5.

POV Camila

Estaba muy desconcertada por lo que Kleo me acababa de contar, no dude en darle mi apoyo por completo, la abrase muy muy fuerte, le hice saber lo mucho que la quiero, le propuse se fuera a mi casa un tiempo, a lo cual me dijo que lo pensaría, me recosté con ella abrazándola y prendimos la tv, en mi cabeza no dejaba de darme vueltas todo lo que me había dicho pero no podía dejar ver mi reacción ante ella que estaba sumamente frágil y no quería verla sufrir más, al sentir que su cuerpo cedió, la deje descansando de la resaca que tenia despues de tomar y llorar tanto, baje las escaleras y le deje comida hecha y una nota haciéndoselo saber, me fui a casa después de no ir los últimos días. Llegue y me metí a la tina tratando de digerir todo lo que me acababa de confesar Kleo, por supuesto que no la dejaría sola nunca, pero si me desconcertaba de gran manera que me mintiera sobre sus padres, con razon no los había visto nunca a los 3 juntos, solo una vez a Mer, se que es difícil y trato de entenderla.

Sali me puse la pijama y me metí en la cama, toda la noche me estuvo dando vueltas en la cabeza, no me percaté a la hora que me dormí, pero cuando menos me di cuenta ya mi alarma estaba sonando y como ya era costumbre de cada viernes recordé que la vería, pegue un salto y salí de la cama, me cambie, tome mi maleta  y en menos de 20 min ya estaba camino al gym, al llegar salude a las chicas de recepción con un efusivo buenos dias, no podia ocultar mi emoción por ver a Serena después de tantos días, di una ojeada rápida en lo que me metia a los vestidores y no la vi, al salir me monte en la caminadora y me puse a escrutar todo el gym para ver si estaba pero ni rastro de ella, pasaron 30 min y perdí las esperanzas de poder verla esta mañana, me dedique a hacer mi rutina absorta de todo a mi alrededor, al terminar me metí a los vestidores para tomar mis cosas y darme una ducha, al salir ya que estaba por terminar de acomodar mis cosas sentí unas suaves manos cubriendo mis ojos y una voz sexy

S: ¿Adivina quién soy preciosa?

C: Mmm ¿Déjame ver?, quizá eres Shantal o no espera Sofía oh rayos! empezaba con S -estaba tomándole el pelo en ese momento, me gire plantandole un beso y despues de eso le dije- Serena jamas podria olvidarme de tu nombre- le di un abrazo muy fuerte.

S: De verdad lograste engañarme por un momento.-dijo ella mientras estaba entre sus brazos y no me había percatado que estaba en toalla.

C: ¿Y bien?, ¿cuando iremos a esa cena que tanto pospusimos guapa?- dije con una mirada pícara.

S: ¿Qué te parece esta noche?

C: Me parece perfecto, pero ahora ya me tengo que ir porque tengo clase en la uni- hice un pequeño puchero-pero ten por seguro que te estare dando lata en  la tarde para ver el lugar de acuerdo.- ella asintió con la cabeza y le di un beso rapido para despues salir de ahí disparada.

Llegue a la escuela y como de costumbre me estacione donde siempre, camine de forma relajada, cuando iba a subir las escaleras sentí que me jalaban por el brazo y me encerraban en el closet del conserje, me di la vuelta con cara de asesina en serie y me di cuenta que era Kleo con la cabeza baja

C: Kleo, ¿Que paso? ¿Estás bien?- me sentía preocupada por lo que me había contado

K: Si... solo que...quería pedirte disculpas por lo sucedido- me acerque a ella y levante su cabeza de la barbilla, vi que sus ojos estaban muy vidriosos  y estaba tratando de contener un puchero.

C: Pequeña no tengo nada que disculparte, siempre estare a tu lado.

K: Si tienes Cami, yo no debí haberme puesto asi y tu tuviste que lidiar con eso todos esos días- rodo una lagrima por su mejilla, la sequé con mis dedos y solo la abrase tan fuerte como pude.

C: Kleo...yo estare para ti siempre que me necesites, así creas que estes en el momento más negro de tu vida.- ella se aferró a mi aun mas y comenzó a sollozar.

K: Gracias Cami, no se que haría sin ti.

Trate de consolarla un poco para después dirigirnos a clases, el maestro seguro nos regaña por no aparecer en la semana y llegar tarde hoy. La clase pasó como de costumbre, aburridísima ya que son cosas que ya sabía de manera práctica por la empresa.

