Cuando era niña, sufría acoso en la escuela debido a ser considerada la "nerd" del salón y por tener unos ojos diferentes y ser medio gordita. Mis padres, al enterarse, tomaron la decisión de enviarme a una academia militar. Este cambio inesperado en mi vida resultó en una transformación total, con experiencias que nunca hubiera imaginado. A través de esta nueva etapa, logré superar las dificultades y encontrar un camino inesperado hacia el crecimiento personal y la superación de desafíos.
En la vida, a menudo nos encontramos con desafíos inesperados que nos llevan por caminos inimaginables. En mi caso, mi historia comienza con el acoso escolar y la adversidad, solo para ser enviada a una academia militar. Este giro inesperado marcó el comienzo de una transformación profunda, llena de desafíos, descubrimientos y crecimiento personal. Acompáñenme en este viaje, donde la valentía, la superación y la determinación se entrelazan para forjar un nuevo camino inesperado.
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Capitulo 10
¡¿Qué demonios te pasa, bruja?! —exclamó Ben, exagerando.
- Thalía, estábamos viendo una película —se quejó Connor.
Al notar que las chicas estaban dormidas, las desperté de un solo grito. Ahora, todos me miraban expectantes.
- Me asignaron una misión —informé, y noté que todos seguían imperturbables, pues para mí era común recibir misiones.
- No es la primera vez —comentó Alex, como si no le importara mucho.
- Pero para esta misión debo hacerme pasar por una estudiante universitaria —expliqué, y percibí que todos entendieron la complejidad.
- Entonces te vas —murmuró Anyel.
- Regresaré a Vancouver. El coronel me asignó la misión porque mis padres mostraron mejoras. Hablé con el doctor y me aseguró que despertarán pronto. Quiero estar con ellos cuando suceda —dije, dirigí la mirada a todos.
- Esa es una buena noticia —observó Caleb, mirándome—. No te preocupes, nosotros te esperamos —añadió mientras me abrazaba.
- Tiene razón. Te prometo que todas las bromas que hagamos te las enviaré en video —dijo Alexa, y no pude evitar reír.
Nos abrazamos todos y busqué a Damián en la habitación. Al no encontrarlo, salí en su búsqueda; probablemente estaría en el campo de entrenamiento.
Llegué al campo y vi a Damián corriendo junto con Hades en la pista. Es extraño ver a Hades tan tranquilo, ya que solo Damián puede tocarlo. No le gusta la presencia de extraños ni ser el centro de atención con mucha gente alrededor.
- ¡Damián, Hades! ¡Tengo que darles una noticia! Los espero en la oficina en un rato —grité y regresé para esperarlos.
Dos minutos después, ambos entraron. Damián se sentó en el sofá frente a mí, y Hades, de manera cariñosa, hizo que moviera los brazos para acostarse en mis piernas. Estaba tumbado en el mueble con la cabeza en mis piernas, señal de que buscaba
mimos.
Comencé a acariciarlo y dirigí mi mirada a Damián.
- Tengo 3 noticias buenas —le dije—. La primera es que mamá y papá mostraron mejorías; despertarán pronto —comenté, viendo su sonrisa—. La segunda es que regresaremos a Vancouver, y estudiarás de nuevo con Daniel. Y la tercera es que conseguí los contactos para que tengas tu propia exposición. Tendrás que pintar muchos cuadros. Además, no sé si quieres que todos sepan quién eres realmente —concluí, y Damian no podía ocultar su felicidad. Vendía y pintaba sus obras, pero su rostro y nombre eran un misterio para todos. No quería que estuviera bajo tanta presión, pero creo que está listo. También tiene que trabajar en su carrera y ganar reconocimiento sin depender de nadie.
Observé cómo Damián se levantó y se dirigió a abrazarme.
- Gracias, gracias, gracias, Lía. Te amo —me dio besos por toda la cara—. Eres la mejor hermana del mundo —río dándome más besos.
