Capítulo 12

Inca

El trabajo en las tardes, siempre era un poco más pesado que en las mañanas. Si le sumamos las incómodas miradas que algunos trabajadores me dedican. Es realmente agotador, solamente quería que llegara pronto la hora de salida para ir a descansar.

Cuando llegué a la empresa con Bruno luego de desayunar, sentía como todos me miraban y la verdad se sintió súper pesado. Aún así, no voy a dejar que nadie me haga sentir menos.

Voy caminando hacia la oficina de Bruno y le llevo una pastilla para el dolor de cabeza, junto con un café. Al parecer, el trabajo se le estaba asiendo bastante pesado debido a los nuevos contratos. Cuando siento que las puertas del ascensor se abren, me dejan ver a una mujer muy elegante.

Esta es de pelo castaño claro, un poco más baja que yo y más joven como de unos 25 años. Trae puesto un vestido negro que se le amolda a su figura y no luce nada mal.

_ Buenas tardes ¿Puedo ayudarla en algo? _ Pregunté al ver que no hablaba.

_ Dudo mucho que alguien como tú, pueda ayudarme _ Dijo en tono despectivo y yo fruncí el ceño.

_ De ser así, no veo el motivo de su presencia en esta parte de la empresa. Por lo que debería retirarse señorita.

_ ¡Vaya! Veo que ya te sientes con poder en este lugar, pero te voy a dar un consejo cariño. No te acostumbres mucho a ser la novia del jefe o bueno su zorra personal. Cuando se aburra de acostarse contigo te votará igual que a un trapo sucio y viejo, el cual ya no le sirve para más nada.

No se si está mujer había venido de algún planeta extraño o si era irritante por naturaleza, pero lo que si se. Es que se estaba ganando un pase VIP para ir al hospital.

Camino hacia mi escritorio y dejo todo lo que tengo en mis manos, ya que quiero ver si es capaz de decir todo eso de nuevo. De lo contrario, creo que debería de ir despidiéndose de sus amados dientes.

_ Ahora que tengo mis manos libres, quiero que repita exactamente lo que acaba de decir porque al parecer no entendí bien.

_ ¿Crees que te tengo miedo? Yo conozco a las zorras como tú, son arribistas, sanguijuelas, despreciables y todo lo que hacen es por dinero ¿Dime cómo fue que mi Bruno cayó tan bajo para poder decir que tu eras su novia?

Cada palabra que salía de esa boca, estaban haciendo que mi paciencia llegara a su fin. ¿Por qué en la vida de los millonarios siempre existen locas como esta chica? Es que no veo la necesidad de estar rodeados de personas tan vacías.

_ Mira, no se quién eres y tampoco me interesa, pero lo que si sé. Es que no voy a permitir que me hables así, yo no te conozco y por lo tanto espero que me respetes.

Cuando estoy por seguir contestándole como se merece esta loca, la puerta de la oficina de Bruno se abre y me deja ver cómo él está parado junto al marco frotando su cabeza.

_ Inca ¿Por qué aún no me has llevado la pastilla que te pedí? ¿No encontraste ninguna? Es que no aguanto el dolor de cabeza.

Cada palabra que él estaba diciendo, las dijo sin notar la presencia de esta mujer frente a mí. Sin embargo, al no tener respuesta de mi parte. El levantó la vista y pude ver como sus ojos viajaron hasta mi para luego mirarla a ella. Su expresión de cansancio cambió a una con el ceño fruncido, lo que me hizo cuestionar la posible relación que hay entre él y la patética mujer que está detrás de mí.

¿Será que ella es su verdadera novia? Sí es así, ella estaría aquí para reclamarle a él y yo quedaría en total ridículo. Oh tal vez ella es una de sus tantas amantes en turno, esas que se creen dueñas y señora solamente por abrirle las piernas una noche.

Una extraña sensación se alojó en mi pecho al imaginarme semejante escenario. Ya que si eso es así, yo estaría de más en esta ecuación y mi corazón se rompería en mil pedazos.

Salgo de mis pensamientos al escuchar la voz de la desconocida, ella camina rápidamente hacia Bruno y se prende de su cuello como una garrapata.

_ Brunito, te extrañé tanto bebé. Acabo de llegar para hablar contigo y tu inútil secretaria me dijo que no estabas. Que podría largarme porque ella era quien mandaba aquí.

Asombrada por lo que dijo, abro los ojos de par en par y no puedo creer lo que escucho. Esta estúpida había dicho algo que me podría costar hasta mi puesto de trabajo.

_ Disculpe señorita, pero me parece muy patético de su parte el que diga semejante mentira cuando fue usted quien me ofendió a mí _ Digo con un deje de molestia en mi voz.

_ ¿Quién te crees que eres para hablarme en ese tono? _ Preguntó ella y yo estaba que le saltaba a la yugular.

_ ¿Qué haces aquí Olivia? _ Preguntó Bruno en un tono calmado y bastante cariñoso a mi parecer.

_ ¿Qué no es obvio? Vine por tí.

Incómoda por la situación que estoy presenciando, siento un nudo en mi garganta y quiero llorar. Bruno había escuchado cuando dije que esta chica me había ofendido y sin embargo no dijo nada. Ella debe de ser alguien muy importante en su vida, así que hago de tripas corazón para no soltar ninguna lágrima y sin hacer mucho aspaviento. Camino hacia mi escritorio y tomo en mis manos las cosas que traía antes.

_ Aquí está su pastilla señor Bruno y también tome su café, ahora que ya le entregué lo que me pidió mejor me marcho. Usted tiene visitas y esta ya es mi hora de salida _ Digo lo más fría y distante posible.

_ Nada de eso Inca, no te vas. Dame unos minutos y en cuando termine con Olivia tu y yo hablaremos de esto.

Sin decir más, tomó la mano de aquella chica quien me miraba con superioridad y juntos se metieron a la oficina. Ya me imagino para que, así que sin tiempo que perder tomo mi bolso y salgo de la oficina por las escaleras. No quiero que se sienta el ruido del ascensor y mi jefe trate de impedir que me vaya, mejor que ellos aprovechen la tarde..

Es que ni siquiera sé porque me molesta tanto que ellos estén sólos en esa oficina, yo no tendría ni siquiera que molestarme por eso. Él no es más que mi jefe y yo soy la tonta que se ha pintado un mundo de colores a su lado. Será mejor que despierte de mi sueño antes de que sea muy tarde y la realidad me haga ver que él no es para mi.

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Comments

Saabrii Hernandez

Saabrii Hernandez

todas las nueras..Se saben defender jaja ja

2024-04-25

1

Cinzia Cantú

Cinzia Cantú

Inca la que sobra es Olivia, la trepadora. no tu. Inca date tu lugar y que te respeten todos los días, no aflojes, tu autoestima arriba !!

2024-04-20

3

Eret Lopez

Eret Lopez

Inca date un LUGAR y un VALOR. la autoestima se trabaja DIARIO

2024-04-12

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