Capítulo 2

CONGELADO Corazón.

...Capítulo 2...

Hally:

Por fin llegaron todos mis compañeros de clase, observo que unos cuantos no están, posiblemente se fueron de la ciudad, lo cual me parece genial, al parecer no hay estudiantes nuevos este año, será un año más sencillo de lo que creí, ya logré poner incomoda a la nueva maestra y supongo que no me molestará, es seguro que desde la dirección le dieron las instrucciones básicas: evitar ciertas cosas, no llamarme por mi nombre o no incluirme en trabajos grupales; dejarme tranquila, en pocas palabras.

En el instituto no me llaman por mi nombre, no porque no lo sepan... del todo, algunos temen pronunciarlo o lo olvidan incluso mientras lo están escuchando o leyendo, esto gracias a mis advertencias y juegos mentales, incluso ya no se molestan en ponerlo en las listas de asistencia, sé que parece algo sin sentido e incluso hoy lo veo un poco como un acto infantil, pero no es porque odie mi nombre, es solo que ninguna de estas personas merece saberlo o siquiera lo necesitan conocer y sobre todo, yo no necesito escucharlo más veces de lo necesario en el día, no después de la lastima con la que aún lo pronuncian mis instructores de la red de magos de Bluecrys.

Suelo tener clases de magia y combate “virtuales”, entre otras cosas, con maestros de la dimensión alterna a ésta, de donde provienen mis habilidades especiales y donde es costumbre precisamente, llamar a sus estudiantes por sus apellidos, al parecer necesitan segmentar a las familias o algo similar para “efectos de calidad en nuestra educación”, con lo cual no estoy de acuerdo y sinceramente no me interesa como me llamen, pero el problema nace en que debido a que soy la única que queda de mi familia, hicieron una especie de “excepción” conmigo y solo me llaman Hally, jamás pronuncian mi apellido, es como si estuviera censurado, pretenden mantener en secreto lo que sucedió, creen que eso ayudará a que olvide la total incompetencia de su parte, al no habernos protegido como se supone que debieron, creen que con ello olvidare que ya no los tengo conmigo, siempre que toco el tema, dicen que el no escuchar mi apellido me ayuda a superar la perdida, pero no es así, escucharlo me afecta de la misma forma que mi nombre y estoy segura de que en realidad es para encubrirlo todo y como no logré que me trataran con igualdad, como no me fue posible evitar su hipocresía y falsas condolencias cuando todo pasó, tuve que soportarlo y hacer unos cambios en donde sí podía hacerlos.

No siempre fue así, cuando tenía 12 años, recién ocurrido el accidente, tenía amigos en el instituto y en los alrededores de mi casa, muchos de sus padres se ofrecieron a cuidarme, incluso adoptarme, pero yo me encargue de todo el asunto, me encargue de dejar claro que no necesito la lastima ni la compasión de nadie, con mis amigos tuve que hacer cambios, actuar distinto, mis poderes eran débiles, así que tuve que hacer uso de otras habilidades, provocaba algunas peleas un poco violentas y sin sentido, pero la verdad es que ninguna de las ridículas razones de éstas, fueron realmente la razón por la que las causaba; mientras fui creciendo, todos se fueron alejando poco a poco por mi mala conducta, era problemática y solía humillar a quien estuviera cerca, quienes insistieran en quedarse eran los más perjudicados, el enojo y la explosividad de mi temperamento me salía cada vez más natural, mis poderes crecían y así lograba usarlos para ahuyentar a los demás, luego los hacia olvidar que era real y convertía todo en pesadillas recurrentes hasta que dejaran de acercarse.

