Capítulo 5 Le propuse matrimonio y ella aceptó

Los días pasaron y por fin en un día vería a Danilo. Ya tenía el cuarto de invitados completamente listo para cuando el llegara.

Me desperté, desayuné, salí a correr. Y al finalizar mí rutina me dedique a hacer nada, descansar libremente y ver series.

Suena mí celular interrumpiendo mí serie y es Ramiro, ver su nombre en mí pantalla iluminó mí día y lo alegró increíblemente, mí corazón se aceleró y una gran sonrisa se instalo en mí rostro, además de eso en mí mente mil escenarios se crearon dónde éramos felices, nos casamos, formábamos una familia y hasta teníamos un perro de mascota. Creía en que podría tener un cliché como en las novelas dónde el amor imposible se acaba enamorando y viven felices por siempre. Contesté la llamada y me dijo que tarde en la noche regresaría de su viaje, me citó para el día siguiente al mediodía en el restaurante donde solíamos ir cuando éramos chicos.

Llamé a Dani para informarle que mis padres lo recogerían del aeropuerto porque su regreso era el mismo horario que el de mí cita. Le dije todo lo de la llamada, incluido que le pregunté a Ramiro si era algo malo lo que debíamos hablar y dijo que era todo lo opuesto y se notaba súper feliz y emocionado. Me advirtió no ilusionarme y luego hablamos de que ropa usaría al día siguiente para mí cita, la primera que tendría con Ramiro, que emoción.

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Dormí súper mal a causa de la ansiedad, mí cita sería en apenas unas horas. Mi felicidad era innegable, lo vería luego de tanto tiempo.

Mis padres no estaban ya que habían ido de compras para que mamá preparara sus platillos especiales para recibir a Danilo. Ella siempre dispuesta a dar lo mejor de si para que los demás se sientan a gusto.

No saldría a correr ya que me llevaría tiempo estar perfecta para la cita. Desayuné y al terminar fui corriendo a darme una ducha. Sequé mí largo cabello con el secador y decidí plancharlo. Me veía súper diferente y me quedaba genial, además más largo de veía ya que así llegaba debajo de mis caderas.

Me coloqué un vestido que llegaba hasta mis rodillas que tenía un pequeño escote y era ajustado hasta mí cintura, luego caía con volumen, de color rosa pálido con un estampado floral, me coloqué unas plataformas a juego, tomé mí bolso, perfume. Maquillaje perfecto en tonos rosas, súper natural y ya me encontraba lista para salir.

Llamé un remis que en pocos minutos estaba en la puerta de casa esperándome y emprendi mí camino. El restaurante estaba igual a como lo recordaba, apenas algunas cosas habían cambiado.

Busqué entre la gente a Ramiro con la mirada pero aún no había llegado así que escogí una mesa y me senté a esperarlo. Con diez minutos de retraso llegó. Tan hermoso y perfecto como siempre. Al verme se acercó a la mesa, me abrazó y me dio un beso en forma de saludo y se sentó. No me dijo ni un cumplido, absolutamente nada. Me desanimé, para que negarlo. Me esforce horas para que lo notara pero no funcionó. Aún así no perdía mí esperanza

Luego de unos minutos de silencio, ordenamos nuestra comida y decidí entablar una conversación, al menos para ayudar a disminuir mí ansiedad

-*Rami, contame que ha sido de tu vida, ¿Que has estado haciendo? Pasó mucho tiempo desde que nos vimos

-La verdad nada fuera de lo normal- dijo encogiéndose de hombros- ¿Tus estudios como fueron, te quedarás o te irás nuevamente?

-Fue difícil, más que nada estos últimos meses con la presión de los exámenes finales pero ya rendimos y salimos perfectos

-¿Te refieres a Danilo?

-Claro, por cierto, ya debe de haber llegado a ésta hora- contesté mirando mí reloj- y viviremos juntos así como también pondremos nuestro propio negocio más adelante

-Oh que bien. Bueno creo que puedo ser su primer cliente

-¿Cliente? ¿A qué te refieres?

-Bueno, verás. ¿Recuerdas a Oriana? No la conoces pero hace mucho tiempo te dije que estaba con ella. El punto es que le propuse matrimonio y ella aceptó. Nos reuniremos mañana por la noche a celebrar pero por favor no faltes. Puedes ir con Danilo*- dijo todo esto sonriendo feliz

-Yo ... yo no sé que decir, te felicito- le dije mientras mis ojos se llenaban de lágrimas y mantenía las ganas de llorar

-Gracias, bueno debo irme, mañana no faltes te espero por favor

Así me besó y se fue tan rápido como llegó. Yo me quedé asimilando todo. Él iba a casarse, era feliz y yo estaría en la friendzone de por vida.

Mis lágrimas salían sin control y fui al sanitario ya que estaba llamando la atención de los comensales. Miré mí atuendo en el espejo y mí maquillaje era un desastre, tanto que me había esmerado para nada. Admiré mí vestuario y estaba hermosa pero ni lo notó. Volví a llorar peor que antes

Demore tanto en alistarme y todo se fue a la basura al igual que mí autoestima. Lo peor es que el esperaba mí ayuda en la boda, ¿Cómo lo haría? No tenía idea pero justo en aquel momento deseaba jamás haber regresado.

Llamé un remis para regresar a casa y le escribí a Danilo avisando que iba en camino. Él me esperaba fuera y vino sonriente al coche pero al verme su expresión cambió a una de preocupación.

Lo abracé y ésta vez lloré sin parar hasta calmarme. Él como siempre no dijo nada, solo me abrazó para reconfortarme

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