Ser la hija de Lucifer podría hacer que tu vida fuera lo mejor. Imagínate caminar por el mundo llevando los tratos de tu padre. Mientras creas caos sin importarte nada ni nadie.
Pero aún con todo aquello te sientes vacía. Y cometes un gran error te obsesionas con el angel de la muerte.
Te vuelves su sombras , lo sigues y te facinas con su trabajo. Pero vas de error en error y terminas robando lo. Logrando con esto desatar uno de los peores caos en el infierno.
Tu padre te destierro. Y te envía al mundo humano con los 4 jinetes del Apocalipsis. Que por cierto su líder te odia.
A si que arta de todo obedeces a tu padre y te vas del infierno.
Hasta que un día llega . Quien era tu amor cuando eras una pequeña y voltea tu mundo haciendote sentir cosas que no conocías.
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Lucifer
Desmon 🖤
Las noches frías siempre traían consigo momentos dolorosos pará los humanos
Desmon observaba la noche desde lo alto, esa noche se sentía diferente a las millones que había vivido, algo lo llamaba, algo en su pecho lo hacía querer buscar aquel rastro.
Desplegó sus alas y se elevó permitiendose sentir el aire frío, miró su reloj y esté le mostraba qué debía ir por la siguiente alma.
Al llegar la escena frente a él, no fué nueva. Era un accidente de tránsito, múltiples víctimas.
Caminó al rededor y al llegar al frente ahi estaba.
Adara.
- Ángel - saludó, pero está no le dedicó ni una mirada. - debes relajarte -
- no me sigas que hacer- lo miró y el corazón de desmon comenzo a latir fuertemente, su rostro estába totalmente deformado, estába cómo un angel de la muerte en todo su esplendor - están por llegar. Mi padre viene en caminó- desmon entendió la situación, eran demasiadas almas. Lucifer no se perdería una pelea como esta.
- comienza a recolectar yo te cubrire- la princesa resopló y sé quedó en su lugar.
- no necesito que pelees mis batallas angel- sacó dos espadas - mis almas, mis peleas - los demonios comenzaron aparecer y adara comenzó la pelea dejando atrás a desmon.
La batalla no demoró demasiado, Adara y desmon no retrocedieron, no estában dispuestos a perder ninguna de sus almas.
Hasta que lucifer apareció.
De las caderas de Adara colgaban los relojes qué había ganado. Cada alma que reclamaría cómo suya, hasta que sintió pasos detrás de ella, al girarse el rostro de su padre estaba a unos metros de ella.
- Parca- le saludo lucifer y adara dió un paso atrás - creó que tienes algo qué quiero - desmon vio la escena desde donde estaba, quiso ir hasta ellos pero algo qué no veía se lo impidió.
- Quiero esas almas- dijo lucifer.
- son mías - la voz de la princesa salió distorsionada - las gané limpiamente - la princesa miraba a su padre sabiendo que esas simples palabras no harian retroceder. Desmon intentó moverse pero estaba clavado al piso.
Lucifer sacó una espada y dió otros pasos hacia la princesa está saco sus espadas y las clavó a la tierra.
Desmon quiso gritarle que retrocediera, pero no salía ningún sonido de su boca.
Adara 🖤
Las espadas chocaban una con otras, lucifer no se detenía, atacaba sin piedad queriendo robarle lo que ella habia ganado.
Adara respondía sus ataques sin piedad , pelear con su padre fué algo que jamas imaginó, pero ahora que tenia la oportunidad sacaría todo aquello qué llevaba años guardando.
Adara se elevó en el aire y atacó a lucifer, logrando que esté también se elevará y con furia devolviera los ataques de su hija.
No podía perder, era el unico pensamiento qué tenía el angel en ese momento.
- maldito - gruño lucifer al sentir el filo de la espada en su cuello.
- gane lucifer - le gruño mientras bajaba su espada. - largó - movió su mano haciendo qué lucifer retrocediera - te veo en el infierno - lucifer desapareció en medio de una nube de humo.
- princesa - desmon llego a su lado.
- fuiste de mucha ayuda - ironiso mirando al príncipe.
En otro lugar no muy lejos de ellos.
- crees qué ella le ayude a su padre a obtener almas de manera irregular -
El arcángel Miguel miro a su hermano.
- no tiene permitido revelar su identidad de angel a algún demonio, mucho menos a su padre- miro a los dos angeles recolectando sus almas.
- pero la jinete la vió en aquel acantilado -
- ella debe resolver sus errores- Miguel dió una última mirada a los angeles antes de comenzar su vuelo.
A C
