No Se Si Es Amor

Narra Antón

Siento que Isabel se mueve y de pronto se sienta, medio abro los ojos y puedo ver su cara de susto mientras comienza a revisarse, suelta un suspiro como dándose cuenta de algo y yo solo puedo sonreír por no dejarme seducir por su yo ebrio.

-Te puedo asegurar que si te hubiera hecho algo te acordarías y no pudieras levantarte por dos días – mi voz sonaba ronca y tenía una gran sonrisa en los labios, me estaba divirtiendo con ella

Podía decir que era la primera mujer con la que la pasaba tan bien y sin siquiera haberla tocado, tiene una personalidad chispeante y a pesar de que se me lanzó encima no siento la necesidad de hacerla mía y desecharla como ha ocurrido con otras mujeres.

Veo que se levanta y comienza a tomar las cosas que se encuentran tiradas en el piso, no me quiere mirar a los ojos, veo que cada vez que mira la cama se pone roja y eso me da mucha risa ¿será que de verdad nunca ha estado con ningún hombre? Es difícil de creer que una mujer de esa edad no haya estado con un hombre.

-¿Me puedes decir porque dormí contigo anoche? – su voz apenas se escuchaba y le hice señas de que se sentara a mi lado y así lo hizo pero al otro extremo de la cama como si mi cercanía le hiciera daño

-Porque yo no quise hacerte otra cosa, si hubiera sido por ti anoche me hubieras deshonrado – puse una mueca de tristeza y sus ojos se abrieron de par en par

-No… no… eso no puede ser, yo sería incapaz de algo así, tu eres mi jefe – estaba tan roja que parecía un tomate

-Esta vez lo voy a dejar pasar, pero la próxima vez no te vas a escapar de mi, pide el desayuno mientras me baño, luego vas a tu habitación a cambiarte de ropa, a menos que quieras acompañarme en la ducha – seguía sin verme a la cara, puedo suponer que recordaba algo de anoche y eso le estaba carcomiendo por dentro

-Necesito que sepas algo de anoche… - no la deje terminar de hablar

-Hablemos durante el desayuno, tengo tu olor en mi piel y si sigo así te juro que no saldremos de esta habitación en todo el día – me levanté y me fui a dar una ducha

Dejé correr el agua fría en mi cuerpo, necesitaba despejar mi mente y aquietar esas ganas de hacerla mía, algo me decía que si lo hacía no la iba a dejar ir de mi lado y quería terminar el asunto de su exnovio, necesitaba conocer ambas partes de la historia, aunque en esa historia cada persona tiene una versión.

Luego de un buen rato bajo el agua y de enjabonarme unas cuantas veces salí de la ducha, me eché mi loción favorita, me vestí y fui a desayunar con ella, aun estaba un poco pálida y aun sentía el olor de su perfume en mi.

-Ahora si ¿Qué es lo que me querías contar? – pregunté mientras comenzaba a comer

Abrió su cartera y me mostró un cheque, vi el monto y era enorme, pero mi ira fue en aumento cuando vi el nombre del dueño de la cuenta.

-¿De dónde sacaste esto? – ahora estaba más pálida, ya que mi voz aumentó unos cuantos decibeles

-Me lo dio el tipo ese con el que salí a bailar para demostrarme que era una mejor opción para mí que tu – su voz a duras penas se escuchaba

-Vas a cobrar ese cheque y no me importa que hagas con ese dinero, te dije que de ahora en adelante lo que consigas es tuyo y ahí tienes, digamos que es tu premio por tan buena actuación anoche – le tomé una foto al cheque y le dije que al terminar de comer fuera con el chofer a cobrar ese cheque

Al parecer mi plan está generando resultados, aunque ella no lo crea es una mujer hermosa y muy llamativa, por lo que sabía que alguno de mis socios iba a intentar algo con ella y si pensaban que era una mujer interesada entonces cometerían errores como este, le entregarían dinero u obsequios, sé que este es solo el inicio, a la vez que me da curiosidad que va a hacer ella con el dinero.

Ella se va a hacer lo que le mandé, pero antes me entrega los informes preliminares de los balances que ha estado revisando y por lo visto tengo razón en mis sospechas, hay montos discordantes que hay que revisar a fondo, me parecía muy extraño que un local dirigido a personas de alto nivel y que siempre están llenos de tanta pérdida.

Luego de un rato y de ver algunas cosas que Isabel pasó por alto la vi llegar, pensé que llegaría con un montón de bolsas por haber comprado media ciudad y fue todo lo contrario, lo único que trajo fueron dos cafés uno para mí y otro para ella.

-¿Qué tal te fue? – pregunté mientras recibía el café

-Excelente, ya hice el cobro – tenía una gran sonrisa en los labios  

-Pensé que ibas a usar ese dinero para ir de compras – su rostro cambió notablemente

-Tengo mejores cosas en que usar ese dinero, yo tengo una deuda que pagar y nunca he sido mujer de vestir ropa costosa o que tiene como prioridad andar de tienda en tienda – fue su respuesta

Le creo porque he estado investigándola un poco y según sus redes sociales siempre fue el patito feo de todos los grupos a los que pertenecía, a pesar de que su familia tiene numerosas tiendas no se le ve viajando o con excesos de ningún tipo, supongo que eso fue lo que ese patán vio en ella, una mujer que a pesar de tener dinero tiene una personalidad sencilla y es fácil de manipular si logras enamorarla, como fue que hizo.

Espero que en lo que volvamos a casa podamos resolver todo y conocer exactamente quién de los dos tiene la razón en todo esto.