NovelToon NovelToon
Astillas De Alma

Astillas De Alma

Status: En proceso
Genre:Escuela / Acción / Romance / Posesivo
Popularitas:646
Nilai: 5
nombre de autor: Mary Dalia Lilith Kruger Lanchestter

Laebe siempre supo que el mundo no estaba hecho para alguien como ella. Pequeña, frágil y silenciada, aprendió a soportar el dolor en la oscuridad, entre susurros de burlas y manos que la empujaban al abismo. En un prestigioso Instituto Académico, su existencia solo servía como entretenimiento cruel para aquellos que se creían intocables.

Pero el silencio no dura para siempre. Cuando la verdad sale a la luz, el equilibrio de poder se rompe y los monstruos que antes gobernaban con impunidad se enfrentan a sus propios demonios. Entre el caos y la redención, Laebe encuentra en una promesa inquebrantable, un faro de protección y en su propia alma una fuerza que nunca supo que tenía para enfrentar los obstáculos que le impuso la vida.

---

Esta historia contiene temáticas sensibles como abuso sexual, violencia, acoso, drogas y trauma psicológico. No es apta para todos los lectores, ya que aborda situaciones crudas y perturbadoras. Se recomienda discreción.

NovelToon tiene autorización de Mary Dalia Lilith Kruger Lanchestter para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 22.

El amanecer apenas iluminaba la habitación cuando Kael abrió los ojos. No necesitaba despertador; su instinto le decía que era hora de atender a Laebe. Se sentó en la cama con movimientos silenciosos y miró a la joven dormida a su lado. Su piel seguía pálida, y su cuerpo, frágil como una muñeca de porcelana.

Con extremo cuidado, apartó las mantas y se inclinó sobre ella, posando la mano sobre su frente. No había fiebre, pero su debilidad era evidente. Sus dedos se deslizaron hasta su cuello, buscando su pulso. Latía lento, pero estable.

Sabía lo que debía hacer. Primero, limpiar la herida en su nuca.

Tomó un recipiente con agua tibia, gasas estériles y un frasco de solución antiséptica. Se acomodó en la cama y deslizó los dedos con suavidad por el cabello de Laebe, apartándolo para dejar expuesta la pequeña herida.

— Terroncito, voy a limpiar tu herida. — Susurró con voz baja, pero firme.

Laebe se removió ligeramente, soltando un leve quejido, pero no abrió los ojos. Kael mojó una gasa con la solución y la presionó con sumo cuidado sobre la piel lastimada. Ella se estremeció.

—Tranquila — Murmuró, su otra mano descansando en su hombro. — Sé que duele, pero necesito hacerlo.—

La sangre seca se disolvió poco a poco bajo su tacto. Kael trabajó con paciencia, asegurándose de que no quedara ningún residuo. Después de limpiar la herida, aplicó un ungüento antibiótico y cubrió la zona con una gasa nueva.

Kael se puso de pie y caminó hacia la mesa de noche, donde tenía todo listo. El frasco de vitamina K, la jeringa estéril, el algodón y el alcohol.

Laebe necesitaba dos inyecciones diarias durante una semana, según lo indicado por el médico. Se administraban en el músculo del brazo o el muslo, y Kael prefería hacerlo en el muslo, donde el dolor sería menos molesto para ella.

Se sentó a su lado de nuevo y deslizó con cuidado la manta hasta descubrir su pierna.

—Laebe, es hora de la inyección — Dijo con suavidad.

Ella gimió, removiéndose entre las sábanas, y Kael notó el temblor en sus manos cuando intentó cubrirse de nuevo.

—No quiero… — Murmuró débilmente. Kael suspiró. Sabía que le aterraban las agujas. Se inclinó un poco y acarició su cabello con calma. —Será rápido, chiquita. Prometo que después te haré algo dulce.— Dijo besando su cabeza y revolviendole los cabellos.

Ella parpadeó con dificultad, y al ver su expresión tranquila, se resignó. Apretó los labios y asintió con un leve susurro.

Kael humedeció un algodón con alcohol, levantó el blusón hasta descubrir el muslo y le pasó el algodón suavemente. Con movimientos precisos, extrajo el líquido del frasco en la jeringa y la sostuvo con firmeza.

