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DESEO EXTREMO

DESEO EXTREMO

Status: Terminada
Genre:Acción / Romance / CEO / Yuri / Dominación / Venderse para pagar una deuda
Popularitas:30.9k
Nilai: 4.6
nombre de autor: E.R.CRUZ

"Armstrong", como era llamada por su guardaespaldas, por sus seguridades y hombres de lealtad, deseaba fervientemente tener y dominar a D'Angelo, la joven que aceptó como pago de una deuda. CEO y dueña de un casino, se encuentra completamente enamorada después de muchas discusiones, insinuaciones y conversaciones duras con la joven. Armstrong era una mujer cruel, prepotente, egocéntrica y maligna, pero que con el paso del tiempo, aprendió a amar y cambió completamente con la fuerza de ese amor.
Por otro lado, "D'Angelo" sufre al saber que todo no fue más que un intercambio y que aquellos en quienes siempre confió con todas las fuerzas de su corazón, fueron quienes la dejaron en manos de una poderosa millonaria que escondía de la sociedad, secretos oscuros y maldades. A partir de un punto y de un diálogo saludable, la relación de ambas comienza a cambiar y todo llega a un consenso, donde a través de las líneas del tiempo, se convierte en un verdadero amor.

[VOLUMEN 1]

NovelToon tiene autorización de E.R.CRUZ para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 6

- ¡Ven conmigo, Stella! - Me llamó Megan tan pronto abrió la puerta del baño y salió, donde me encontró cerca de la ventana. Llevaba un rato allí, observando las sonrisas de los guardias mientras bebían y charlaban. El día había pasado y la noche ya se había instalado.

Ese día, después del desayuno, nos encontramos en el almuerzo, en la merienda de la tarde y también en la cena, pero Megan solo abrió la boca para comer, aunque sus ojos seguían puestos en mí, analizándome con su mirada fría y su cabeza estaba llena de pensamientos, pensamientos perversos. Ella confesó que me deseaba y ahora sabía que solo quería ir a la cama conmigo.

- Voy a dormir... ve tú sola. - Dije simplemente.

Sentí el viento de su llegada detrás de mí y me congelé.

- Yo no pedí... - Susurró en mi oído y me aparté, pero ella me agarró fuertemente por los antebrazos - ¡ordené!

- Tengo sueño, Megan... ¡Déjame en paz! - Me solté de sus manos y fui a la cama, pero ella me siguió y no me permitió sentarme.

- ¡No te vas a imponer, esposa!

- ¡No me llames así! - Exclamé, mirando sus ojos azules oscuros, llenos de irritación.

- ¡Te llamaré así todo el tiempo que quiera!

- ¡No puedes mantenerme prisionera aquí siendo algo que no soy!

- Puedo y ya lo estoy haciendo. Nadie en Londres es capaz de ayudarte, así que nunca saldrás de aquí, esposa.

- ¿Londres? - Mi corazón se apretó y no, no podía estar tan lejos de casa.

- Exactamente, Londres. Ahora vives a kilómetros de distancia de tu tía Geórgia.

- No hables así de ella.

- Hablo como quiero... ella es otra interesada.

¡Interesada?

- ¿De qué estás hablando, cretina? - Me separé de ella, pero no me alejé.

Cambiaría palabras con ella estando frente a frente, a pesar de que me intimidaba su superioridad y prepotencia.

- ¿De verdad creíste que tu tía Geórgia no sabía nada?

- No digas...

- Tu tía siempre supo de la deuda de tu papá... iba a denunciarlo a las autoridades y tuve que silenciarla con dinero.

- ¡No! Tía Geórgia nunca...

- ¿Cómo crees que adquirió ese apartamento en Brooklyn si trabaja en un mísero trabajo?

- No, no, no... estás diciendo eso para que odie a las personas que amo, pero eso no va a pasar. - Grité esas palabras.

Megan sonrió irónicamente y me empujó, haciendo que cayera sentada en la cama, llevándose con ella su mirada maléfica.

- Escucha, Stella... - Puso las manos en los bolsillos de sus vaqueros negros - nunca vuelvas a levantarme la voz... ¡me gusta la obediencia!

- Obediencia nunca la tendrás de mí... ¡no te lo mereces!

- Ese tipo de obediencia era la que le dabas a tu tía.

- No, nunca la desobedecí, así que no la difames... no conseguirás que la odie.

- No quiero que la odies.

- Sí lo quieres... no vales la pena.

- Sé que no valgo la pena, pero nunca vendería una rareza como tú, Stella.

- Ah... lo ignoro.

- Solo quiero abrirte los ojos... todos tenemos un precio y tu tía Geórgia no es diferente.

- No... - Me negaba a creerlo, ¿tía Geórgia? - no, no.

Megan suspiró profundamente, como si estuviera aburrida de todo nuestro diálogo.

- Cuando te estrelles... no digas que no te lo advertí.

- ¡No! - Me levanté para alejarme de ella, necesitaba pensar.

