cap:04

Vayolette:

Estoy sentada, en la habitación del hospital. Ya han pasado dos días y estoy leyendo un libro de unos guardianes de un medallón mágico, es increíble... son fantásticos, estos chicos... y más la forma de cuando se enamoran, cuando su magia, elige a esa persona por medio, de corriente eléctrica que sienten al tocarse... Waoooo es impresionante quisiera también ser una de ellos.

Mientras leo todas esas cosas mi mente viaja a arthur... la forma del tratarme, de consolarme, abrazarme, mirarme...me sentí... como si tuviera en el lugar correcto... Estuve tan bien... ¿Pero qué rayos pienso? Me regaño a mi misma. Solo lo hizo por lástima, no pienses tanto en lo que no deberías.

 Y así me reconforto mentalmente.

Han pasado ya una semana, y hoy la dan de alta a tía rosa, porque todo gracias a dios salió súper bien. Sin embargo he tenido lo mismo sueño con la misma persona, y en realidad no sé por qué;  creo que tendré que hablarlo, con rosa.

Los días transcurren y tengo que volver a la escuela, ya que pedí permiso por un tiempo limitado. Es lunes, temprano y ya estoy en la escuela para recibir mis clases. Por cierto, solo he visto a Arthur un día después de aquella noche que fue dique solo a ver como estaba mi tía, y luego jamás volvió.

Lo veo llegar, y siento mi corazón acelerarse.

–Rayos digo bajito, y que es ahora sufro de taquicardia?. Lo veo sentarse junto a mí, me saluda como siempre, pero esta vez más frío... Está raro lleno de ojeras, como si no durmiera.

¿–... y como esta tu tía? 

–Bien. Respondo así a secas, se voltea y yo por igual y así pasamos el día.

Me dirijo a casa de rosa porque ahora me quedo ahí hasta que se sane por completo. Estamos sentadas, después de cenar y decido contarles de mis pesadillas.

–Tía rosa... hay algo que quiero contarte.

¿–Dime que es pequeña?

–mmm... Hace alguna semana he tenido... pesadillas, la misma y se repiten una y otra vez.

Ella me mira sorprendida y de forma diferente, y preocupada. 

Le cuento la pesadilla.

¿–y conoces al chico con el que siempre sueñas?

–No. Miento

–segura.

–sí. ¿Por qué mentiría?

Ella me mira raro y le pregunto¿–que pasa?

–bueno, Vayolette, por ahora no te puedo decir nada, pero sí que esas pesadillas, como tú la llamas son predicciones del futuro, es tu destino.

Ahora sí que estoy congelada¿–queeeee?

–así es... Pero no te preocupes por eso lo entenderás más adelante. Y luego de decirme eso se va y dejándome con toda las preguntas.

¡Ya hoy es viernes! Los días han pasado volando, me siento tan, pero tan débil. Es que desde que mi tía, me contó, lo de mi futuro en esos sueños, porque no son pesadillas..., casi no he podido dormir, comer, ni estar tranquila.

Estoy sentada al lado de Arthur, que desde aquel día. Es como si nada hubiera pasado, todo volvió a lo mismo... Solo saludo hola, Hola, ¿qué tal, bien, y tú, bien? Eso y nada más, y ahora la dique popular de escuela, son la que andan y se juntan con el.

 Y me paran mirando mal como si yo le hubiera hecho algo malo... Digo solo me besé con su adonis nada más… Aunque besa muy bueno... Digo y como voy a saber si besa bueno, si no he besado a nadie más...aggggg.

Voy caminando por el pasillo y lo veo ¡Dios! ¿Porque siento que cada vez que lo veo, tengo taquicardia? Cielos ni puedo respirar.

–Hola, me dice y se rasca la nuca como si estuviera nervioso... aunque, no lo creo.

–Hola, contesto, y sigo mi camino. Me agarra del brazo cuando paso por su lado.

–espera. Y juro que su toque hizo, que casi me diera un infarto, lo sentí tan fuerte...

–Dime, le respondo.

–mmm... Solo quería saber, si tu tía ya se recuperó. ¡Ja! Y ahora te preocupas imbécil, pienso.

–si, ya está mejor gracias por preguntar. Y le doy una de esas falsa sonrisa.

–que bueno, me alegro mucho. Jejeeje si como no, a este tipo no hay quien lo entienda, después de todo este tiempo y ahora pregunta, ¡Es en serio!

–No hay de que gracias por preguntar. Y abandono el lugar, vi que abrió la boca para preguntar algo, pero era muy tarde ya me había dado la vuelta, para irme.

 Estoy realmente molesta y no sé por qué.

Me dirijo al baño, y cuando entro, no me puede ir peor, justamente están Graciela y su combo de secuaces dentro del baño.

Veo que se acercan donde estoy, y solo siento el ardor de mis mejillas de una cachetada, que me dio la muy imbécil, me cubro la mejilla con una mano.–oye, chiquilla, fea, y estirada, dice con todo el odio del mundo Graciela. –Esto es solo una advertencia de lo que te puede pasar, si no te alejas de Arthur quiero que entiendas que el es mío, somos de la misma clase de estatus, o acaso crees que el se va a fijar en alguien como tú, con esos trapos tan asquerosos y pasado de moda… Ja, ja, ja ni en tus sueños querida. Se acerca a mi oído y me susurra

 –estás advertida. Y luego siento como agua de mi cabello baja por mi cara.

–AAA y otra cosa más lo del día, lo hizo por lástima... el mismo me lo contó.

Sentí mi corazón encogerse, por sus últimas palabras, quería llorar, pero es algo que nunca haría, ni por ella ni por el.

Salí del baño porque sentía que me faltaba el aire.

 Me dirigí afuera, donde ella siempre esta, puede ser que en el baño me quede como una idiota por el chock, pero no, no me quedaría así, primero muerta que sumisa.

Caminé, por el gran patio, vuelta una furia mi cara lo decía todo, cuando me veían se  alejaban y me habrían paso, creo que nadie me había visto, de esta manera. Incluso nunca me había puesto así.

Veo a Graciela sentada en un banco junto a sus amigas. Cuando me ve se para y llega hasta mí.

–zorrita esa cara de perra para nada te queda.

Cuando la escuche mi ira aumento más y antes de que volviera a abrir la boca, le estampe un puño en la cara, y creo que escuche gritos de sus amigas, y antes de que ella tratara de abalanzarse sobre de mí le estampe otro puño y la agarre del cuello, levantándola, con una fuerza sobre humana, y sus palabras retumbaban en mi cabeza asiendo que la apriete con más fuerzas.

Escuche gritos de lejos–suéltala, la ba a matar, suéltala, reacciona. Pero sus palabras no valieron para mí.

Sentí alguien que me sujetaba detrás y hablo muy pacíficamente en mi oído –basta vayolette, suéltala... No hagas una locura, piensa en tu tía...

De inmediato reaccioné y la solté así ella cayendo en el suelo tosiendo. 

Miro y estoy rodeada de gente, me volteo para ver quien me hablo y era Arthur, quería decirme algo, pero hui del lugar por la vergüenza.

Llego a mi lugar favorito, y caminé sin rumbo hasta una cascada, de alguna manera sentí que algo me atraía, estaba nerviosa por lo que había pasado, así que sin darme cuenta caigo, entrando el pie en dos grandes troncos.

Intento pararme, pero es imposible creo que mi tobillo se desvió. 

Mierda lo que me faltaba, ruedo el tronco abajo, para sacar mi pie. Pero algo brillante llama mi atención, su brillo es débil y cuando lo toco para cogerlo, su luz me sega, así cayendo en la inconsciencia...

Graciela👆

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