Saliendo de la universidad, fui a la oficina y no tardé mucho en entrar cuando entró Peter a sermonearme.

P: Camila, ¡no puedes estar haciendo lo que te dé la gana!- su mirada era seria y con mucho enojo, a demás creo que se le estaba saltando la vena de la frente- Sabes que más gente depende de ti y no puedes darte el lujo de faltar por tonterías.

C: Disculpa Peter, pero sabes que yo no falto a trabajar por cualquier cosa, esto era en verdad importante y no podía dejar sola a Kleo en estos momentos.- me había hecho enojar muchísimo por su comentario.- Así que deja de decir tonterías t    ú.

P: Camila entiende que no puedes hacer este tipo de cosas, ¿que va a pasar cuando yo ya no este aqui? ¿o Lorenzo?, él solo está esperando a que termines de estudiar para irse prácticamente.-eso me había tomado por sorpresa ya que yo creía otra cosa- Mi punto Camila es que debes tener un plan para que esta carga de trabajo no te vuelva a ocurrir.

C: Si Peter, voy a tomar ciertas decisiones que te haré saber lo más pronto posible en una junta de consejo.- él me vio de manera seria pero con cierta sorpresa ya que no se esperaba que le dijera eso.- Tranquilo no haré nada sin el consentimiento de todos, ya sabes que me gusta que todos nos sintamos contentos con lo que hacemos.

P: Ay Camila, tan impredecible como tu padre y tan decidida como tu madre, espero estés pensando en algo bueno- movió la cabeza negando y se veía una sonrisa en su rostro- Nunca dejes de ser así pequeña bribona.

Peter salió de la oficina, mientras yo me dediqué a avanzar con todos los pendientes que tenía, estaba tan metida en mi trabajo que hasta había olvidado la hora de comida,mi secretaria entró cuando regresó de comer

So: Cami, ¿quieres que te traiga un emparedado o algo?- me le quedé viendo con el ceño fruncido y con cierta cara de desconcierto- Son las 4pm y tu sigues tan metida en el trabajo que quizá no te has dado cuenta que ya volví de comer, y te recuerdo que hoy me voy a las 5:30pm.

C: Perdón Nena, no se donde tengo la cabeza, si no te preocupes vete a esa hora sin problemas, y no solo tráeme un té de frutos rojos porfa, no tengo mucha hambre.- le dedique una sonrisa amable ya que era una chica de mi edad y desde que comenzó en la empresa me a apoyado mucho.

A los 5 minutos Sofi regresó con mi te, lo dejó sobre mi escritorio junto con unas galletas, se retiró a terminar sus pendientes, ya que estaba en una llamada con Lorenzo que me explicaba las especificaciones de uno de nuestros clientes. Me estaba tomando mi té delicioso, cuando me entró un mensaje

Serena

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Al leer el mensaje sonreí como estúpida, me sorprendí sobre la acción ya que yo no era una persona que se enamoraba pero ella tenía algo que no podía explicar, que me hacía sentir a salvo. Me moría por verla, le envie mi direccion y me dedique a seguir trabajando, a las 5:30pm entró Sofia mi secretaria a avisarme que ya se retiraba y me dijo que no me fuera tarde que disfrutara de la noche, seguí trabajando hasta las 7pm en punto que guarde todo, apague mi computadora, tome mi bolso y me fui al estacionamiento, me metí en mi auto dirigiéndome a casa.

Estaba ya dandome una ducha y pensando en que me pondría para sorprender a Serena ya que no me había dicho a donde iriamos, asi que sali internandome en el amplio closet donde elegí un conjunto de encaje negro interior y un vestido negro ligro ceñido al cuerpo con una chaqueta de cuero y unos botines negros. Me estaba terminando de maquillar cuando escuche el timbre y baje rápido a abrir la puerta en pantuflas  para no hacerla esperar.

S: Hola Preciosa,-Serena me veía de arriba abajo hasta que topo con mis pies y soltó una pequeña risa ahogada-te ves genial.

C: Que graciosa- solté una risita, la verdad es que si era gracioso- tranquila que subiré a terminar de arreglarme, pasa- abrí la puerta lo suficiente para que pasara- bienvenida a mi hogar.

S: Muchas gracias Camz, no tienes porque cambiarte asi te ves espectacular, creo q lo que más me gusta son tus pantuflas- le di un pequeño empujón y me rei.

C: ¿Te ofrezco algo de tomar para la espera?

