguí lentamente y decidí no hablarle más cuando me senté al volante, parecía que no era el momento e intenté conducir nuevamente, lo cierto es que sin las piezas colgantes tenía una mejor velocidad.

…

…

…

Antes de ver que Hally se durmiera en su asiento y tuviera que detenerme para llevarla a la parte trasera del auto, evitando que cayera y rodara por la carretera a falta de la puerta de su lado…Casi pude notarla inquieta y molesta sin razón aparente, o al menos eso quería aparentar frente a mí, entendía que todo esto, había sido un traumático recordatorio de cosas que parecían desestabilizar completamente el forzado control que solía mantener sobre sí misma, por eso me era difícil creer que se había dormido estando así, “¿Puedes dejar de tratarme de esta manera?”, era esa pregunta la que no lograba comprender por completo.

Conduje por horas y de la manera más rápida que me permitían los daños y averías de mi automóvil, ya había amanecido por completo y cada momento que pasaba me hacía pensar en Scar, no me preocupaba por el hecho de no saber nada de ella hasta ahora porque eso no solía ser un problema, me preocupaba por la última vez que la había visto, el Concejo la había descubierto y como estaba la situación sabía que eso significaba peligro, mi ansiedad por encontrar algo que pudiera hacer que las cosas se aceleraran, aumentaba a cada segundo y aunque había entrenado para manejar de forma correcta esas emociones, nunca me había encontrado con circunstancias como éstas, solo de recordar aquel Ignom parado frente a mí me inquietaba.

...•○•○•○•...

Hally:

-Hall … Hally y y y … Hall … - escuchaba mi nombre retumbando en eco.

Me encontraba en algún espacio vacío y oscuro, con un resplandor violeta brillante que a pesar de la oscuridad parecía darle color al lugar, lo único que estaba en este lugar conmigo, era un cofre en el centro; me acerque a mirarlo, relucía increíblemente y parecía antiguo, sin embargo solo lograba ver el mismo color… “Antiguamente los magos se comunicaban con otros por medio de sueños, quien recibía el mensaje lo reconocía al encontrar todo tintado del violeta peculiar que solo un mago puede percibir” recordé de alguna de mis clases de historia de la magia.

- ¿Éste es un mensaje? – pensé, sin embargo, no necesite pronunciarlo para escuchar la pregunta resonar en el lugar.

- Hally... Hally y y … ¡Ábrelo o o! – la exclamación en el eco me hacía desesperarme por alguna razón.

Tome el cofre entre mis manos y lo abrí, encontré un tipo de pergamino enrollado adentro, lo saque y lo empecé a estirar frente a mí; cuando lo tenía extendido, vi que estaba escrito en algún tipo de idioma antiguo y letras extrañas.

- Éste debe ser el idioma original de los magos – pensé y de igual manera resonó en el lugar esa frase.

No sabía cómo funcionaba esto, pero, aunque no era una experta leyendo este idioma, sentía que iba a poder comprenderlo de alguna forma, así que me concentre en las letras y trate de recordar su pronunciación. Entonces, la otra voz empezó a pronunciarlo todo y aunque era un idioma que no comprendía del todo, empecé a escucharlo y entenderlo claramente.

“Hally Smith, sé que me buscan, tú y el joven Evans, pero no me encontrarán como lo esperan, no son los únicos que me buscan y hace semanas tuve que ocultarme, sin embargo, quiero que me encuentres, tú eres la clave de la justicia para los magos y especialmente para todo lo que representa el apellido Smith, confío en que me encuentres y por eso te daré mi primer consejo…Cuando sea el momento, ninguno de ustedes debe usar la magia bajo ninguna circunstancia, ni siquiera para localizarme, porque te aseguro que me encontrarán, estaré cerca, pero en donde estoy no puedo usar magia más que para este mensaje y ustedes tampoco la usaran por su seguridad, espero verlos pronto y recuerda Hally no debes perder la posición de batalla”.

El pergamino se resbalo de mis manos y volvió a enrollarse por sí solo, cayendo dentro del cofre en segundos, el cofre también se cerró y pronto desapareció, yo casi no pude reaccionar por la sorpresa y el efecto que había tenido esa última frase para mí.

“Hall recuerda que no debes perder la posición de batalla” – Escuché la voz de Derek en mi cabeza y sentí que mi corazón se estrujaba dentro de mi pecho, el lugar empezó a perder el tono violeta y con ese cambio pude distraer mi nostalgia hasta que me encontraba en un cuarto vacío y oscuro, cerré los ojos y, sin embargo, el rostro de mi hermano seguía presente en mi mente, con su sonrisa comprensiva y esa calidez en su mirada que extrañaba con todas mis fuerzas.

...▬▬▬...

- Hall – escuche de nuevo, pero ya no quería abrir los ojos, quería mantener su rostro en mi mente tanto como pudiera.

- Hall, Hally – sentí un ligero peso sobre mi hombro, pero me negaba a reaccionar.

Luego de eso sentí como alguien rosaba mi mejilla con sus dedos y una leve caricia en mi cabello.

- Oye, Hally está bien, todo está bien, solo despierta – volvía a escuchar y empecé a notar que esa no era la misma voz que había escuchado antes. Abrí mis ojos lentamente, reconociéndola y pude ver a Matt inclinado hacia mí con una mirada de preocupación.

- Matt – susurré y él pareció aliviado.

- ¿Por qué llorabas? – preguntó dudoso y hasta ese momento lo noté, tenía mis mejillas completamente húmedas.

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