Cap:10

Arthur: Despierto y es otro nuevo día, me quedo acostado hasta tarde, porque hoy no hay clase.

Que bueno que decidieron darnos estos tres días de vacaciones. Me quedo pensando y solo viene a mi mente su cara... Es que ella es tan linda... Inocente... Y lo que más me gusta es verle su cara roja de rabia.

Ayer sí que lo disfrute cuando ella intentó golpearme innumerables veces y solamente de pensarlo empiezo a reírme. Me siento en la cama y me pongo a pensar si en realidad, es una traidora y por más que mi mente trate de asimilarlo, no puedo, a veces trato de convencerme de que mi padre está equivocado, he hablado con él y me dice que si, que lo ha confirmado y es ella... No sé, pero tengo que investigarla yo por mis propios medios, no creo que sea ella, aunque muchas veces las apariencias engaña, pero... Interrumpen mis pensamientos y escucho la puerta sonar TUM, TUM,TUM. –pase. Alzo la voz. Entra bruno a mi habitación. –señor, su padre arturo desea verlo. ¿–ahora, bruno.? –si, ahora, dijo que tenía que hablar algo importante con usted. –está bien voy en 10 minutos déjame ducharme. –ok de acuerdo señor. –y bruno... Mi nombre es Arthur. –lo sé, señor... Ya me retiro. La verdad no me gusta que me llamen señor, estoy cansado de decirle a bruno, pero hace caso omiso. Después de la ducha voy al despacho de mi padre y veo a lían ya sentado. –buen días. Digo –buen día hijo, ven siéntate, tenemos que hablar, algo importante. Me siento del otro lado del asiento. Y él empieza a hablar. –primero antes que nada quiero, preguntarles. ¿Cómo ha ido su acercamiento con la traidora? Lían contesta. –bien Arturo, es un poco ingenua y hemos decidido entrenarla, para conocer sus límites. –bien hecho lían, veo que no me equivoque, contigo al escogerte. Tú y mi hijo hacen un gran equipo. ¿Verdad Arthur? Y yo solo asiento. La verdad no me gusta ni estar cerca de él. –solamente fue para eso, que nos llamaste. Le digo. –No, Quería hablar con ustedes, sé que se van a un viaje por tres días. Y en esos dias quiero que se ganen la confianza de ella. Y de su amiga que escuche que vino. –¿Y por qué la de su amiga que tiene que ver ella con todo esto? Cuestiona lían. –tranquilo muchacho,

su amiga conoce de nosotros y además si ella confía en ustedes, la señorita vayolette, también. Y por eso necesito que se ganen su confianza. –AAA entiendo. dice lían. –y una cosa más necesito que se hagan de un objeto que ella tiene, que me pertenece. No sé cómo lo Irán a hacer, pero lo necesito lo antes posible, hagan lo que tengan que hacer no me importa como pero lo quiero. Me quedo pensando un roto y contesto. ¿–que es ese objeto? –solo te diré que es la fuente de su poder. ¿–mmm, solo es eso? –si es todo por ahora, se pueden ir. Salgo de la habitación, con mi cabeza llena de preguntas. Ahora si en verdad tengo que saber que es lo que pasa, siento que hay algo que no encaja en todo esto. Vayolette: He pasado el día con estrella, porque casi tía rosa no para en la casa. Al parecer ya tiene a alguien con quien pasar el rato... Bueno es algo bueno, pero me gustaría que se cuidara mejor, no quiero que se enferme de nuevo. –vayo. Me llama estrella. ¿–mmm? –de verdad, que ese chico Arthur no te gusta? ... Nunca había visto mirar a alguien como lo miras a él. ¿–y como lo miro? –no sé ... Con un brillo... Especial... –ya basta estrella, él a mí no me gusta, ni me gustará, ¿entendido? –si, sis,si ya entendí... Y a lían, ¿no te gusta? Yo solo la miro. –¿Qué parte del idioma no entiendes? –¿Por qué? Suspiro. –te he dicho innumerables veces que N O M E G U S T A N A D I E. se lo deletreo –si ya. Solamente preguntaba. Se me ilumina una bombilla en el cerebro. ¿–mmm, y porque lo preguntas? A ... ¿No será que te gusta lían? O me equivoco?. –no vayolette, no me gusta, pero si me cae superbién. –mmm, interesante. ¿–el que? Dice ella. –nada, solo aquí pensando. Tocan la puerta. ¿–quien será? Dice estrella. –no lo sé, porque no serán ellos, aún falta una hora. Decido abrir la puerta, y los veo a los dos parados, con una sonrisa en sus rostros. –¿Qué hacen aquí? Aún falta una hora. –necesitamos entrenar más, y te recuerdo que no tenemos clase por ahora. Suspiro, porque lo que me viene no será fácil. –está bien. Vengan pasen en lo que yo me cambio. Entran, y les digo que se sienten en el sofá de la sala junto a estrella. Veo que la saludan muy amable, como si llevaran años, sin verse... Esto, esta superraro... No puedo bajar la guardia con estos dos, se traen algo raro. Subo a mi habitación y me pongo un pantalón deportivo, ancho y una blusa de tirantes, floja, me hago una coleta alta, y salgo. Salimos todos y llegamos al lugar de ayer.

Hago lo mismo de ayer con lían. Y a la hora de entrenar con Arthur, me pongo super nerviosa y se me acelera el corazón, creo que tendré que ir al médico a chequeame. –vamos, lo mismo de ayer vayolette. Hago el recorrido y ya me estoy muriendo.

Aparte del entrenamiento de ayer hoy me enseña concentración, y como tener el control de mi objetivo. No sé, pero cada roce, cada vez que se acerca mi corazón se acelera y por mucho que lo quiera negar, me gusta cuando me toca aunque sea solo un roce... Cielos santos no sé que me pasa... ★★★★★★★★★★ Hoy es el gran día del campamento, me siento realmente nervioso... Nunca he ido a uno y estoy que tiemblo. ¿–ya estas listas empacaste todo vayo? Me pregunta estrella. –si estoy lista, creo que es hora de irnos ya. –sip, también estoy de acuerdo... La veo un poco triste. ¿–que te pasa? –Es la tía¿Crees que estará bien en estos tres días. Le sonrió.

–claro que si, por eso no debes de preocuparte. Salimos de casa temprano para coger los mejores asiento. Cuando llegamos, donde está el tren que es ahí que nos iremos en un tren sub terraneo, le digo. –estrella no sé tú pero me iré al lado de la ventana. –y yo también quiero la ventana. –no yo lo dije primero. –no yo primero. Y ahí nos embarcamos en una discusión sin sentido. Cuando entramos que esta prácticamente vacío.

Me siento al lado de una ventana y estrella, se sienta en mi frente, dejando así dos espacios vacío al lado de nosotras porque los asiento de los vagones son de cuatro. –bueno espero que el que se siente a mi lado, no sea indeseable. Habla estrella. –lo mismo digo. Pasan como 15 minutos y el tren se llena de estudiantes y todo pasan por nuestros lados y no se sientan. Y por cada estudiante que pasan y no se sientan aquí... Estrella y yo largamos un suspiro, hasta que todo cambia.

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