—Respira profundo. — Instruyó.

Laebe apenas tuvo tiempo de hacerlo cuando la aguja penetró su piel con un pinchazo rápido y certero. Ella se tensó, aferrando las sábanas con fuerza, pero Kael mantuvo su otra mano en su rodilla en un intento de calmarla.

El líquido entró lentamente.

Cuando terminó, retiró la aguja con la misma precisión y presionó la zona con el algodón antes de masajear con suavidad para evitar dolor.

—Ya está. Lo hiciste bien.— La felicito besando su frente.

Ella dejó escapar un pequeño sollozo ahogado, girando el rostro hacia la almohada. Kael la cubrió de nuevo con las mantas y le besó la sien.

—Voy a hacerte el desayuno. Descansa un poco.—...

En la cocina, Kael abrió la nevera y sacó los ingredientes. Ella necesitaba recuperar nutrientes urgentemente, y el Luciel había sido claro con la dieta.

Preparó un batido espeso de fresas y avena, licuando leche de almendras con un puñado de fresas frescas, avena cocida y una cucharada de semillas de chía. Luego, calentó una rebanada de pan integral y lo untó con aguacate, espolvoreando encima queso cottage para agregar proteínas.

Comida simple, pero nutritiva.

Cuando regresó, Laebe lo miró con ojos somnolientos. Kael se sentó en la cama y acomodó la bandeja frente a ella.

—Batido de fresas. Y pan con aguacate. Come todo.— Se sentó junto a ella. Ella tomó el vaso con ambas manos, temblorosa, y bebió un sorbo. Su expresión se relajó un poco.

—Está… rico — Susurró. Kael esbozó una media sonrisa y deslizó los dedos por su cabello con suavidad.

—Eso espero. Porque tendrás que comer así todos los días. —.

Ella asintió, aún débil, pero obediente. A mitad del desayuno, le dió más medicina. Una pastilla de multivitaminico B12 y una de ácido fólico. Laebe las bebió con algo de agua.

Kael la miró en silencio. No iba a permitir que volviera a estar al borde del colapso. Iba a asegurarse de que su Terroncito viviera, aunque tuviera que alimentarla él mismo todos los días...

Durante la tarde, Kael la movió a la sala. La dejo sentada en el sofá, viendo la televisión mientras el preparaba la comida.

Estaba sumamente enfocado, viendo el vídeo de cocina de como preparar el platillo para ella. Incluso en su teléfono había programado alarmas para recordarse a qué momento preciso Laebe debía de tomar medicina.

Justo era el momento de una de ellas. Kael se apresuró a exprimir el jugo de algunas naranjas en un vaso, después, añadió un suplemento de hierro comprimido en el vaso. Apenas se deshizo, lo revolvió y fue hasta Laebe.

— Toma chiquita.— Le dijo él al darle el vaso. Laebe lo tomo con cuidado y lo bebió lentamente, aunque el sabor la hizo fruncir el entrecejo y cerrar los ojos. Una vez termino se limpio la boca y se estremeció toda. Para compensar el mal sabor, Kael le metió con cuidado un caramelo.

Ella sonrió con un leve rubor y disfruto de una última caricia en la mejilla que el le proporcionó. Él volvió a la cocina y siguió preparando el platillo, mientras Laebe volvía a ver el televisor. Justo en ese momento, cambio de canal y se encontró con algo que llamo su atención:

— . . . "El caso de Laebe, una estudiante del instituto Elite Nexus, ha conmovido a la sociedad"—

Su cuerpo se tensó y puso más atención. En él noticiero estaba su imagen, de aquel vídeo; llorando en brazos de Kael mientras él revelaba todo lo que le hicieron.

— "Según el video que le ha dado la vuelta a todas las redes sociales, la joven, de nombre Laebe, sufrió no solo de acoso y bullying en este instituto, sino que también fue víctima de abuso sexual por parte de alumnos." — Continuo la noticia. — "Sin embargo, el instituto no tomo medidas".— .

Laebe, se cubrió de lágrimas.

1
Dira Alina
¡Necesito saber qué pasa después! Por favor, no tardes en actualizar. 🙏
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play