No era posible que las dos personas que más amaba hubieran formado parte de una negociación tan sucia.

Entre la difamación que Megan hizo sobre tía Geórgia, tenía algo de razón. Tía Geórgia no tenía suficiente dinero para pagar un apartamento en Brooklyn, no con su salario de empleada doméstica ni con la ayuda económica mínima que mi padre enviaba cada mes, además de mi trabajo en el café, un empleo que me costó mucho tiempo encontrar por ser menor de edad. Cuando nos mudamos al nuevo apartamento, me pareció extraño durante unos días, llena de pensamientos. Tía Geórgia simplemente evadía mis preguntas sobre la propiedad, con excusas falsas y nunca me respondía. ¿Sería cierto todo lo que Megan, Armstrong, había dicho?

- ¡Vamos a conversar aquí mismo! - dijo ella y agarró mi brazo. No pude escapar de su fuerza - solo digo la verdad, pero no tengo intención de hacerte odiar a aquellos que dicen amarte.

- ¡Tú tampoco eres una santa!

- Reconozco que no lo soy, pero tú también debes abrir los ojos a la verdad.

- ¡No!

- Estás conmigo, una mujer que hasta ahora solo ha querido tratarte bien... reconozco que mi deseo por ti me hizo actuar de forma agresiva cuando te vi por primera vez. Verte dormir como un ángel allí, protegida por las sábanas, me hizo arder el corazón porque finalmente te tendría para mí.

- No fuiste nada amable.

- Lo sé, pero... - me atrajo hacia su cuerpo y levantó mi mentón, nuestros ojos se encontraron - ¿has pensado alguna vez que podrías estar mucho peor, sufriendo, llorando o tal vez en un lugar donde las mujeres solo sirven de juguetes para los hombres?

- ¡No! Ellos no harían eso conmigo.

- Si te hubiesen vendido al dueño de un prostíbulo, ahora estarías siendo violada por hombres despreciables y sucios... no podrías decir nada, te estarían maltratando y obligándote a hacer cosas asquerosas.

En medio de sus palabras, me perdí en sus ojos serios y preocupados, y ese tipo de preocupación solo lo veía cuando mamá aún estaba viva, esa mirada mientras me aconsejaba era inolvidable.

Terminé pensando en lo que Megan dijo y sí, si estuviese en un prostíbulo, ni siquiera sabría qué pensar, moriría de angustia y aún más sabiendo que los responsables son de mi propia sangre.

- Entonces, por favor, Stella... - dijo ella y me liberé de esa mirada, pero su rostro estaba más cerca del mío - haz las cosas más fáciles para las dos, áceptame... puedo hacerte feliz, puedo darte lo que quieras o incluso... - me miró profundamente - incluso dejarte ir.

¿Dejarme ir?

¿Realmente sería capaz de dejarme ir sin pedir nada a cambio? Ella me compró, me secuestró y lanza eso?

- ¿De verdad me dejarías ir, Megan? - pregunté y toqué su rostro, lo que la hizo sonreír ligeramente. Ni siquiera sé por qué lo hice. Pero luego vi tristeza en sus ojos.

- Sí, Stella... tengo poder, soy millonaria, puedo tener a quien quiera, pero algo que me niego a tener es un amor comprado... no puedo comprar tu amor.

- Megan, yo... - la vi humedecer sus labios y acercar su boca a la mía...

- No puedo comprar tu amor, pero soy capaz de hacer que te enamores de mí.

- Es...

- Déjame hacerlo.

- ¡No! - dije y aparté el rostro, y sentí sus labios en mi mejilla - no puedo enamorarme de alguien como tú.

Ella rozó sus labios en mi mejilla y cerré los ojos ante la sensación, no podía permitir que mi cuerpo tuviera esas sensaciones, no en sus brazos.

- ¿Y por qué no, Stella? Te deseo tanto.

- Porque me gusta otra persona. - confesé, pero obviamente ella ya lo sabía, ella sabía prácticamente todo sobre mí.

Megan me dejó libre a regañadientes y caminé con la cabeza baja hacia la ventana.

- Puedo hacer que olvides a Ariana.

- Ni siquiera voy a preguntar cómo la conoces... has metido las narices en toda mi vida.

- Exacto, y sé que Ariana no merece tu amor...

- En realidad... ella me engañó, pero aún así... siento algo por ella.

- Deberías olvidarla. Ella te engañó. Debes abrir los ojos a lo que tienes a tu alrededor... no estaré disponible por mucho tiempo... tengo necesidades.

Apreté la mandíbula y recordé a la empleada, aquella que se rendía fácilmente ante su jefa.

- Necesidades que tú puedes... - me interrumpí abruptamente.

- ¡Dilo! - sentí que se acercaba - sácalas a la luz, esposa.

- Tienes una empleada muy guapa y obediente.

