Mí Otra Oportunidad

Por un momento sentí muchas manos que me agarraban impidiendo seguir, no había luz, el viento parecía un huracán que por momento sentía me elevaba y por otros me tiraba hacia atrás, pero yo sentía que debía seguir, y sin ver, sin sentir el piso y sin ver dónde iba seguí, hasta que de repente la luz apareció y una mujer bella con ojos celestes como dos gotas de agua de mar, con cabello platinado y vestida con una túnica dorada que le llegaba hasta el piso, me preguntó que haces aquí, y luego prodigio, este no es tu camino y tu destino.

Yo respire profundamente, llenando mís pulmones con ese aire puro y fresco y le dije, disculpe necesito estar aquí, no sé por qué, pero es una sensación más grande que la razón. Ella me miró, se acercó como cuál gacela por su gracia al caminar, bajo hasta mi altura, ya que mientras ella se venía hacia mí note que era como el coloso de Rodas y por su tamaño seguro podía pasar un barco entre sus piernas. Su hermosa cabellera que llegaba hasta su cintura me cubrió por completo al agacharse hasta mí.

Sonrió y creo leyó mí, mente por qué me dijo, no soy un Coloso, soy una Diosa, me llamo Lar la diosa del Hogar y estoy aquí para guiar las familias a sus hogares, y por lo que veo tú ya no tienes.

Al escuchar eso sentí que mí, corazón se partía en mil pedazos y el dolor me ahogaba, las lágrimas brotaron y comenzaron a caer por mis mejillas y con furia le dije mí, hijo Ian y su esposa como así sus hijos que lleva en su vientre deben estar bien, salieron una semana antes de mí, mundo antes que yo, siento que están bien, es más le aseguro que mí familia, usted los vio. Al escuchar eso retrocedió y estiró su mano al cielo, y de una nube tomo una tabla donde leía los nombres, luego me miró y sonrió, y dijo, : tiene razón ellos están bien, y por pasar por el camino de la perdición le daré una visión, y está si mira al lago.

Yo acepte y me fui al muelle de troncos que vi cuando estaba en el camino, me agache y asome mí, cabeza para ver el agua de ese lago de aguas cristalinas. En él vi a mi hijo y su familia, estaban felices, los niños parecían tener unos 10 años, Ian tenía una barba en forma de candado y Soledad se veía con una panchita de unos 8 meses de embarazo al parecer. Los felices y unidos. Después de ver eso mi, corazón rebozo de felicidad y sentí mucha paz al saber que al ser más importante de mi vida había sobrevivido y había seguido su camino con la familia que creó con tanto amor y felicidad.

Me pare y di la vuelta, busque a Lar, pero ya no estaba, entonces solo mire al cielo y dije fuerte GRACIAS 😃 y tras de mí con u susurro me dijo de nada, lo criaste bien.

Con toda la felicidad del universo regrese a mí camino, donde debía estar. Tras dos pasos el viento me envolvío y me elevó toda la zona oscura y me bajo cerca de las ruinas, agradecí y seguí mí camino, y una voz gruesa de un hombre me dijo de nada, soy Mercurio y fue un placer llevarla en is brazos. Yo sonreí sonrojada por la respuesta y salí corriendo a las ruinas, me sentía joven sin dolores y muy feliz, mí hijo y su familia estaban bien y yo hasta fui abrazada por un Dios, que más podía pedir. Nunca antes había estado tanto tiempo si dolor, sin medicación y tampoco alguien me había abrazada y protegido de esas manos y oscuridad que había pasado antes y ahora sabía que era el camino de la perdición. Estaba feliz, ya nada me quitaría mí dicha.