Capítulo 3

Bruno

El día de hoy, al fin estaba aterrizando en Rusia después de mucho tiempo lejos de mi país. Había vuelto por el simple hecho de que por un tiempo, me ocuparía de una de las empresas de la familia que queda aquí.

Cuando llegue a la empresa hoy en la mañana, era demasiado temprano. Por lo que solamente estaba el conserje quien me dejo pasar porque me conocía de años atrás. Al llegar al último piso donde se situaba la oficina, esta tiene la misma estructura de las demás empresa. La oficina, el área para la secretaria, una pequeña cocina por así decirlo y la sala de juntas.

A mi madre siempre le ha gustado la privacidad y la tranquilidad para la hora de trabajar. Así que debido a esto es por lo que esta área es solamente para el presidente de la empresa.

En el momento en el que entro a la oficina de mi padre, veo que nada ha cambiado y todo se mantiene exactamente como no recuerdo. Así que sin más que hacer, dejo mi portafolios sobre el gran sofá y tomo muchos de los papeles que hay sobre el escritorio para ver si me empiezo el familiarizarme con algo.

El tiempo pasa y ni siquiera estoy consciente de cuanto llevo aquí revisando papeles, solo sé que soy sacado de mis pensamientos al escuchar como abren la puerta. Frente a mi campo de visión, apareció una mujer muy hermosa y está traía una taza de café mientras tararea una canción sin darse cuenta de mi presencia.

Esto me dio la oportunidad de analizar la de arriba hacia abajo y pude apreciar que es muy bella físicamente aunque aún no he visto su rostro. Pero como todo tiene solución y se arregla en un abrir y cerrar de ojos, ella se voltea dejándome ver su delicado rostro.

En el momento en el que se da cuenta de mi presencia, su rostro muestra algo de asombro y puedo apreciar claramente como me mira de arriba hacia abajo mirando todo mi cuerpo. Siempre esta acción de las mujeres hacia mi persona, me ha parecido bastante incómoda a diferencia de mis hermanos quiénes disfrutan de ser devorados con la vista. Sin embargo, que lo haga está bella mujer que tengo delante provoca una extraña sensación en mí y no me siento para nada incómodo.

Una voz muy familiar para mí, nos sacó de nuestra burbuja de miradas y al voltear. Veo que es mi padre quien la está saludando a ella y pronuncia su nombre dejándome saber quien es ella.

Cuando escucho el nombre de Inca, caigo en cuenta de que ella es la secretaria de mi padre. La misma que me contesta cada vez que yo llamo solicitando hablar con él, esa chica de voz tierna y voz melodiosa que siempre me es agradable escuchar.

En el momento que mi padre le pregunta si ella había visto a un fantasma. Inca ni siquiera responde, al parecer verme aquí sin saber quién soy yo le ocasionó un colapso. Así que mi padre siguiendo la dirección de su mirada, volteó y me vio parado justo detrás de él. Ahí pude ver en su rostro algo de picardía, pero me saludó muy alegre como siempre lo ha hecho y no le tome importancia.

_ Hijo mío, no sabías que habías llegado tan temprano _ Dijo feliz al verme.

_ No te preocupes padre, llegue hace poco. Sin embargo, creo que asuste a la señorita con mi presencia porque debí de esperar a que ella estuviera en su puesto de trabajo antes de entrar a tu oficina. Lamento haberla asustado señorita Inca, es un placer por fin conocerla y espero que podamos trabajar bien juntos.

Al decir aquellas palabras, ella aún seguía ida y al ver eso me preocupé.

_ ¿Señorita se encanta bien?

_ Calma hijo, esto es normal en ella. Solo debes apretar el botón de reinicio y ella vuelve a la normalidad _ Dice mi padre con un todo de diversión.

_ ¿Botón de reinicio? _ Digo sorprendido.

_ Si ¡Mira!

Veo a mi padre acercarse a ella y lego la pellizca en ambas mejillas, lo que hace que ella suelte un quejido muy tierno.

_ ¡Ahaaa! ¿Señor Valdimir por qué sigue pellizcándome?

_ Lo hago porque otra vez andas en la luna y no te culpo te entiendo.

_ Perdón por eso, pero no me di cuenta en que momento me quede ida.

_ Tal vez fue porque se asustó al verme en la oficina, suegro usted no pensó que hubiera alguien.

Veo como los ojos de Inca se encuentran con los míos en cuanto hablo y desde mi distancia puedo apreciar el lindo sonrojo de sus mejillas. No sabía que todavía hubiera mujeres que se sonrojaran fácilmente, tal vez lo creyera porque no había conocida a una.

_ Perdón señor Bruno, de seguro debe suponer que soy una tonta por lo que acaba de pasar.

_ Para nada señorita, opino que será agradable trabajar con usted y si le vuelve a pasar lo de hace un momento. Yo ya sé que debo hacer.

_ ¡Hay hijo mío! Eso lo tendrás que hacer muy seguido _ Dijo mi padre muy contento _ Y aun más trabajando junto a ti.

Esas últimas palabras él las dijo tan bajito, que casi se me hace imposible escucharlo. Menos mal que tengo un buen oído, aun así no entiendo a que se refería con eso. Sin embargo, considero que trabajar con Inca como mi secretaria será bastante divertido.

Nota: Hola mis amores hermosos, se que se preguntan por qué no he subido capítulos. Sin embargo, quiero decirles que los exámenes me tienen consumida y no me dan deseos de nada. Aun así me tomare dos días para subirles algunos capítulos, espero y me entiendan. Muchos besos.

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