Anya es una joven modesta, inocente y alegre que fue criada por su tía después de que su vida se viera sacudida por la trágica perdida de sus padres, sin embargo, eso no era lo único, ya que el destino le tendría otra mala pasada.
Se suponía que buscaba tener un futuro feliz, tranquilo; sin embargo, nunca creyó que su vida terminaría atada de la forma menos pensada.
¿Podrá ser feliz?
¿Podrá conocer lo que es el amor?
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capítulo 4
Dos años después en el cumpleaños número dieciocho, anya recibido la noticia sobre el divorcio de sus tíos, le afectó mucho porque su tío era el único razonable en su familia y él era lo más cercano a un padre, después del divorcio su tío volvió a su país natal, iba dos veces por mes para visitar a su hija y sobrina, después del divorcio todo se puso más duro.
Anya al regresar de su trabajo se encontró a su tía discutiendo con su prima en la sala, no les prestó atención y subiendo las escaleras directo a su habitación, deseaba huir, irse de ese lugar pero, se detenía porque esa casa era lo más cercano que tenía a sus padres, ya era mayor de edad pero seguía bajo el dominio y las reglas de su tía.
Mientras en la planta de abajo su tía le preguntó a su hija.
— ¿Cuanto dinero perdiste en los juegos?.
—Mucho y debo también?
—¿A Quien le debes?.
—Son peligrosos, tengo 2 semanas para conseguir el dinero, o si no, sabes lo que pasará.
Margaret tomó a su hija por los cabellos y le daba bofetadas, al oír los gritos Anya bajó y se metió en medio.
—Tía por favor.
—No te metas, ella se merece todo los golpes, por lo que hizo.
—¿Pero que hizo para que le pegues así?.
Esta no le respondió y salió de prisa tomando su bolso y dando órdenes a su chófer para que la llevara a un lugar.
Mientras haya en la casa quedó con su prima y procede preguntarle lo que había pasado.
—¿Qué fue lo que pasó para que mi tía te golpeara de esa manera?.
—Qué te importa, déjame en paz, respondió Aurora molesta y subió a su habitación.
Anya se recostó sobre el sofá y dijo en voz alta.
—¡eso te pasa por meterte en lo que no te importa, ya lo tienes!.
La señora Margaret tenía una reunión con un hombre misterioso, de voz fuerte y pelo canoso, se conocían desde hacía tiempo, la última vez que se vieron fue cuando le vendió la destilería, Margaret le hizo una promesa, la de casar a su hija con su nieto, eran conocidos, pero el hombre sabía dividir lo personal de lo laboral, por lo que detalló de forma específica la mujer que quería para su nieto, y como Margaret sabía que su hija estaba lejos de ser la persona que el hombre quería se preocupó, pero, ella como siempre encontraría una solución, ya que si casaba a su hija con un millonario aseguraría su futuro.
Al día siguiente Margaret se encontraba con el contador, Anya no tenía conocimiento de las cosas por lo que preguntó
—¿Que está pasando?.
—estamos en serios problemas. Responde su tía.
—¿que tipo de problemas?.
—Estamos en bancarrota, y le debemos al banco mucho dinero, nos dieron una semana para cancelar la deuda, de lo contrario nos van a embargar.
— ¿ cómo así, ¿y que podemos hacer?
—nada, tú no puedes hacer nada, dice su prima.
—ah, ¿y tú si puedes? .
—Basta, no es momento de discutir, pronunció Margaret pensando en la conversación que había tenido con el hombre, Anya pensó en una idea y no le gustaba pero tenía que ayudar.
—¿tía y si usamos el fideicomiso de mi universidad, es mucho dinero?.
— no se puede, en el testamento claramente dice que no puedes usarlo para otra cosa que no sea la universidad.
— ¿entonces que vamos a hacer?.
Margaret no respondió y se detuvo a pensar en que no tenía tiempo para que surgiera un romance entre su hija y el nieto del hombre, que ni siquiera se conocían aún, así que tenía que tomar una decisión.
Durante la cena le pregunta a su hija directamente ya que solo habían tres mujeres.
— vas a conocer al nieto de un amigo.
—¿Como dices madre?.
— Qué vas a conocer al nieto de un amigo para que te cases con él, no está en discusión debido a la conversación que tuvimos y los problemas que tienes, ¿si me entiendes a que problemas me refiero?.
—Por supuesto, mientras sea guapo no tengo problema, ¿eso era lo que querías preguntar?
— no, quiero que sea sincera, ¿aún eres virgen?, porque eso es lo que tienes a tu favor, ya que no cuentas con nada más, dejaste la universidad y no has hecho nada, solamente meterte en problemas, dime que lo eres por favor.
Aurora entre risas le responde a su madre.
—¿En serio, de verdad crees que en esta época encontrarás a una mujer virgen? a mi edad con veinticinco años, no seas ingenua mamá, sabes perfectamente que yo perdí mi virginidad hace mucho tiempo.
Margaret casi se atraganta con el bocado que tenía en su boca tomó un sorbo de agua.
—¿Qué estás diciendo? yo di mi palabra aceptando que tú eres la persona indicada para casarse.
— ¿ de verdad, eso es lo menos importante?, mamá por favor, no creo que a él le importe.
—Sí lo es, porque su abuelo quiere una mujer pulcra y pura para su nieto.
Anya seguía comiendo escuchando la conversación sin decir una sola palabra, podía creer que era miembro de esa familia.
—No todas somos como Anya madre, que ni siquiera un hombre le ha tocado los labios, yo no podría ser así, tan tímida y santurrona.
Margaret se quedó pensando unos segundos, miró a Anya y de inmediato la idea le vino a la mente, pero no la realizó ni hizo nada, solamente se retiró de la mesa a su habitación.
El hombre que estaba interesado en una esposa para su nieto era Robert Dimitrova, después de volver a su casa y mantener una conversación con su hijo y, así llegaron a un acuerdo para casar a su nieto sin que él lo supiera, Robert se esforzó en buscar a la joven porque su hijo se lo pidió, Víctor Dimitrova tenía una enfermedad terminal y lo único que deseaba era ver a su hijo casado y logró hacerlo.