Todo se complicaba cuando llegaban estudiantes nuevos, no creían los rumores de lo que yo era capaz de hacer, así que lo tenían que comprobar por sí mismos, a mis 14 años mis poderes tenían suficiente fuerza como para crear grandes confusiones a los que me rodeaban, lagunas mentales, incluso les dejaba algunas lesiones, la única intervención por parte de la junta del Concejo de Bluecrys, fue cuando casi me iban a expulsar, hablaron "amigos de la familia" a la dirección de la institución, diciendo que parientes lejanos vendrían a cuidarme, deje que eso lo creyeran en ésta dimensión tanto tiempo como pude ya que no era cierto, pues pensaban dejarme con personas desconocidas; cosa que claramente no permitiría, así que me escabullí con los magos que enviaron, hasta Bluecrys, era una gran ventaja ser pequeña, me colé en el edificio principal y hable directamente con los miembros de la junta, dije un muy pensado discurso y los convencí de dejarme vivir sola, con la condición de no hacer daño a ningún habitante de aquí, lo que no dijeron fue que no podía usar compulsión, al final la continué usando pero en menos cantidades que antes, con quien tengo oportunidad, para evitar toda esta serie de cosas; lo admito, no me sentía muy bien provocando reacciones tan negativas en los demás, pero lo creí necesario, ahora solo pido su silencio y ellos me lo dan.

- Bien, estudiantes, tomen asiento - dice la maestra, eliminando mis recuerdos por el momento - mi nombre es Janeth, seré su maestra de historia, hoy les enseñaré las reglas y temas de clase, y los que quieran pueden decirme su opinión - me mira fugazmente antes de continuar - iniciaremos por los temas, lo primero que vamos a ver es...

- Disculpe, buenos días, ¿Esta es la clase de historia? - dice el chico haciendo mucho ruido con la puerta e interrumpiendo a Janeth.

- Si, tome asiento, ¿Es estudiante nuevo? - dice ella con una tímida sonrisa.

- Si señora, siento llegar tarde, me perdí un poco - el chico parece buscar a alguien con su mirada, tiene una especie de acento muy sutil y algo familiar en su voz, lleva jeans y una chaqueta de cuero que oculta su camisa a cuadros, su pelo es claro, sus ojos son de un tono castaño con pequeñas manchas doradas y parece ser muy... ¿Qué estoy haciendo?

La clase fue como era de esperar, muy aburrida, salgo inmediatamente del salón, es momento del periodo libre y como es mi costumbre lo pasaré en la biblioteca, es lo suficientemente solitario y entretenido si me lo permito, siempre aprendo algo más sobre esta dimensión e incluso es interesante rastrear de alguna forma la magia que se ha ocultado a simple vista durante tanto tiempo para quienes ignoran su existencia.

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Matthew:

Observé muy bien a cada una de las chicas del lugar, solo un par de ellas no me miraron en ningún momento de la clase, lo cual me puede indicar que entre ellas se encuentra la chica que busco, si quisiera ocultar quien soy no llamaría la atención observando a un desconocido, así que lo recordaré, dos de mis compañeros fueron muy amables y van a enseñarme las instalaciones de este instituto, por aquí es muy diferente a Bluecrys y claro, no puedes usar magia para llegar a los lugares que quieres.

- Y ¿Cómo te llamas? - pregunta uno de los chicos

- Matthew Evans, pueden llamarme Matt - respondo estrechando la mano a cada uno.

- Bueno, Matt, empezaremos por la biblioteca, a esta hora no hay casi nadie, soy Nick Anderson y él es John Teller – dice con una inclinación de cabeza hacia su amigo.

Al llegar a la biblioteca noto que es cierto, no hay nadie en las mesas ni junto a la estantería de libros, excepto…

- ¿Drake ella es S-Smith? - pregunta John con una expresión extraña, señalándola con la mirada, Drake asiente misteriosamente.

- Smith, ¿No es ese un apellido?

- Oh amigo, por favor, no nos preguntes sobre esa chica, no sabemos nada, ¿De acuerdo?, mejor vamos a la cafetería - responde John muy serio.

Los dos chicos me empujan sutilmente a la salida y entonces comprendo que definitivamente esa es la chica que busco, es ahí donde empezaré; continuamos el recorrido, pero yo solo puedo concentrarme en buscar en sus mentes para encontrar su nombre o algún rastro de información, y antes de obtener éxito termino agotando mi mente, esta chica… Smith sí que ha hecho muy bien su trabajo, ahora entiendo porque tantas advertencias.

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