Ella sonrió detrás de mí y me giró hacia ella, luego, sin que pudiera evitarlo, sentí el peso de sus labios en los míos, obligándome a ceder al beso. Pero logré alejarme y todo lo que me hizo pasar me enfadó. Megan lamió las comisuras de su boca y yo limpié la mía con el dorso de mi mano ligeramente.

- Entonces, ¿ya sabías de la empleada? - preguntó sorprendida.

Tuve la certeza de que ella no me tendió una trampa.

- Sí, ya sé... afortunadamente las vi a las dos en el pasillo.

- ¿Y qué sentiste?

- ¿Sentí? ¡No sentí nada!

- Si no sentiste... ¿por qué trajiste este tema a nuestra conversación?

- Porque, porque... — me desesperé, no tenía argumentos para usar.

- ¿Acaso te gustó lo que viste?

- ¡No seas indecente!

- Umm... — se acercó y yo me alejé.

- ¡Detente ahí mismo!

- ¿Tienes miedo de mí?

- ¡No! Tengo miedo de que intentes besarme nuevamente.

- ¿Acaso soy tan mala besando?

- Eso... no es el punto. — me detuve cuando ella también lo hizo.

- Stella... espero que consideres todo lo que hemos conversado ahora... tu padre y tu tía no merecen tu amor y mucho menos, Ariana.

- ¿Y tú eres digna de ser amada por mí?

- No lo sé. Esa respuesta es tuya... ya te he contado toda la verdad, ya te he mostrado mi deseo por ti, ya te he dicho que podría dejarte ir y...

- Entonces déjame ir... ¿deja que vuelva a mi vida?

- Si volvieras ahora mismo... piensa... ¿sentirías asco, rabia, odio o amor al ver el rostro de tu tía Georgia?

   Pensé...

   Y nunca miraría a tía Georgia con amor, pero con otros sentimientos sí, después de todo lo que hizo.

- ¿Cuál es tu respuesta? — preguntó mientras se dirigía hacia la puerta y la abría, pero se volteó y me miró.

- La miraría con cualquier tipo de mirada, excepto de amor... no tenía derecho a conspirar junto con mi padre, cometieron un error y eso es imperdonable.

- Es cierto. Y ¿dónde vivirías? ¿Cómo te las arreglarías para vivir tu vida sin dinero, empleo o apoyo de alguien?

   Mis manos estaban atadas.

- No lo sé, pero encontraría una solución.

   Hubo un silencio entre la distancia que nos separaba y ella parpadeó varias veces, parecía pensativa...

- Sabes, Stella... ya no voy a esperarte más... sea mi esposa o no.

- ¿Qué quieres decir?

- Vive aquí como una huésped, pero espero que reconozcas lo que hice por ti... soy lo que muchos desean y no pierdo tiempo cuando se trata de mi placer.

- ¿Eso significa que ya no soy tu esposa? — pregunté, ya esperanzada porque ansiaba que su respuesta fuera un sí y que finalmente mi pesadilla terminara.

- Piensa como quieras... ah, y puedes ir a dormir — señaló la cama — no planeo llevarte conmigo.

- Entonces esta conversación ya ha terminado, ¿verdad?

- Sí... voy a ver si puedo distraerme con algo de diversión.

- ¿Diversión? ¿Qué tipo de diversión?

- Cualquier tipo. Solo no te llevaré conmigo porque todavía no me has aceptado como tu esposa.

   ¿Qué?

- Y nunca te aceptaré.

- ¡Perfecto! Buenas noches y hasta mañana... tal vez.

- Diviértete...

- Lo intentaré... aunque desearía estar aquí contigo. — ella dijo tiernamente y me estremecí.

- Sí... — intenté hablar, pero ella salió cerrando la puerta, dejándome allí, con pensamientos y más pensamientos.

   Intentaría dormir y esperaba no tener pesadillas. Después de la conversación que tuvimos, me entristecí, estaba sola en el mundo y completamente perdida.

1
Ainodlam Madriz
excelente maravillosamente tú novela felicitaciones
Evelin jamilhet Alvarado
Malo
Evelin jamilhet Alvarado
Muy malo
Ser Up
estelae tiene aburrida está que corta las guinchas por megan y se da tanto de rogar que ya aburre
Lil Souto
Excelente
Maria Consuelo Rodriguez Berriz
Intenso.!
:vアレクサ
mujer a ti no te apuñalaron un pulmón?
:vアレクサ
eso tenga más respeto que yo como espectadora ubiera sido más fácil que la tabla del uno.
:vアレクサ
y no te culpo reina kskfjd
:vアレクサ
cuando te enteres hermosa- /Sweat/
Ana Leticia Morales
que poca
Alv Flor
asta horita me a gustado lo que leo
Taylor Blue
me encanta dios mío
Taylor Blue
Muy malo
Ash
preciento q Mercier es padre de Megan👽
Ofelia Paloma Rodriguez
excelente
Marleny Jaramillo Jaramillo
Excelente
ANA JULIA RUIZ
como un padre le hace eso a su hija
Nany Sanoja
Excelente
Magdalena Torres
buenisima novela!!!!
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