- Claro, pero me tienes que prometer que eso no afectará tus calificaciones, jovencito —dije señalándolo.
- Lo prometo —alzó su mano izquierda como si hiciera un juramento.
- Bueno, campeón, luego hablaremos para arreglar todo. Ahora ve a arreglar tus cosas. Aunque nos vamos en dos semanas, hay que tener todo listo por si acaso adelantamos el viaje. También alquilé un avión. Sabes que Hades siempre se pone agresivo con la gente desconocida —le dije mientras me dirigía al escritorio, guardaba todo y me dirigía a la salida. Hades venía detrás de mí, al igual que Damián. Después de un rato, llegamos a casa y empezamos a empacar las cosas más importantes y las de Hades. Tomé una maleta pequeña para guardar todas mis pelucas. En cada misión, siempre uso pelucas de colores y, a veces, me hago tatuajes falsos. Sobre todo, me pongo lentes de contacto para que no vean mis ojos originales. Si alguien me ve y sale vivo, tendría una pista falsa que no está en mi cuerpo.
Dos semanas después.
Me desperté con el sonido de la alarma a las 5 de la mañana. Me duché, me vestí y empecé a bajar mis maletas. Subí de nuevo para ir al cuarto de Damián y vi que ya estaba despierto, organizando las maletas. También comenzó a bajarlas hacia la sala. Vi que estaba emocionado, así que lo ayudé a bajar. Comenzamos a sacar todo de la casa. Hades llevaba mi bolso, donde estaban mis armas.
Después de casi 5 horas, finalmente llegamos a Vancouver. Estábamos buscando el lugar donde Liliana había estacionado el Jeep. Damián lo encontró y subimos las maletas en el cajón. Abrí la puerta trasera.
- Hades, bebé, sube —miré a Hades.
Di la vuelta al Jeep, subí y esperé a que Damián subiera. Comencé a manejar hacia North Vancouver. Mientras llegábamos, Damián puso música y ambos empezamos a cantar como locos. Después de unos minutos cantando, llegamos a la casa.
- Bueno, hermanito lindo, esta es nuestra nueva casa. La compré hace poco. ¿Te gusta? —pregunté cuando bajamos.
- ¿En serio? ¡Es una puta mansión impresionante! —dijo incrédulo.
- Ten cuidado con las groserías. De todas formas, qué bueno que te gusté, porque me ayudarás a decorarla —tomé mis maletas y entré.
Al entrar, me encontré con una Liana con una sonrisa radiante.
- Hola, jefa —saludó.
- Hola, Liana —saludé—. Gracias por esperar. ¿Está listo lo que te pedí? —ella asintió.
- Sí, solo hubo un problema con lo que me pediste de la decoración. La casa ya estaba amueblada, así que pensé dejarla como estaba para que puedas remodelar con tranquilidad. Lo otro que me pediste está exactamente como lo querías —dijo.
- Damián, ve a escoger tu habitación. Eso sí, la principal es mía —lo señalé. Él asintió y se fue corriendo—. ¿Me puedes mostrar el estudio? —pregunté.
- Claro, sígame —empezamos a caminar y subir las escaleras hasta que llegamos al estudio. Vi que había un escáner de huellas—. Me tomé el atrevimiento de agregar un escáner. Solo están tus huellas y las de tu hermano. ¿Puedo abrir? —comentó, y yo asentí. Abrí la puerta y entró—. Todo está como lo pediste. Está amueblado, las herramientas están en las cajas listas para que tu hermano las acomode. Y el techo es como lo pediste, pero para que se muestre la parte de cristal, tiene que presionar el interruptor —dijo señalándolo—. ¿Olvidé algo? —preguntó nerviosa.
- No, todo está bien. Solo le haré unos detalles más para luego mostrárselo a Damián —comenté saliendo.
ya que yo no lo queria leer. Pero el titulo me llamo la atención y pues desidi leerlo y se los recomiendo
esta de 1000
Yo lo podria en el top 1 por que me esta agrandado esta
lectura
le doy 10 de 10