La Loba Y El Dragón

Algo estaba pasando, no hay que ser muy inteligente para darse cuenta, pero desde que Vladímir vino de visita en casa el ambiente es más tenso y hay más seguridad. Por primera vez en años, veo como nana prueba toda la comida que ingresa hecha desde afuera. No tenemos permitido salir y mi padre me advirtió qué por un tiempo no tendré misiones. La profesora de piano de Nizza suspendió las clases por tiempo indefinido y tengo contadas las veces que puedo ir a mi depósito a preparar nuevas bombas y siempre con escolta a pesar de estar dentro de la propiedad.

Madre casi no sale de su despacho o de su habitación y sé deja ver poco y nada y cuando padre está con nosotras su sonrisa no llega a sus ojos y evita cualquier tema de conversación que le lleve a tener que explicarme qué es lo que está pasando.

Mi hermana está depresiva con todo esto y más por el hecho de no saber que es lo que se avecina. aún falta mes y medio para mi casamiento y la sangre me hierve de solo pensar en la única conversación que tuve con el idiota ese.

Hermana ¿me dejas lavarte y secarte el pelo?- me dijo Nizza desde su cama mirando por la ventana hacia la nada misma.

Pensé que no me ibas a mimar más- le dije sonriendo -el baño ya está listo, ven que espero mis mimos-

Vi como se bajaba de la cama y me seguía, al igual que varias noches, puso la silla detrás de mí en la bañera y masajeo mi cuero cabelludo y limpio mi pelo. Nuevamente como cada vez que yo volvía de un encargue, ella me cuidaba, una vez más ella me demostraba cuanto le importaba.

¿Esto tiene que ver con ese engreído?- me pregunto luego de un rato en silencio.

No lo sé, el problema no sé dé donde viene, pero te prometo que siempre voy a cuidarte- le dije acariciando su mejilla como muchas veces antes.

Lo sé, pero tengo miedo Nat, todo esta patas para arriba y nadie nos dice nada- sentí unas gotas caer en mis mejillas y comprendí que ella estaba llorando cuando abrí los ojos para verla.

Tranquila Niz, siempre vamos a estar juntas y te recuerdo que tenemos la mejor madre del mundo- le dije sacando con mis pulgares las gotas que bajaban.

Cuando termino de limpiarme el pelo y secarlo, la arrope en su cama y deposite un suave beso en su frente. Salí despacio de la pieza al darme cuenta de que ella ya dormía y me dirigí con mucho sigilo donde mi madre y mi padre se encontraban hablando, porque sabía que no habían ido a su habitación.

Ivana esto es peligroso, deberías irte con las niñas- la voz de mi padre sonaba preocupada.

No puedo dejarte, pero ellas estarán a salvo, confía en mi amor- seguro estaban abrazados, mi madre tenía ese tono de voz que usa para arropar a alguien.

Mi amor, debes irte con ellas. Yo estaré bien- la consolaba mi padre.

Escuchar conversaciones ajenas no es propio de ti- el susurro en mis espaldas me hizo sobresaltar por suerte no grité.

Nana ¿qué estás haciendo? Yo no estaba escuchando- quería excusarme, pero era más que obvio que me agarro de trampa.

Traía un té para tu madre y noté que estabas parada afuera escuchando algo que no es de tu incumbencia- me regaño en susurro y sé que jamás le contaría a mi madre que me había visto, pero si le daría diversas pistas para tener más cuidado al momento de hablar.

Bueno te dejo seguir tu camino- le dije pasando a su lado para irme.

Pequeña, no debes hacer estas cosas y lo sabes- me dijo cuando pase muy cerca de ella.

Mire por última vez hacia atrás y note que ya había golpeado la puerta e ingresado con la bandeja que llevaba. No importaba lo que nana me dijera, tenía que averiguar que era lo que estaba pasando y sabía perfectamente quién me iba a ayudar. Llegué corriendo a la habitación y tomé mi celular, llame a la única persona que jamás me mentiría.

Hola madame LeFleur- dije ni bien atendieron del otro lado.

Nat que alegría escuchar tu voz, me enteré lo que ocurrió el día que vinieron ¿están bien?- su voz era preocupada.

sí, llegamos a escapar. Por eso te estoy llamando, sé que sabes algo y necesito que me pongas al tanto- le dije suspirando.

Mira mi niña, sabes que mi lealtad es con tu madre, pero soy de los que piensan que vivir en la ignorancia es lo peor que puede pasar- escuche como suspiraba -tu hermano los traicionó Nat- me quede helada del otro lado.

co... ¿cómo?- tartamudee preguntando.

Tu madre ya debe saberlo y por eso las está protegiendo, Diego se casará con la menor de los Romanof, pero eso no es todo, Vladímir quien debería casarse contigo lo hará con la hija más grande de los Patrowski y así formarán alianzas entre ambas familias para terminar de una vez por todas con el legado de los Ivanov- mi corazón se detuvo, malas familias usaban los servicios de mi madre y míos para matar a aquellos que intentaban apoderarse de sus terrenos y ahora ellos nos darían muerte a nosotros como si no valiésemos nada o peor aún como si sus negocios no hubiesen crecido a costa de nuestro trabajo.

Malditos- dije en voz baja sin darme cuenta de como estaba apretando el celular.

Por favor pequeña, debes proteger a tu hermana y tener mucho cuidado, no sé cuando pretenden atacar, pero los rumores dicen que no dejaran a nadie vivo, incluyendo a todos los que siempre apoyamos a tu madre- termine de procesar sus palabras y lo entendí, ellos matarían a todos no solamente a nosotros.

Tranquila, no llegarán a hacer nada- intentaba en mi mente hacer algún plan que nos ayudará a todos, pero no había nada, estaba tan bloqueada por la información que me había dado que no sabía como mover mis piezas.

Corte la llamada y fui al despacho de mis padres, necesitaba respuestas, aun cuando sabía que corría el riesgo de que no me dijeran la verdad. Llegué corriendo y golpee la puerta, escuche a medias el adelante de mi madre e ingrese apurada.

¿Dime que no es cierto?- el tono de mi voz era desesperado.

Ya resolví casi todo Nat y tú deberás acatar mis órdenes- su voz tranquila, su mirada llena de dolor, tarde una fracción de segundo en entenderlo, ella se sacrificaría por nosotras.