S: No tranquila, ve con calma yo aquí te espero.

C: Estás en tu casa Serena, ya vuelvo- le di un beso en la mejilla, corrí a mi cuarto a terminar de maquillarme y ponerme los botines.

Baje con mucha calma, ella estaba perdida en su teléfono cuando escuchó mi tacón impactar con el primer escalón, levantó la mirada y vi esos ojos azules que tanto me encantan desde la primera vez que los vi.

S: Te ves más que preciosa- se levantó y fue hasta el pie de la escalera extendiéndome la mano para que la tomará

C: Gracias Serena, -agache la cabeza y me sonroje-eres muy linda.

S: La linda eres tu Camz, ¿Ya estás lista para comenzar con la velada?

C: Claro que si preciosa, tengo muchas ganas de platicar contigo-dije con una sonrisa.

Salimos de mi casa y nos encaminamos a su auto, tomamos un camino yendo a las afueras de la ciudad, rodeado de árboles que nos conducía hacia el mirador de la ciudad, se estaciono afuera de una carpa blanca que tenía una mesa puesta, con velas, una vajilla fina, copas y una persona de servicio que nos esperaba, quedé muy sorprendida ya que jamás alguien había hecho algo así por mi, ella bajo y rodeo el coche, me abrió la puerta, extendió su mano

S: Bienvenida Princesa!- Sus ojos brillaban de satisfacción al ver mi cara.

C: Esto...esto...es...increíble Serena, no lo puedo creer,-la abrace muy fuerte y un par de lágrimas rodaron por mis mejillas.- es hermoso.

S: No preciosa, no llores - limpio mis lagrimas que corrian por mis mejillas- esto lo hice para que pasaramos juntas un rato maravilloso y crear unos lindos recuerdos.

C: Lo sé, lo siento, es que estoy muy emocionada, nadie había hecho esto por mi.

Conversamos largo rato, la cena estuvo deliciosa, la vista de la ciudad increíble  y la compañía insuperable, me sentía en las nubes ya que ella había hecho lo que muchas no habían podido hacer, sorprenderme, solo Serena había logrado esto en tan poco tiempo. Terminamos de cenar y me levante a admirar la vista, ella se levantó también y me abrazó por la espalda poniendo su barbilla en mi hombro.

C: Gracias por todo esto Serena, ha sido una hermosa velada.- dije mirando al horizonte.

S: Pero no más hermosa que tú.

Comenzó a besar mi hombro, subió a mi cuello dando besos húmedos, que al contacto yo me estremecí en sus brazos, ella siguió haciendo un camino por la línea de mi mandíbula hasta llegar al lóbulo de mi oreja, no pude evitar soltar un ligero gemido, lo cual hizo que ella me apretara un poco más a su cuerpo con más intensidad, me volteo para quedar frente a frente y darnos un beso que comenzó lleno de ternura, cuando sentí que su lengua había rozado mi labio, no pude contenerme más, sentir el contacto con su lengua fue algo mágico, era como si ya se conocieran de mucho tiempo, era un beso cargado de pasión y excitación, nos separamos por la falta de oxígeno entre nosotras, nos quedamos con nuestras frentes pegadas sonriéndome como colegialas.

C: Serena...¿quieres ir a mi casa?- le había preguntado un poco tímida pero en mi mirada se veía la seguridad junto con la excitación que sentía en ese momento.

S: Nada me encantaría más cariño, dame unos minutos y nos vamos ¿sí?- asentí con la cabeza y observé cómo se alejaba hablando con la persona que estaba ahí.

Camino a casa sentía en mi interior mil sentimientos que no podía descifrar ya que nunca los había vivido ni pasado por una situación como está, y con estos sentimientos que es la primera vez que aparecen, soy un manojo de nervios, no sé qué voy a hacer, no sé qué va a pasar, creo que estoy entrando en pánico, Camila por favor contrólate, respira todo está bien, solo déjate llevar y todo saldrá bien. Serena se dio cuenta de mi charla interna conmigo misma.

S: Guapa, ¿te encuentras bien?

C: Si... si estoy bien, solo un poco nerviosa- bajé mi cabeza y sentía mis mejillas arder.

S: No lo estés cariño, no pasara nada que no quieras, ten por seguro que yo siempre te voy a respetar, yo jamás te haría daño.

Tomó mi mano de una forma muy tierna, yo únicamente le sonreí y me acerqué a darle un beso en la mejilla mientras conducía susurrandole al oído un tímido Gracias.

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